Consultado por el Informe Otálvora, Edmundo González Urrutia confirmó haberse reunido con el brasileño Celso Amorim en la residencia del embajador de Brasil en Caracas. “Fue una conversación cordial en la que hablamos de la coyuntura política”. EGU aseguró que “no he mantenido nuevos contactos desde entonces” con el gobierno de Brasil.
El operador internacional de Lula da Silva, el excanciller brasileño Celso Amorim, afirmó en su comparecencia en el Congreso de su país el 29OCT24, que durante su estadía en Caracas celebró un encuentro con Edmundo González Urrutia el día 29JUL24, cuando ya el régimen había materializado el fraude electoral proclamando a Maduro como ganador.
Amorim fue convocado por la comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de la cámara de diputados a solicitud de los diputados Lucas Redecker de PSDB quien preside la comisión y del bolsonerista Luiz Philippe de Orleans e Bragança. El propósito de la convocatoria era escuchar sobre las gestiones de Amorim como enviado especial en Venezuela, Rusia, Ucrania y Medio Oriente. El excanciller y ex ministro de defensa de los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, fundador del izquierdista Grupo de Puebla, es en la actualidad oficialmente el jefe de la “Asesoría Especial” de la Presidencia de la República y por lo tanto cumple tareas como operador internacional del gobierno. En la práctica Amorim es el verdadero jefe de
la diplomacia brasileña en detrimento del canciller Mauro Vieira. En su intervención inicial y en la respuesta a las preguntas de los diputados, Amorim narró largamente sus gestiones en Venezuela a raíz de las votaciones convocadas por el chavismo para el 28JUL24. La comparecencia se produjo cinco días después de Vladimir Putin haber confirmado que Lula había vetado el ingreso de Venezuela al grupo de países BRICS, lo que desencadenó la ira del régimen chavista contra sus antiguos aliados brasileños.
Algunos asuntos comentados por Amorim:
Por la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela durante el gobierno de Jair Bolsonaro, Brasil perdió “acceso a fuentes confiables y nuestra capacidad de influencia se redujo drásticamente”. Según Amorim, “países de otras regiones de diversa ideología” pasaron a ocupar el espacio que dejó Brasil.
Tras la toma de posesión de Lula el 01ENE23 y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la dictadura venezolana, Amorim realizó varios viajes al extranjero relacionados con Venezuela durante el año 2023. Reuniones en Caracas con los negociadores del gobierno y la oposición en marzo; asistencia en Bogotá a la conferencia internacional sobre Venezuela convocada por Gustavo Petro en abril; reunión en Bruselas convocada por el francés Emmanuel Macron en julio; asistencia por invitación el régimen venezolano a la firma del Acuerdo de Barbados en octubre. Además, visitó Caracas en noviembre para manifestar la preocupación brasileña por “el aumento de las tensiones entre Venezuela y Guyana” y luego asistió a la reunión en San Vicente y las Granadinas entre Maduro y el mandatario guyanés Irfan Alí en diciembre. Según Amorim, durante ese periodo mantuvo contactos con “actores internacionales relevantes” como EEUU a propósito de Venezuela. El gobierno de Lula habría servido como “promotor” de contactos entre el gobierno de EEUU y la dictadura para tratar temas de liberación de prisioneros y las sanciones impuestas al régimen.
El Tribunal Electoral de Brasil se negó a enviar un equipo de observación electoral a Venezuela pese a la presión que Lula ejerció en ese sentido. Pocos días antes de la fecha de las votaciones, en una conversación telefónica Lula habría dejado saber a Maduro que había comisionado a Amorim para que viajara a Caracas. Según Amorim, Maduro se mostró reacio a esa visita . “El gobierno de Venezuela no quería mi presencia allá y dijeron que sería bienvenido después de las elecciones”. Lula habría insistido ante el argumento de “si no va ahora ya no valdría la pena”.
Amorim llegó a Caracas el 26JUL28 y se instaló en la residencia del embajador brasileño que se convirtió en un muy activo centro de encuentros y reuniones. Previo a las votaciones, Amorim sostuvo reuniones con Jorge Rodríguez y con Gerardo Blyde, con enviados del Centro Carter y de la ONU que monitoreaban las votaciones. “Mi papel no era de observador electoral, hasta porque no tenía las herramientas técnicas para hacerlo. Fui como enviado del presidente Lula para percibir el clima general” que se vivía en Venezuela. Amorim narró que fue visitado en dos ocasiones por el español José Rodríguez Zapatero y con el dominicano Leonel Fernández quienes se encontraban en Venezuela invitados por el régimen.
La noche del 28JUL24 Amorim comenzó a recibir reportes de problemas con relación al proceso electoral. Fue informado sobre las dificultades que diversos testigos de la oposición estaban confrontando para obtener sus copias de los resultados en las mesas. Según Amorim, él informó de estos hechos al Centro Carter. En esa noche, según Amorim, “la presencia del enviado brasileño sirvió para evitar algunos episodios de violencia”. “Me llegó la información sobre personas encapuchadas” que se disponían a invadir la embajada de Argentina en Caracas, donde permanecía (y permanecen cuando se escribe este Informe) un grupo de opositores bajo protección del gobierno argentino. Amorim habló “con el gobierno” y poco después “se dispersó la manifestación” frente a la embajada argentina.
El 29JUL24 Amorim sostuvo reuniones con EGU y con Nicolás Maduro. El encuentro con Maduro se produjo en el Palacio de Miraflores y participó Jorge Rodríguez. Para ese momento ya las autoridades electorales del régimen habían proclamado a Maduro como ganador de las votaciones, pero sin presentar los resultados electorales discriminados. Maduro le habría dicho a Amorim, sin detalles adicionales, que el “retraso” se debía a un “ataque cibernético”. Dice Amorím que preguntó a Maduro “por las actas” recibiendo como respuesta que serían publicadas en los próximos días “como siempre ocurre”. En su narración Amorim recalcó que la frase “como siempre ocurre” llevaba comillas porque era textual de lo ofrecido por Maduro. Las actas y los “resultados detallados” nunca fueron publicados y según Amorim ese hecho significó para Lula que “el principio de transparencia no fue respetado”. Amorim confirmó que con respecto a Maduro existe en el gobierno brasileño “un malestar por el engaño” a propósito de la publicación de los resultados electorales “y por otras cosas” que no especificó. Amorim definió como “un quiebre de la confianza” la situación en sus relaciones con el régimen venezolano.
La posición del gobierno brasileño, según lo confirmado por Amorim el 29OCT24 es no reconocer las votaciones en Venezuela hasta tanto no se conozcan los resultados detallados. En consecuencia, Brasil no reconoce los resultados anunciados por las autoridades electorales del régimen a favor de Maduro. Pero tampoco reconoce la victoria de Edmundo González Urrutia. Amorím alega que “reconocer los resultados distintos con base en los datos recogidos por uno de los candidatos sería un precedente peligroso para la institucionalidad democrática”.
Según Amorim las conversaciones directas entre Lula y Maduro quedaron rotas desde el mismo 28JUL24. “Desde las elecciones el presidente Lula no ha hablado con Maduro”, afirmó. Lula comenzó una serie de conversaciones con el colombiano Gustavo Petro y con el mexicano Manuel López Obrador con el objeto de ofrecerse como intermediarios en la crisis desatada en Venezuela para lo cual intentaron infructuosamente sostener una conferencia directa con Maduro. Los tres mandatarios conversaron entre sí el 01AGO24 y el 08AGO24 y decidieron emitir declaraciones conjuntas en las cuales resaltaban la importancia de que las autoridades electorales publicaran los resultados “desagregados”. México decidió desaparecer de la escena asumiendo una posición “silente”, mientras Lula y Petro sostuvieron conversaciones los días 14, 21, 23 y 24AGO24. De esas conversaciones surgieron las sugerencias, rechazadas por el régimen y por la oposición, de repetición de elecciones en Venezuela o de formación de un “gobierno de transición”. Según Amorim, Lula fue contactado por los gobiernos de EEUU, Francia, Canadá, Reino Unido y el Vaticano en relación a las gestiones sobre Venezuela.
Sobre la posición de Lula al impedir que Maduro fuera invitado a formar parte de los BRICS con rango de “socio”, como si ocurrió con Cuba y Bolivia y otros once gobiernos, Amorim fue extenso en su explicación. “Brasil no quiere una expansión indefinida de BRICS”. Sus miembros tienen que ser “países con influencia y que puedan ayudar a representar la región. La Venezuela de hoy no cumple con esas condiciones”. En tono de explicación, dijo que “no hay veto porque en BRICS no hay votos y la decisión debe tomarse por consenso”, revelando que otros países igualmente fueron rechazados por la falta de consenso entre los miembros. “Venezuela no contribuye a mejorar el funcionamiento de BRICS”, agregó. Según Amorim para considerar el ingreso a BRICS habrá que esperar que la “situación en Venezuela se normalice”, que “los Derechos Humanos sean respetados”, “que aparezcan las actas” y “cosas de ese tipo”. Al final, el argumento expresado por Amorím fue que Brasil “no apoyó” el ingreso de Venezuela por la existencia de “ese malestar” con Maduro. En resumen, Lula está molesto por el trato recibido de sus antiguos amigos chavistas ante su iniciativa de intervenir en la crisis venezolana y decidió sancionar políticamente a Maduro.
Amorim, en su larga intervención ante la comisión de diputados del 29OCT24, afirmó que el gobierno de Brasil “busca preservar su capacidad de diálogo con las dos partes” en Venezuela. Calificó la reacción chavista contra Lula y la cancillería brasileña como “totalmente desproporcionada”. Adelantó que ni él “y menos el presidente Lula” responderían a los “disparates” que estaban pronunciando miembros del chavismo incluyendo al Fiscal General del régimen quien afirmó que Lula habría fingió un accidente para no darle la cara a Maduro en la reunión de BRICS en Rusia.
El contenido de las afirmaciones de Amorim, divulgadas parcialmente por la prensa, aumentaron el volumen de los ataques de altos jerarcas del régimen contra el mandatario brasileño y especialmente contra la cancillería de Itamaraty. El 30OCT24 el canciller de Maduro, Yván Gil, emitió un comunicado oficial calificando a Amorim como “mensajero del imperialismo norteamericano” y anunció que había convocado el encargado de negocios de la Embajada de Brasil en Caracas “para manifestarle el más firme rechazo a las recurrentes declaraciones injerencistas y groseras de voceros del gobierno brasileño”. El ministro de Maduro amenazó al diplomático brasileño, según la propia nota de la cancillería chavista, diciéndole que “Venezuela se reserva en el marco de su política exterior las acciones necesarias en respuesta a dicha actitud”. Gil igualmente dejó saber que por órdenes de su jefe había llamado “a consultas” al embajador de Maduro en Brasilia. En un comunicado emitido el 30OCT24 el alto jerarca chavista Jorge Rodríguez, calificó a Amorim como “agente especial del Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca”. Los ataques verbales contra Lula da Silva, su asesor Amorim y la cancillería de Itamaraty se multiplicaron por parte de Maduro, el cogobernante Diosdado Cabello y todo el aparato de propaganda del régimen. El 31OCT24 en la página Instagram de la Policía Nacional Bolivariana, órgano bajo control de Diosdado Cabello y bajo mando de militares, fue publicado un post con la bandera de Brasil, la figura de Lula da Silva y el texto de “el que se meta con Venezuela se seca”. Las usuales e inclementes campañas de desprestigio y amenaza que el régimen suele usar contra los opositores ahora se dirigía contra el mandatario brasileño y el símbolo nacional de Brasil. Los medios de comunicación en Brasil dieron inmediata cuenta del ataque que el chavismo estaba haciendo contra la bandera verde amarilla. Ya Lula no podía mantenerse en silencio y optó por una respuesta por canales oficiales.
El 01NOV24 la cancillería de Brasil emitió un comunicado aprobado por la Presidencia en el cual afirma que “el gobierno brasileño constata con sorpresa el tono ofensivo adoptado por autoridades venezolanas en relación a Brasil y a sus símbolos nacionales. La opción de ataques personales y escaladas retóricas en sustitución de canales políticos y diplomáticos no corresponden a la forma respetuosa con que el gobierno de Brasil trata a Venezuela y a su pueblo”. Pocas horas después la cancillería de Maduro, en modo diplomacia malandra, se burló del gobierno brasileño afirmando que actuaba “haciéndose pasar por víctima”. Según la cancillería de Maduro, ahora Brasil “emprendió una agresión descarada y grosera” contra “el presidente constitucional Nicolás Maduro”. Y calificó como “artimaña” de Brasil “al entrometerse” en temas electorales de Venezuela. Por cierto, el post chavista con la bandera de Brasil fue retirado por sus autores.
Por cierto, la familia Bolsonaro se muestra totalmente distante del proceso encabezado por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia y, por el contrario, ha dado muestras de hostilidad hacia el liderazgo opositor venezolano.
El diputado federal Eduardo Bolsonaro, el “número tres” de los hijos de Jair Bolsonaro y quien suele ser el opinador sobre temas internacionales del clan, se burló de la candidatura de EGU, llamándolo “cabo Daciolo” en referencia a un excéntrico político brasileño. Benevenuto Daciolo Fonseca dos Santos, un exbombero que aseguraba que su triunfo electoral estaba profetizado “en nombre de Jesús” obtuvo el 1,2% de los votos en las elecciones de 2018.
El 18JUN24, el ministro de Exteriores de Brasil Mauro Vieira compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa de la Cámara de Diputados. Eduardo Bolsonaro participó en la sesión y realizó una larga intervención atacando la política del gobierno Lula en temas como Venezuela y el Medio Oriente. Para aquel entonces EGU era el candidato de la oposición venezolana para lo cual había sido señalado el 26MAR24 y Machado adelantaba una campaña nacional pese a la persecución del régimen contra los equipos electorales opositores. En su intervención, el diputado Bolsonaro al referirse a Venezuela la calificó como una “democracia a la iraniana”. Calificó a Machado como socialista y le negó a EGU el carácter de candidato opositor. Bolsonaro dijo que “Nicolás Maduro va a elecciones, pero sin ningún opositor. La María Corina que participa en la Internacional Socialista, que es anti armamentista, no puede concurrir en los próximos quince años, o Henrique Capriles, de la misma forma. Maduro va a competir contra el cabo Daciolo de Venezuela. Está claro que Maduro va a ganar”.
El diputado Eduardo Bolsonaro, pese a ser miembro titular de la comisión de Asuntos Exteriores, no participó en el debate sobre la situación en Venezuela realizado el 29OCT24 en dicha comisión con presencia del asesor presidencial Celso Amorim. Este Informe, por medio del correo electrónico institucional del diputado, consultó sin respuesta, sobre las causas de su inasistencia al debate sobre Venezuela. Conocedores del manejo del “tema Venezuela” en Brasilia se muestran sorprendidos por la falta de apoyo del clan Bolsonaro a la causa democrática venezolana liderizada por María Corina Machado.