“Debemos poner fin al embargo comercial fallido y adoptar un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y a la comunidad cubanoamericana para impulsar el progreso y determinar libremente su propio futuro”, respondió Harris en ese entonces cuando era aspirante a la nominación presidencial.
Lo anterior indica la política que respecto a Cuba establecerían Joe Biden y Kamala Harris si alcanzaran ganar la Casa Blanca en noviembre próximo.
La publicación de un post en la cuenta personal de Facebook del periodista cubano Randy Alosno Falcón, director del portal oficialista cubano CubaDebate así lo demuestra:
En su mensaje en la red social, el también presentador habitual del programa Mesa Redonda, en el que la oficialidad cubana enuncia todas sus decisiones, Alonso escribió: Muchas felicidades para Joe Biden y su compañera Kamala Harris la victoria en noviembre es de ustedes para continuar el legado de Obama y las relaciones con nuestra Revolución.
Biden anunció la selección de Harris como su compañera de fórmula el martes 11 de agosto y su primera comparecencia pública fue realizada este miércoles.
Las intenciones de Harris respecto a Cuba evidencian una continuidad de las políticas impulsadas por el expresidente Barack Obama, que promovió el acercamiento con el régimen, para lo cual trabajó durante un año de diálogos secretos.
Obama viajó a La Habana con su esposa e hijas, sostuvo encuentros con el entonces mandatario Raúl Castro, no para tratar de negociar un cambio político, sino para sellar el inicio de lo que llamaron deshielo de EEUU con la dictadura castrista. Durante su viaje se reunió con la máxima dirigencia del régimen el 20 de marzo de 2016, meses antes de las elecciones presidenciales y de abandonar la Casa Blanca.
Obama llamó presidente a Raúl Castro y agradeció el recibimiento “Muchas gracias por la cálida bienvenida que he recibido, que mi familia ha recibido, y que nuestra delegación ha recibido. Es un extraordinario honor estar hoy aquí”, dijo entonces.
En diciembre de 2014 Barack Obama y Raúl Castro anunciaron públicamente que habían acordado mejorar las relaciones entre los dos países.
Tras el triunfo del presidente Donald Trump, se revirtieron muchas de las medidas tomadas por Obama, y se han endurecido las sanciones contra el régimen de La Habana, un aliado incondicional de la dictadura de Nicolás Maduro. Ambos regímenes señalados de violaciones a los derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad.