sábado, noviembre 16, 2024
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La cuesta arriba para grandes y pequeñas empresas en EEUU

MIAMI– Como resultado de la recesión en la que hemos caído, no solo al consumidor promedio estadounidense se le hace difícil lidiar con el alto costo de la vida: a los dueños de negocios y grandes empresas, responsables de impulsar la economía nacional y generar fuentes de empleo, igual caminan cuesta arriba en la alarmante situación actual.
La afirmación es con fundamento: una encuesta realizada del 5 al 13 de julio por la Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE, por sus siglas en inglés), entre 58 miembros de esa entidad, confirmó que la mayoría de las compañías participantes reportó una drástica reducción de sus ventas en el segundo trimestre (Q2) de 2022.
En el período de abril a junio —el mismo en el que el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 0,9 % y sumó seis meses seguidos de retroceso económico, demostrativos de recesión— las empresas encuestadas registraron señales de decrecimiento, tras experimentar diversos problemas por el encarecimiento generalizado.
Entre las compañías participantes figuraron firmas privadas y asociaciones comerciales que corresponden a diferentes sectores, entre ellos, manufactura, transporte, servicios públicos, información y telecomunicaciones, finanzas, seguros, bienes raíces y servicios generales (profesionales, científicos, técnicos, artísticos, alimentarios, entre otros).
Adelantándose al reporte de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés), que el 28 de julio confirmó la regresión de la economía por segundo trimestre consecutivo, la vicepresidenta de la NABE, Julia Coronado, dijo que los resultados de la encuesta [efectivamente] mostraron indicios de desaceleración.
El economista jefe de Boeing Commercial Airplanes, Jan Hogrefe, por su parte, señaló que «el aumento de los costos de materiales y la [escasez de] mano de obra reduce los márgenes de ganancias en muchas empresas por primera vez, desde la encuesta de octubre de 2020».
En el estudio, el 9% de los participantes correspondió a empresas unipersonales; el 29%, a negocios con entre 2 y 10 empleados; el 16%, a compañías con entre 11 y 100; el 10%, a empresas con entre 101 y 1000, y el 36%, a corporaciones con más de un millar.
Caída de las ventas y los beneficios
La investigación realizada por la NABE descubrió que menos de la mitad de los encuestados (47%) reportó un aumento de las ventas en el segundo trismestre de 2022, una disminución del 14% de la proporción de empresarios que informaron un incremento en la encuesta de abril. La pesquisa encontró además que el índice de encuestados que sufrieron caídas de las ventas aumentó al 18%, frente al 9% reportado en el primer trimestre (Q1).
En cuanto al aumento neto (NRI, por sus siglas en inglés) de las ventas, este disminuyó a 30 desde la encuesta de abril, lo que representa una reducción de 22 puntos porcentuales y la lectura más baja desde la pesquisa efectuada en julio de 2020.
El NRI, con visión de futuro para ventas anticipadas durante los próximos tres meses, mostró que este parámetro también cayó a 30, su nivel más bajo desde abril pasado. Asimismo, reflejó que el NRI para los márgenes de beneficio fue de -9, en territorio negativo por primera vez en casi dos años.
Básicamente, fueron menos los empresarios que informaron aumentos de sus ganancias en el Q2 (22% frente al 26% del Q1). Por tanto, fueron más los que experimentaron caídas en sus márgenes de ganancias (31% frente al 17% reportado en el trimestre anterior).
La encuesta reveló igualmente que el NRI para los precios cobrados en el Q2 cedió a 42, frente al 46 del primer trimestre, lo que hace que el valor asociado con este factor esté 11 puntos por debajo del récord reportado en la encuesta de enero de este año.
En relación con el NRI prospectivo, la investigación indicó que este bajó ocho puntos. El 12% de los empresarios consultados esperan que los precios desciendan en los próximos tres meses.
Estructuras y el alto costo de los materiales
En lo que concierne al NRI para costos de materiales en el segundo trimestre, el registro equivale al 76, la lectura más alta desde que se hizo esta misma pregunta por primera vez en 1994.
El 78 % de los encuestados experimentaron aumentos en los costos de materiales necesarios para el funcionamiento de sus empresas, mientras que sólo el 2% indicó una caída en ese mismo parámetro.
El NRI prospectivo para el gasto en equipos y tecnología de la información, cayó a 30 en comparación con el 48 reportado en la encuesta de abril. Sin embargo, el NRI referente a gastos de capital en estructuras fue de 15, la lectura más alta registrada desde el estudio de octubre de 2015.
Menos aumentos salariales y ofertas laborales
Sobre los salarios, el 55% de los interrogados dijo que experimentaron un aumento en el segundo trimestre, pero también mostró que dicho porcentaje cayó por debajo del 70% registrado en abril, luego de siete incrementos consecutivos.
El informe indica que el NRI de la perspectiva de aumentos salariales en los próximos tres meses decayó 16 puntos (de 67 en abril a 51 en junio), en lo que se considera el nivel más bajo desde abril de 2021.
En el empleo, el 38% dio cuenta de un aumento de las vacantes, sin embargo, solamente el 24% se mostró optimista en cuanto al incremento de ofertas laborales en los próximos tres meses, la proporción más pequeña desde la encuesta efectuada en octubre de 2020.
Escasez de materias primas y mano de obra
La falta de insumos es otro de los problemas que impactan a los empresarios encuestados. Uno de cada cinco carece de materias primas suficientes; el 13% confía en que la escasez disminuirá en la segunda mitad de 2022 y el 14 % piensa que se reducirá en 2023 o más tarde. En realidad, sólo el 7% considera que dicha escasez ya ha empezado a mermar.
La carencia de fuerza laboral es otra de las problemáticas encontradas. La encuesta puso de relieve que el 52% de los participantes reportó escasez de mano de obra calificada y el 16%, de no calificada. En cuanto a sus previsiones futuras, un 35% indicó que la falta de empleados podría durar hasta 2023 o más tarde.
El análisis de la NABE encontró que los participantes le temen mayormente a la subida de los costos (31%) y las tasas de interés (22%), seguido del aumento de los casos de coronavirus (12%) y las interrupciones en la cadena de suministro (10%).
Transferencia de costos a los clientes
Al enfrentar situaciones como las descritas, los encuestados refirieron que sus empresas transfieren los aumentos de costos a sus clientes. O sea, el 14% de ellos dijo que sus negocios pasan todos (o casi todos) los costos a sus clientes, mientras que el 48% reveló que sus firmas desvían algunos.
Por otra parte, el 56% informó que las tasas de interés no afectan las estrategias de inversión de su empresa, pero un 18% señaló que tasas más altas han resultado en el aplazamiento o la cancelación de algunos proyectos.
A fin de estar prevenidos ante potenciales perjuicios económicos derivados de las políticas de la extrema izquierda y de la Casa Blanca en el cambio climático, el 34% se refirió a que monitorea los cambios regulatorios para tenerlos en cuenta en sus operaciones. El 31% apuntó que hace modificaciones en los productos o servicios que ofrece y el 22% sostuvo que realiza reformas en el abastecimiento de sus insumos.
Los riesgos de la recesión actual en EEUU
En cuanto a la recesión propiamente dicha, el 43% dijo que veía una probabilidad superior al 50% en los próximos 12 meses, un 37% mayor de posibilidad comparado con el reportado en la encuesta de abril. Cabe aclarar que los citados 12 meses corresponden al período que inició el pasado julio, justo cuando la BEA anunció la segunda caída consecutiva del PIB durante 2022.
Anticipándose a lo que de seguro sobrevendrá, varias empresas actúan para enfrentar las consecuencias del retroceso económico que ya experimentan. Entre esas medidas, por ejemplo, está la reducción de la nómina de empleados o el alto a la contratación de nuevos trabajadores.
Un reporte de «France24 digital» dio a conocer que, «a finales de junio, el director ejecutivo de Meta Platforms (matriz de Facebook), Mark Zuckerberg, recortó sus planes de contratar ingenieros en al menos un 30% este año, argumentando que así se preparaba para una profunda recesión económica».
Por su parte, Uber informó en mayo que reduciría la contratación y el gasto en sus actividades de marketing e incentivos, al tiempo que Netflix anunció el despido de unas 150 personas, la mayoría en nuestro país, debido a la desaceleración en su crecimiento.
Walmart, entretanto, informó que contrató a demasiadas personas tras la pandemia del coronavirus y que después se vio obligada a reducir su número de empleados. Amazon, por su lado, aseguró que tenía un exceso de trabajadores, mientras que uno de sus proveedores, FedEx, reveló en junio que abre menos posiciones, señaló la misma fuente.
«France24 digital» añadió que Warner Bros Discovery podría recortar hasta un 30% de su personal de ventas de publicidad, que la plataforma de comercio minorista de acciones Robinhood podría despedir a alrededor del 9% de sus empleados de tiempo completo y que Tesla podría reducir su personal en un 10%.
Pesimismo empresarial y baja aprobación de Biden
Si corporaciones tan grandes como las citadas han optado por estas medidas, ¿qué puede esperarse para las pequeñas empresas? De momento, una disminución en su confianza general, tal como reveló la encuesta trimestral de pequeñas empresas SurveyMonkey, realizada en julio entre más de 2.000 pequeños comerciantes por parte de CNBC y Momentive.
Según un reporte de la propia CNBC, la pesquisa encontró que la confianza de estos pequeños empresarios cayó en su nivel más bajo desde 2017 con un puntaje de 42, el 51% calificó de “pobre” al estado actual de la economía y el 43% dijo que la inflación es el mayor riesgo para su negocio en este momento.
En cuanto a sus perspectivas para los próximos 12 meses, la investigación constató que el 28% espera que sus ingresos disminuirán, el 18% piensa que deberá reducir su plantilla, el 58% espera que los cambios en la regulación tendrán un impacto negativo en su negocio y el 62% considera que las modificaciones en la política fiscal tendrán un efecto desfavorable en sus respectivas organizaciones.
Sobre la altísima inflación de 9,1% que sufrimos hoy, prosiguió la fuente, sólo el 26% de los participantes manifestó que confía en la capacidad de la Reserva Federal para controlarla. Es más, frente a la reveladora situación en EEUU,el 57% dijo: “ya estamos en recesión”.
«En este contexto persistente debido a la inflación y las preocupaciones sobre la recesión, el índice de aprobación de Biden entre los propietarios de pequeñas empresas está en su nivel más bajo hasta el momento. Apenas el 31% de ellos aprueba el trabajo que está haciendo como presidente», apuntó la CNBC, una cadena de izquierda.
¿Qué otra cosa podía esperarse? El descontento de los estadounidenses es muy grande y no sólo entre los dueños de pequeños negocios. Según un análisis realizado por FiveThirtyEight, dado a conocer por EuroNews, el inquilino de la Casa Blanca tiene sólo la validación de un 39% de la población, frente a un 55,8% que lo rechaza.
Confiemos en que en noviembre la actual administración pierda el control del Congreso en Washington, para que EEUU [no siga retrocediendo]. Hasta ahora, las políticas económicas de Biden han sido un rotundo fracaso y su alejamiento de la realidad que sufren los estadounidenses es cada vez más significativo, a pesar de la grave situación en la que se encuentra el país.
Fuente: Diario las Américas.

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