Junio ha sido seleccionado como el mes del orgullo gay; sin embargo, cada vez hay mayor resistencia hacia la ideología de género y el pensamiento woke. ¿Por qué? Porque se ha hecho evidente que se trata de una maniobra política de la izquierda para demoler la cultura cristiana occidental y, en especial, el concepto tradicional de familia.
La Gaceta de la Iberosfera
También, porque lo que comenzó como «tolerancia hacia los homosexuales», se radicalizó hasta convertirse en otra cosa: un movimiento en favor de la sexualización de niños pequeños en las escuelas y la promoción del cambio de sexo, incluso de menores de edad. Como es natural, los padres están reaccionando. Algunas muestras de la rebelión que se produce en contra de la ideología LGBTQIA+ son las siguientes:
El documental titulado «¿Qué es una mujer?», elaborado por Matt Wash y difundido por The Daily Wire –el cual desmantela los falsos argumentos de la ideología de género–, el video lleva al momento de escribir estas líneas más de 150 millones de reproducciones. Mientras que el comentario del dueño de Twitter, Elon Musk, referente a que «Todos los padres deberían ver este documental», lleva 85 millones de vistas.
Según una reciente encuesta elaborada por la consultora Rasmussen Reports, «más de siete de cada diez encuestados (71%) señalan que únicamente existen dos sexos: el masculino y el femenino. Sólo el 23% está en contra, mientras que el 6% prefirió no opinar».
Según una nota del PanAm Post, fechada el 1de junio, el show «drag» (es decir, de transformistas) que se iba a llevar a cabo en una base aérea en Nevada, Estados Unidos, finalmente fue cancelado por orden del Departamento de Defensa. «Iba a ocurrir por el inicio del ´mes del orgullo´, dando continuidad a la agenda woke que se ha infiltrado en las instituciones de la mano de la Administración Biden».
La nota del portal agrega que «tanto el secretario de Defensa, Lloyd Austin, como el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, parecen haberse percatado del grado de ideologización que existe en la institución. Por eso, exigieron a la Fuerza Aérea cancelar el show drag».
De hecho, en Estados Unidos ya se comienzan a producir choques en la calle debido al rechazo que genera la ideología de género. De acuerdo con Gateway Pundit, padres y miembros preocupados de la
comunidad protestaron frente a una escuela de Los Ángeles después de que el instituto educativo diera a conocer sus planes de celebrar una Asamblea del Día del Orgullo Gay y del Arco Iris.
«La noticia de la asamblea atrajo a cientos de personas a protestar contra la decisión de la escuela, pero también atrajo la atención de activistas LGBTQ que agitaron a los padres que acudieron a ejercer sus derechos de la Primera Enmienda. Al principio, ambas partes protestaron pacíficamente. Sin embargo, las cosas cambiaron rápidamente y se produjo un enfrentamiento entre ambos grupos».
Según la cuenta de Twitter @EndWokeness (fin del pensamiento woke), los estadounidenses están boicoteando a las empresas que promueven sus productos mediante propaganda a la ideología de género, siendo las más afectadas, la cervecera Budweiser, la tienda Target, la bien conocida Disney, el equipo de béisbol Dodgers, así como la empresa de ropa North Face, entre otras. Este boicot se produce con el eslogan «get woke, go broke», que traducido al español se lee que quiebren las empresas woke.
Tiene razón el escritor Mike González, autor del libro «Black Lives Matter: la fabricación de una revolución neo-marxista», cuando afirma: «Si pensabas que podías ignorar este ataque a tu forma de vida, te estabas engañando. Si pensabas que las ´guerras culturales´ eran para otros, piénsalo otra vez. La elección aquí es binaria: Te rindes o luchas contra este mal con todas tus fuerzas».
En efecto, si no se enfrenta el pensamiento woke, continuará radicalizándose hasta llegar a niveles de locura, como lo demuestra el caso de Logan Brown, una mujer biológica, que se cortó los senos, recibió hormonas masculinas y se declaró hombre. Y cuando quedó embarazada, concluyó que eso era una prueba de que los hombres podían quedar embarazados.