Buenos Aires, 16 nov (EFE).- Ocurra lo que ocurra el 19 de noviembre, es innegable que el candidato a la Presidencia por La Libertad Avanza, Javier Milei, ha logrado que su discurso ‘anticasta’ y sus dichos y apariencia disruptivos agiten el avispero de la política argentina.
Su provocador carisma y su rompedora manera de hablar de los políticos “chorros” (ladrones) han sido un imán para captar la atención de innumerables jóvenes y desencantados con la política.
Milei, un ‘outsider’ de la política hasta 2021, cuando fue elegido diputado, sorprendió en las elecciones primarias de agosto, cuando resultó el candidato más votado (29,86 %) como único aspirante de la formación, por delante de la coalición Juntos por el Cambio y la oficialista Unión por la Patria.
Economista de la Escuela Austríaca, defiende la libertad en cualquier ámbito de la vida, siempre que no sean un lastre para el Estado.
Milei fue ganando visibilidad en la opinión pública argentina con constantes intervenciones en programas televisivos, en los que hacía gala de una desinhibida oratoria trufada de insultos contra el poder establecido, la famosa “casta”.
Licenciado por la Universidad de Belgrano (Buenos Aires), con dos títulos de posgrado y sin experiencia en materia política, Milei ha sido asesor económico de diversos organismos y empresas, la última de ellas, Aeropuertos Argentina 2000.
¿Visionario?
Su imagen de rebelde con traje -o vistiendo chaqueta de chándal de una conocida empresa estadounidense debajo de una cazadora de cuero- y el aire de una ‘estrella de rock’ levantaron más de un ceño entre los políticos tradicionales, quienes lo consideraban un “loquito” con complejo de mesías.
Sin embargo, su llegada al Congreso en 2021 empezó a preocupar a la “casta”, especialmente cuando el autodefinido “anarcocapitalista” propuso romper el ‘statu quo’ monetario mediante la dolarización de la economía, la privatización de la mayoría de compañías estatales, la reducción de la carga tributaria y la libertad para acceder a las armas de fuego y para vender órganos.
Su símbolo por excelencia es la ‘motosierra’, con la que advierte de que, si es presidente, recortará drásticamente el gasto público, cerrando y unificando ministerios y clausurando el Banco Central, una de sus medidas más transgresoras.
El explosivo cóctel socioeconómico que vive Argentina ha sido el caldo de cultivo para el crecimiento de las filas que lidera este fan de los Rolling Stones, exportero del Chacarita Juniors y seguidor de Boca Juniors, quien no se adhiere a la Agenda 2030.
El líder de La Libertad Avanza cumplió 53 años el mismo día de las elecciones generales, cuando muchos pensaban que podía ganar en primera vuelta y terminó segundo por detrás del oficialista Sergio Massa, con quien ahora luchará por la Presidencia.
Su círculo íntimo está integrado por su pareja, la actriz, bailarina y humorista Fátima Flórez, famosa por su imitación de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015); y por su hermana Karina, a quien describe como ‘El Jefe’ y su procacidad verbal es la que le ha granjeado el apoyo de amplios sectores que podrían llevarle el 10 de diciembre a la Casa Rosada.