OSCAR ELÍAS BISCET,
Ellos veneran la sacralidad del ente humano de forma magnánima; por eso hay algo sagrado en todos ellos: quieren vernos vivir en libertad y es muy provechosa su pulseada en la asamblea, como si fueran a dar sus vidas por un amigo; y no es poco, porque florecerá lo maravilloso, el jardín de la sociedad libre.
Aquella pulseada esperanzadora de los europarlamentarios puso en contexto la realidad del sufrimiento del pueblo cubano, atrapado en un ciclo perenne de injusticia, impuesto por la dictadura militar totalitaria comunista de Cuba.
La suspensión del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación de la Unión Europea y Cuba (ADPC UE-Cuba) es una proposición de los verdaderos amantes de la libertad, de los parlamentarios europeos en su declaración de las graves violación a los derechos humanos, las torturas, el trabajo forzado de las misiones internacionalistas y el encarcelamiento por ejercer la libertad de expresión en Cuba.
En la Eurocámara, el 3 de marzo de 2021, los parlamentarios amigos del pueblo cubano definieron claramente la sociedad de miedo imperante en Cuba y expusieron:
“No puede quedar la más mínima sombra de duda sobre la catalogación de un régimen de partido único, que desconoce el pluralismo político, que persigue la discrepancia; que encarcela, persigue, reprime o exilia a los opositores y a los defensores de los derechos humanos; y que no respeta las mínimas libertades fundamentales y los derechos humanos más elementales, sean estos civiles o políticos, económicos, sociales o culturales”.
Recientemente, los eurodiputados de los partidos de ECR (bloque de los Conservadores y Reformistas Europeos), Renew (Renovar Europa, centristas y liberales) y el PPE (Partido Popular Europeo) aprobaron la Resolución, 2024/2584(RSP), donde ratificaban las sanciones al designado gobernante Miguel Díaz-Canel, y otros altos funcionarios del Gobierno cubano y a todos los responsables del encarcelamiento de presos políticos y las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
Del mismo modo, la Resolución del Parlamento Europeo sobre la situación crítica en Isla caribeña, 2024/2584(RSP), considera a Cuba comunista la mayor prisión de activistas políticos y disidentes de América Latina; que junto a las sistemáticas, continuas y flagrantes violaciones de los derechos humanos desencadenan “que el ADPC UE-Cuba ha fracasado en su objetivo central de mejorar las libertades fundamentales en Cuba”. Por lo cual, amparados en el Artículo 85-3b, debe suspenderse el Acuerdo con Cuba
La Resolución, 2024/2584(RSP), de la Eurocámara aborda otros documentos y resoluciones, en particular, la Resolución, 2023/2744(RSP), sobre la guerra de Rusia contra Ucrania y el apoyo del Cuba a la agresión ilegal, injustificada y no provocada de Rusia putinista al territorio independiente y soberano ucraniano. El envió de soldados mercenarios cubanos a Ucrania y la firma de un tratado militar para exportar tropas a Bielorrusia.
La alianza de Cuba comunista con Rusia putinista también fue tratada en el medio ucraniano LB.ua, en un artículo de opinión de Andriy Yermak, Jefe de la Administración Presidencial de Ucrania, quien manifestó: “Los cientos de tropas cubanas enviadas a Ucrania, incluidos informes confirmados de oficiales militares y muchos con antecedentes militares entre ellos, resultan directamente de la estrecha colaboración que el gobierno cubano ha brindado a la vergonzosa invasión rusa de Ucrania”.
“Durante los últimos 24 meses, los rusos han cometido crímenes de guerra en Ucrania a diario. Violando mujeres, masacrando hombres, secuestrando niños y bombardeando teatros y estadios de fútbol mientras refugiaban a civiles aterrados. Es por esto que la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de arresto contra Putin por su papel en los crímenes contra la humanidad en Ucrania”.
“Insto a los cubanos a no unirse a esta vía genocida contra un pueblo pacífico que nunca les ha causado daño” y deseó en el futuro “una Cuba libre y próspera”.
El artículo es un poco más extenso y aunque excelente por la descripción de la realidad belicosa rusa en Ucrania, parece más una narrativa propia de un articulista. Sería mejor que el Gobierno de Ucrania hable como sus soldados en el campo de batalla al régimen castrocomunista de Cuba y las máximas figuras del Estado condenen contundentemente y tomen las medidas determínates para cambiar y ponerle fin al curso de la alianza de Cuba comunista y Rusia putinista y el mercenarismo cubano castrista.
El Gobierno de Ucrania debe ser amigo del pueblo cubano y no de sus opresores en el poder del país ni mantenerlos con paños tibios, sino seguir los pasos de los europarlamentarios, que han hablado, tomado y sugerido medidas convincentes para frenar las graves y flagrantes violaciones de los derechos humanos del pueblo cubano.
Los europarlamentarios de los partidos ECR, Renew y el PPE han dicho y confirmado las palabras de la vicepresidenta del Euro Parlamento, Dita Charanzová, quien persevera en la importancia de poner fin al Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba y la Unión Europea e hizo hincapié en la labor de la Eurocámara hasta lograrse la libertad del pueblo cubano.
La vicepresidenta Charanzová dijo: «necesitamos suspender este acuerdo [ADPC UE-Cuba], viendo la connivencia con Vladimir Putin».
Los soldados ucranianos, en especial aquellas heroínas y los héroes que cayeron mortalmente en el campo de batalla como mártires, mantuvieron en alto el estandarte de la libertad y el patriotismo, la Bandera bicolor, la azul y amarilla; que jamás dudaron en defenderla y mucho menos de alzar la bandera blanca de la redición, porque los ucranianos expulsarán al ocupante y recuperarán sus territorios y nuevamente será libre Ucrania.
La tiranía totalitaria comunista cubana se ha prolongado por 65 años en el poder del país, no solo por el terror de estado sino por la ayuda financiera, económica y moral de los países democráticos y libres. Es hora de cambiar ese rumbo malsano y errado, al estilo de los europarlamentarios amigos del pueblo cubano, la libertad es esencial para mantener la paz en el mundo.
Los cubanos, la Cuba libre, como aquellos patriotas ucranianos caídos durante la guerra, no izarán la bandera blanca de la redición, sino que seguirán ondeando la tricolor, del triángulo rojo y la estrella solitaria, hasta la desintegración de la tiranía castrocomunista y la fundación de la República de Cuba Libre.