Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) han llegado este miércoles a un acuerdo de «pausa humanitaria» en la Franja de Gaza, en un pacto que incluye la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos.
Hamás ha afirmado que, «después de difíciles y complejas negociaciones durante muchos días», las partes han alcanzado un acuerdo de tregua humanitaria, que exige el cese de las acciones militares del Ejército israelí, que durará cuatro días y que se ha conseguido con los «incansables esfuerzos de Qatar y Egipto».
La milicia palestina entregará a 50 rehenes y a cambio Israel liberará a 150 presos que se encuentran en sus cárceles, todos ellos mujeres y menores de 19 años. Durante la tregua, las autoridades israelíes, que se han comprometido a no arrestar ni atacar a nadie en la Franja de Gaza, dejarán de sobrevolar la zona sur del enclave por completo y la zona norte durante seis horas diarias.
El pacto también incluye la entrada de un mayor número de convoyes con ayuda humanitaria, bienes médicos y combustible «a todas las zonas de Gaza sin excepción», tal y como ha explicado la milicia en un comunicado.
Posteriormente, el Ministerio de Exteriores de Qatar, mediador junto a Egipto y Estados Unidos, ha indicado que la «pausa humanitaria» será anunciada en las próximas 24 horas y ha confirmado las condiciones entre las partes, y ha reafirmado su «compromiso con los esfuerzos diplomáticos en curso para reducir las tensiones, detener el derramamiento de sangre y proteger a civiles».
El Gabinete de emergencia de Israel aprueba el acuerdo
Este acuerdo se ha hecho público después de que el gabinete de emergencia de Israel, formado tras la ofensiva de Hamás y compuesto por 38 ministros, haya aprobado en la madrugada de este miércoles, tras más de ocho horas reunido, un alto el fuego temporal, alegando que está «comprometido» a traer «a todos los secuestrados a casa», sin que eso signifique el fin del conflicto.
«Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuarán la guerra para traer de vuelta a todos los secuestrados, completar la eliminación de Hamás y garantizar que Gaza no renueve ninguna amenaza contra Israel», ha subrayado la oficina del primer ministro ha señalado en un comunicado.
En dicha misiva ha indicado que el acuerdo incluye la liberación de al menos 50 rehenes durante «un lapso de cuatro días en el cual habrá una pausa de los combates», mientras que añadirán un día a la tregua por cada diez liberados adicionales, pero no ha dado más detalles sobre las otras concesiones anteriormente señaladas.
La Administración de Benjamin Netanyahu no ha hecho públicos por el momento los pormenores de la votación, ya que algunos partidos políticos habían mostrado su oposición al acuerdo antes de la votación. Sin embargo, según el portal de noticias Ynet, los ministros de Otsmá Yehudit, del titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, habrían votado en contra.
Finalmente, el titular de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha anunciado que sus ministros de Sionismo Religioso han cambiado su opinión y han votado a favor al haber sido convencidos de que la presión para erradicar a Hamás continuaría después de la tregua.
Al inicio de la reunión del gabinete, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que el acuerdo incluye visitas de la Cruz Roja a los rehenes que no serán liberados, así como medicamentos. Además, agregó que esta tregua no significa el fin de la ofensiva israelí en el enclave.
«No detendremos la guerra después del alto el fuego (…) Es una tontería sugerir que detendremos la guerra después del alto el fuego para devolver a los rehenes. Me gustaría dejarlo claro: estamos en guerra y continuaremos la guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos: eliminar a Hamás, devolver a todos los rehenes y desaparecidos y garantizar que no habrá ninguna amenaza para Israel en Gaza», manifestó.
Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, ha mostrado su apoyo a la decisión «dolorosa y difícil» de Netanyahu y de su gabinete de «promover la liberación de rehenes» y ha considerado que se trata de una «obligación moral y ética que expresa correctamente el valor judío e israelí de redimir a los cautivos».
«Espero que sea un primer paso significativo para devolver a todos los secuestrados a casa», ha declarado antes de aseverar que el Estado de Israel, junto a las FDI y las fuerzas de seguridad, «seguirán actuando por todos los medios para lograr» tanto este «objetivo» como el «restablecimiento de la seguridad absoluta para los israelíes».
Desde la oposición , Yair Lapid, ha apoyado «el esquema acordado», ya que «el Estado de Israel tiene la obligación suprema de seguir trabajando para devolver a todos los secuestrados al último hogar. Abrazando y apoyando a las familias de los secuestrados», ha indicado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
HRW: «Los seres humanos no son moneda de cambio»
El director para Israel y Palestina de la ONG Human Rights Watch (HRW), Omar Shakir, ha manifestado tras el anuncio de una «pausa humanitaria» en la Franja de Gaza que «haya un alto el fuego o no, los ataques ilegales deben cesar» y ha hecho hincapié en que «los seres humanos no son moneda de cambio».
«Tomar rehenes es un crimen de guerra y Hamás y otros grupos armados palestinos necesitan liberarlos a todos, inmediatamente. Pero bloquear la entrega de ayuda y combustible para salvar vidas hasta que se liberen los rehenes es un crimen de guerra que ha puesto en peligro la vida de 2,2 millones de personas en riesgo», ha declarado.
En los últimos días se ha especulado sobre el acuerdo para la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre durante una ofensiva en la que además acabó con la vida de cerca de 1.200 personas y motivó la respuesta de las FDI, que se ha saldado con cerca de 14.100 palestinos muertos en Gaza.