La próxima semana estará llegando a Caracas una delegación del gobierno colombiano encargado de iniciar los arreglos logísticos para la reapertura de su Embajada. La delegación estará integrada por personal diplomático de alto y medio nivel. La cancillería colombiana recibió órdenes del canciller Álvaro Leyva el 11AGO22 para acelerar los pasos operativos con vistas al reinicio de actividades diplomáticas y consulares en la capital venezolana.
Ya es inminente el restablecimiento de las relaciones entre el nuevo gobierno de Gustavo Petro y la dictadura chavista rotas desde el 13FEB19 cuando Nicolás Maduro expulsó al cuerpo diplomático colombiano. El Grupo de Puebla, especialmente el colombiano Ernesto Samper Pizano, estaría sirviendo de puente entre sus amigos Maduro y Petro, quienes decidieron acelerar el proceso de “normalización” de las relaciones diplomáticas. El 11AGO22 Maduro y Petro anunciaron los nombres que habrían sometido a consideración, uno del otro, para servir como embajadores en Caracas y Bogotá.
El régimen chavista postuló a Félix Plasencia, diplomático de carrera, ficha de los hermanos Jorge y Delsy Rodríguez dentro de la Cancillería venezolana y quien tras solo nueve meses en el cargo fue retirado por Maduro de su condición de ministro de Exteriores. Tras ser destituido como ministro, Plasencia fue designado como coagente ante la Corte Internacional de Justicia en el proceso que Guyana mantiene contra Venezuela por el territorio Esequibo.
Petro envía a Caracas a Armando Benedetti, exparlametario que ha rodado en las últimas dos décadas por diversas corrientes políticas incluyendo el uribismo hasta aterrizar en las cercanías del ahora presidente de Colombia. Benedetti fue una de las figuras centrales en el comando de campaña de Petro y se daba por descontado una alta figuración en el gobierno. Su envío a Caracas pareciera un “exilio dorado”.
Todavía no estaría acordada una reunión entre Maduro y Petro pero el régimen chavista ha estado presionando al nuevo gobierno colombiano para precisar una fecha. Petro se muestra partidario de esperar a la reapertura de las embajadas y a la negociación de algunos temas comerciales para celebrar, por ejemplo, un encuentro fronterizo con Maduro. Ambos, en caso que el dictador venezolano se atreviera a viajar a EEUU, coincidirían el 20-21SEP22 en el edificio de la ONU en Nueva York. Los dos aparecen registrados en el listado de intervenciones de mandatarios ante la Asamblea General. Petro haría su intervención en la primera sesión poco después de Jair Bolsonaro y Joe Biden. Maduro está inscrito para la jornada del día siguiente.
Mientras Maduro se muestra especialmente apurado de firmar un pacto político con Petro que entre otros aspectos le permita hacerse del control de la empresa petroquímica Monomeros, el colombiano publicita que la “normalización” con el régimen chavista permitiría aumentos de las exportaciones de Colombia y, según anunció el 12AGO22 su ministra de Minas y Energía Irene Vélez, comenzar a importar un hipotético gas desde Venezuela.
El abogado coordinador de la defensa jurídica internacional de Alex Saab, el operador financiero de Maduro preso en EEUU, formó parte de los invitados especiales al acto de toma de posesión presidencial de Gustavo Petro el 07AGO22. El abogado y juez destituido español Baltazar Garzón, quien arribó a la Plaza de Bolívar acompañado de su pareja Dolores Delgado, es representante jurídico del régimen chavista en España. A su vez, Garzón encabeza el autodenominado “Consejo Latinoamericano de Justicia”, instancia creada por el Grupo de Puebla para apoyar mediáticamente en causas judiciales que afecten a sus miembros.
Garzón fue sólo una de las “personalidades VIP” de la izquierda global, fundadores, o asociados al Grupo de Puebla, que fueron convocados para coincidir en Bogotá no sólo para concurrir a los eventos de toma de posesión (acto de toma de posesión en la Plaza de Bolívar, besamanos en Casa de Nariño y reuniones con miembros del nuevo gobierno) sino para sostener encuentros de coordinación política.
Aparte de los mandatarios invitados al evento, el entrante gobierno de Colombia extendió invitaciones a un largo grupo de amigos y socios políticos internacionales. En el listado de invitados VIP de Petro figuraron los expresidentes izquierdistas Dilma Rousseff, Lula da Silva, Cristina de Kirchner, Evo Morales, Manuel Zelaya y Fernando Lugo, todos ellos conectados al Grupo de Puebla. Morales se disculpó porque los eventos en Bogotá coincidían con el final de una copa de futbol que lleva su nombre. Lula anda en campaña electoral. Zelaya delegó su representación en la presidenta de Honduras y en el secretario de la Presidencia que son su esposa y su hijo. Kirchner desistió del viaje ocupada en los juicios por corrupción que le siguen en su país.
Alberto Fernández, a pesar de su condición de jefe de Estado, participó abiertamente en diversas actividades del Grupo de Puebla que organizó eventos sociales y reuniones de coordinación. El Grupo de Puebla llegó a Colombia para demostrar que uno de los suyos ahora era gobierno en Colombia. Entre los invitados de Petro también figuraba el infaltable Juan Carlos Monedero, fundador del español partido Podemos, contratista de los gobiernos castrochavistas para asuntos de reforma políticas y constitucionales y, cercano asesor de Petro. Desde EEUU llegaron representantes del grupo pro iraní Codepink y desde México acudió el presidente del partido oficialista Morena Mario Delgado Carrillo, usual participante de los eventos del Grupo de Puebla.
Otro invitado especial fue el argentino Pablo Gentili, operador del Grupo de Puebla y quien en el pasado ha ejercido como asesor de Lula da Silva, Dilma Rousseff y ejerció como jefe del gabinete del español Pablo Iglesias. Gentili forma parte de la conexión del gobierno Petro con la red izquierdista continental y sirvió de organizador y attaché de la vicepresidenta de Colombia Francia Márquez en sus visitas a Argentina, Bolivia, Chile y Brasil previas a la toma de posesión. Márquez carece de conexión internacional propia y Gentili fue quien la introdujo en los encuentros que la ahora vicepresidenta de Colombia sostuvo con altas figuras del actual jet-set izquierdista como Lula da Silva, Evo Morales, Luis Arce, Alberto Fernández, Cristina de Kirchner, Adolfo Pérez Esquivel y Chico Buarque.
Por cierto, en el evento realizado por el Grupo de Puebla en la sala del Senado de Colombia el 08AGO22, evento de obvio contenido político partidista, estuvo presente el mexicano Carlos Ruiz Massieu, quien ejerce como “Representante Especial del secretario general de la ONU y jefe de la Misión de Verificación en Colombia”. La Secretaría General de la ONU se muestra particularmente permisiva con la participación de altos funcionarios del organismo en eventos del Grupo de Puebla. Ya ocurrió reiteradamente con la hasta hace poco secretaria de la CEPAL, la también mexicana Alicia Bárcenas, quien ejerciendo su cargo de la ONU actuaba como miembro activa del Grupo de Puebla. Ruiz Massieu acompaño al entonces canciller designado de Petro, Álvaro Leyva, a su reunión con funcionarios del régimen chavista el 28JUL22 en San Cristóbal, Venezuela, en la cual se habría tratado la renovación de las negociaciones de Colombia con la guerrilla aliada de Maduro: el ELN.
El 26MAR94, cuando Hugo Chávez salió de la cárcel sin haber sido enjuiciado por el alzamiento militar de dos años antes, no viajó a Cuba para reunirse con Fidel Castro como interesadamente se cuenta ahora. Sus primeros viajes al exterior fueron a Colombia, Uruguay y Argentina. En los países sureños, dirigentes e intelectuales izquierdistas que después se declararon adoradores de Chávez, incluyendo al uruguayo Eduardo Galeano, en aquel año lo despreciaron y no lo recibieron. Chávez en busca de padrino internacional intentó incluso relacionarse con los “carapintadas” argentinos y poco después acogió como cercano consejero y compañero de viajes al argentino Norberto Ceresole. Sólo fue hasta el 13DIC94 cuando se concretó la alianza de Chávez con Fidel Castro.
La visita de Chávez a Colombia fue organizada por un grupo de izquierdistas procedentes del ya pacificado M19, con quienes compartía el proyecto de asociar la figura de Simón Bolívar con movimientos de izquierda. Chávez permaneció en Colombia varias semanas e incluso su cumpleaños fue celebrado el 28JUL94 por un pequeño grupo de camaradas entre los que se encontraba Gustavo Petro. Antes de ello y por varios años, el M19 había mantenido relaciones con el exguerrillero venezolano Douglas Bravo quien fue uno de los primeros ductores ideológicos de Chávez y con quien los colombianos planeaban una “revolución bolivariana” en el Continente.
Narra el “chavólogo” venezolano-argentino Alberto Garrido, en su libro “Chávez con uniforme. Antibiografía sólo para chavólogos”, que “la idea de crear una Internacional Bolivariana es de Chávez y se la plantea a Gustavo Petro en 1994 (…) El bolivarianismo compartido allanó obstáculos para que ambos sellaran el acuerdo de marchar juntos para la formación de la Internacional Bolivariana, a la que decidieron llamar Congreso Anfictiónico Bolivariano (CAB). La reunión preparatoria del Segundo CAB se realizó durante el 17 y 18 de diciembre de 1994 en Santa Marta, Colombia [luego del viaje de Chávez a Cuba]. Asistieron una veintena de venezolanos, liderados por Chávez, siete colombianos, tres panameños, el argentino Norberto Ceresole y el encargado cubano de la Oficina de Asuntos para América Latina Jorge Luis Joa”. En 2003, ya Chávez en el poder, con la participación directa del Foro de São Paulo, convirtió la CAB inventada por él y Petro en 1994 en el “Congreso Bolivariano de los Pueblos” que sería la principal plataforma de diplomacia paralela del eje La Habana – Caracas durante la siguiente década.
Chávez y Petro se mantuvieron públicamente distanciados, pero en momentos relevantes el colombiano sirvió de interlocutor con el régimen venezolano. El 07AGO10 fue la toma de posesión presidencial de Juan Manuel Santos Calderón y Nicolás Maduro llegó a Bogotá en representación de Chávez quien mantenía rotas las relaciones con Colombia. El canciller de Chávez viajó con las instrucciones de consultar a dos colombianos sobre la propuesta de Santos para reanudar las relaciones. En la residencia de la Embajada de Venezuela en Bogotá, Maduro se reunió ese día con el expresidente Ernesto Samper Pizano y con Gustavo Petro. Existe registro fotográfico de ambos encuentros.
La solicitud de Petro para que una espada adjudicada a Simón Bolívar y que reposa en la Casa de Nariño fuera colocada en el escenario de la toma de posesión el 07AGO22, simplemente fue la confirmación del sentido “bolivariano” que rodea al nuevo gobierno de Colombia. Para Petro, como antes para Chávez, Bolívar se incorpora como una útil pieza en la “narrativa” de su origen y objetivos, y a la justificación pseudohistórica de su proyecto político.
El recién formado movimiento guerrillero M19 hurtó la “espada de Bolívar” el 14ENE1974 de un museo con escasa seguridad en Bogotá. La pieza desapareció hasta que en 1991 fue trasladada a Colombia desde Cuba donde la dictadura castrista la mantenía secretamente guardada.
La presencia de la espada en la tribuna de la toma de posesión y el hecho de que la banda presidencial le fuera colocada a Petro por la senadora María José Pizarro, hija del desaparecido líder del M19 Carlos Pizarro y activista del Grupo de Puebla, deja ver la continuidad del “bolivarianismo”. Al igual que Chávez, Petro ordenó que la espada fuera colocada “a la vista del pueblo” en el palacio de gobierno.
Por cierto, el rey español Felipe VII ha sido blanco de una agresiva campaña de la izquierda global, elaborada por el partido Podemos en España, en razón de no haberse puesto de pie al momento que un grupo de actores y soldados ingresaron la “espada de Bolívar” al escenario. El protocolo y el ceremonial del evento no ameritaba ningún gesto especial de los invitados oficiales ante una pieza que no es un símbolo nacional del país anfitrión. El monarca español no fue el único de los mandatarios presentes en la toma de posesión de Petro que se abstuvo de manifestar exaltación por la aparición del arma. El público asistente a la plaza coreaba la consigna popularizada por el chavismo “alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”, dejando ver la procedencia ideológica de los congregados. En tanto, los únicos mandatarios presentes que aplaudieron a la espada fueron el chileno Gabriel Boric y la hondureña Xiomara Castro. El mandatario boliviano Luis Arce, de clara filiación izquierdista, se limitó a ponerse de pie sin aplaudir. El argentino Alberto Fernández imitó la conducta del rey español y tampoco rindió homenaje al arma llevada al sitio por solicitud de Petro.
El primer viaje al exterior del canciller de Petro tuvo como destino La Habana.
Álvaro Leyva voló a Cuba en la mañana del 11AGO22 acompañado del senador y miembro del Grupo de Puebla Iván Cepeda, del antiguo secretario de Piedad Córdoba y actual comisionado de Paz Danilo Rueda y del embajador de Cuba en Bogotá Javier Caamaño. Como invitados al viaje se sumaron monseñor Héctor Fabio Henao encargado de las relaciones de la Iglesia con el Estado, el representante de la ONU Ruiz Massieu quien tres días antes participó en un evento del Grupo de Puebla en Bogotá y, Jon Otto Brødholt quien es el enviado Especial de Noruega para los procesos de paz en Colombia.
El propósito del viaje fue coordinador con el gobierno de Cuba y con dirigentes de la narcoguerrilla del ELN que permanecen bajo la protección cubana, la reanudación de las negociaciones iniciadas por Juan Manuel Santos de las cuales Noruega, Cuba, Chile, Brasil y el régimen de Maduro son garantes. Los colombianos fueron recibidos por Miguel Díaz-Canel.
Al final del día, Leyva y el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla anunciaron el reinicio de las negociaciones y confirmaron a La Habana como sede.
Las relaciones de EEUU y Colombia podrían entrar en pronto estado de choque. Luego de su elección, Petro se ha reunido en dos ocasiones con enviados de Washington. El 22JUL22 Petro recibió una delegación de la Casa Blanca y el Departamento de Estado encabezada por Jon Finer, el segundo a bordo del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. El segundo encuentro ocurrió el 08AGO22 y en el Petro se reunió con la delegación enviada por Joe Biden a la toma de posesión, encabezada por la administradora de la Agencia para el Desarrollo Internacional Usaid, Samantha Power. En ambos encuentros comenzó a quedar en evidencia las diferencias entre Petro y los enviados estadounidenses en cuanto al tema de la “lucha contra el narcotráfico” que es a su vez la razón para la presencia de activos militares de EEUU en Colombia.
En su discurso de toma de posesión, entre líneas, Petro dejó saber que se dispone a romper acuerdos de cooperación con los EEUU lo que podría afectar el despliegue militar estadounidense en la región. Petro afirmó que “la paz es posible si se cambia, por ejemplo, la política contra las drogas, por ejemplo, vista como una guerra” y además afirmó que “la guerra contra las drogas ha llevado a los Estados a cometer crímenes y ha evaporado el horizonte de la democracia”. Para no dejar duda, Petro al tomar posesión dibujó un cambio de rol de las fuerzas armadas colombianas: “los helicópteros y los aviones, las fragatas, no solo sirven para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano”.
Nicolás Maduro comenzará a usar bastón de mando militar. Heredero de la casaca militar y de los símbolos inventados para sí por Chávez inspirados en las insignias del “comandante Fidel Castro”, ahora Maduro contará con nueva utilería para vestirse como jefe castrense.
El jefe militar del régimen, general Vladimir Padrino López, se propone emitir un nuevo “reglamento de uniformes” el cual contempla capítulo aparte para el “comandante en jefe”, es decir para Maduro. El dictador usará uniforme militar “de acuerdo con su facultad”. Estará dotado de dos bastones de mando, cual general o almirante, pero el de Maduro será de color rojo para los actos de gala y, verde para cuando ande en “campaña militar”…
Fuente: Diario las Américas.