El Consejo de la Magistratura, órgano encargado de promover a los jueces y de removerlos por eventual mal desempeño, tenía hasta 2006 veinte miembros. Formaban parte del mismo, intelectuales, juristas, abogados, representantes del oficialismo y la oposición, pero ningún espacio tenía quórum propio y la política no podía controlarlo desde el poder. Pero esa conformación fue modificada por Cristina Fernández de Kirchner, que redujo la cantidad de miembros a trece, dándole al oficialismo un poder mucho mayor y limitando la independencia de los magistrados, que quedaron literalmente “a punta de pistola” de la política.
En la mañana de hoy, la Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de aquella reforma (ley 26080) e instó al Congreso a que dicte un nuevo funcionamiento del mismo en un plazo razonable. Pero en lo inmediato, el actual Consejo tiene 120 días de plazo para volver al formato original de 20 miembros. Si el tiempo trascurre sin la adecuación, todos sus actos serán considerados nulos.
Dentro del fallo, que salió por unanimidad, los magistrados del máximo tribunal de Justicia señalaron:
«La noción de equilibro significa ausencia de predominio, de manera que ningún sector cuente con una cantidad de representantes que le permita ejercer una acción hegemónica respecto del conjunto o controlar por sí mismo el cuerpo”.
La noticia, que sacudió la mañana argentina mientras se debate el presupuesto en el parlamento, se trata de un duro revés para el kirchnerismo. En medio de un eventual conflicto con la Corte, el oficialismo perderá uno de sus espacios de poder más importantes y además deberá discutir con una oposición fortalecida el nuevo formato del Consejo.
Fuente: PanamPost