Castillo, un profesor rural de niños en su aldea natal llamada San Luis de Puña, emergió del fondo de la lista de 18 candidatos y arrolló en los últimos 14 días recorriendo pueblos pequeños empuñando un lápiz gigante, que es el símbolo de su partido Perú Libre.
La prensa local mostró al candidato de 51 años ayudando en los quehaceres del hogar vestido como un campesino norteño, con botas de plástico, poncho y sombrero. En el patio de su casa, donde hay una imagen de Cristo con la frase “Jehová es my shepherd”, arrojó granos de maíz a sus pollos.
Castillo asistió al velorio de un familiar y habló por teléfono con las radios de la lejana capital. “Gracias por depositar la confianza en un maestro… por mi parte no van a tener ningún obstáculo de dialogar y recoger experiencia con sectores políticos”, dijo a la radio local RPP.
El analista Javier Torres, de la Asociación de Servicios Educativos Rurales, dijo que una segunda vuelta entre el izquierdista Castillo y Keiko Fujimori tendrá como eje la discusión sobre el modelo económico que debe tomar Perú. Recordó que Castillo tiene una visión estatista similar a la implantada en los gobiernos del expresidente de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa.
“Plantea una política agresiva de nacionalización de recursos y empresas del Estado, más radical que la de Evo Morales”, dijo Torres. Añadió que el partido político Perú Libre, del candidato Castillo, “siempre ha expresado su admiración por Fidel Castro y Hugo Chávez”.
Uno de los candidatos al congreso por Perú Libre, el abogado Julián Palacín, dijo antes que el partido del candidato Castillo tiene similitudes con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y con el Movimiento Regeneración Nacional del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. “Deslindando con la ideología comunista”, dijo Palacín a la radio local RPP.
Castillo plantea elaborar una nueva constitución que reemplace a la de 1993, expulsar a los delincuentes extranjeros, pero acoger a quienes vienen a trabajar y estudiar. Promete que desactivará el Tribunal Constitucional y nacionalizará los yacimientos mineros, petroleros y energéticos. El anuncio podría alarmar a los inversores.
“Este resultado es una sorpresa y puede poner a los mercados financieros peruanos en jaque”, escribió el economista Nikhil Sanghani, de la consultora británica Capital Economics. “Las encuestas sugieren que ningún candidato presidencial recibió más del 20% de votos, y el vencedor se enfrentará a un congreso dividido. Existe el riesgo de que el fracturado sistema político dificulte la respuesta de Perú a la pandemia”, añadió.
Aunque Castillo es izquierdista, tiene posiciones conservadoras: está en contra del enfoque de género en el currículo escolar, se opone al aborto, el matrimonio igualitario y la eutanasia.
El país llegó a los comicios, en el peor momento de la pandemia por el nuevo coronavirus, que ha matado a más de 54.000 personas y dejado más de 1,6 millones de infectados.
Keiko Fujimori, de 45 años y líder de Fuerza Popular, podría convertirse en la primera presidenta de Perú en doscientos años desde que el país proclamó su independencia de España en 1821.
La hija de Alberto Fujimori aspira a gobernar con “mano dura”, en referencia a la década del gobierno de su padre 1990-2000 quien está preso luego de ser condenado a 25 años de cárcel por corrupción y el asesinato de 25 peruanos. Ella ha prometido liberarlo si llega al poder.
La candidata, que postula por tercera vez y estuvo presa más de 16 meses cumpliendo órdenes de detención de la fiscalía, también tiene problemas judiciales luego que en marzo un fiscal pidió 30 años de cárcel para ella por supuestamente lavar dinero de la constructora Odebrecht y de otros peruanos millonarios que aportaron en secreto a sus anteriores campañas políticas.
La fiscalía afirma que Keiko habría recibido dinero del presidente del banco más importante de Perú, llamado Banco de Crédito, así como de empresarios de la leche y de propietarios de casinos a cambio del apoyo de los legisladores fujimoristas. Keiko niega todas las acusaciones.
Más de 86.000 mesas de votación estuvieron abiertas 12 horas para evitar aglomeraciones y contagios por el virus que el sábado mató a 384, cifra diaria más alta desde que empezó la pandemia en medio de hospitales colapsados y el incremento de las muertes de infectados en casa.
Además de presidente, los peruanos escogieron a 130 legisladores y cinco parlamentarios peruanos para el Parlamento Andino.
Fuente: Diario las Américas