El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó que la ex presidenta Jeanine Áñez intentó en la madrugada de hoy ocasionarse una “autolesión” al cortarse uno de sus brazos. “Lamento informar al pueblo boliviano que la señora Jeanine Áñez habría pretendido generarse una autolesión en horas de la madrugada del día de hoy; sin embargo, informamos que su salud es estable y que tiene unos pequeños rasguños en unos de sus brazos y no hay nada de qué preocuparse”, afirmó Del Castillo.
MInutos después, desde el entorno de la ex mandataria, dieron su versión, una más alarmante que la planteada por el gobierno. “Se trata de un intento de suicidio y se debe a un llamado de auxilio”, afirmó a Pagina 7 uno de sus abogados, Luis Guillén.
Guillén aseguró que esta medida desesperada se debe a los “abusos que se está sometiendo a la exmandataria”.
El abogado señaló que en los últimos cinco meses de detención, el Régimen Penitenciario le administró medicamentos de forma errónea, además de fármacos contraproducentes para su salud, lo que puede haber causado un marco de depresión y paranoia que la habría llevado a tomar la decisión de quitarse la vida. “El día de ayer tuve la oportunidad de participar de la junta médica y escuché que Régimen Penitenciario había estado aplicando mal los medicamentos que se habrían recetado a la exmandataria, incluso medicamentos que serían contraproducentes para su salud y generarían en ella efectos adversos como una alta depresión o hasta un síndrome de paranoia”, aseguró.
Norka Cuéllar, otra de sus abogadas, dijo a El Deber que este hecho es un “grito de auxilio” por lo que está pasando la expresidenta. “Ella se siente muy acosada y le han tocado el punto más débil, que es el tema de su hija”. Por ahora, la situación de la exmandataria es crítico”, dijo la abogada, ya que la exautoridad está sufriendo un cuadro de depresión y de hipertensión arterial que no es atendido como se debe.
El fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, anunció el viernes que había presentado un requerimiento para iniciar un juicio de responsabilidades en contra de Áñez por los presuntos delitos de genocidio, lesiones graves y leves y lesión seguida de muerte por los hechos de Sacaba y Senkata, registrados en el marco de las protestas postelectorales de 2019.
Áñez se encuentra encarcelada, acusada de sedición, terrorismo, conspiración y ahora también de genocidio por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019.
Pedido internacional
Los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005), Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002) expresaron su preocupación por la salud de Áñez a través de una carta firmada por los tres, en la que hacen un llamado urgente al Órgano Judicial y la Fiscalía General del Estado para preservar la integridad física y psicológica de Áñez.
Los tres exmandatarios señalan en la misiva que los informes médicos y las imágenes de la expresidenta evidencian el “deterioro de su salud”, por lo que consideran que es “crucial e inaplazable revisar su situación jurídica que le permita defenderse “resguardando su derecho a la salud”.
“Mantener a la expresidenta detenida puede traer consecuencias lamentables para ella, su familia y el país”, indica la carta que enfatiza en poner los derechos humanos por “encima de cualquier disputa política”.
“Extendemos nuestra preocupación a los organismos internacionales de Derechos Humanos, y les solicitamos que verifiquen la situación física y emocional de la expresidenta Jeanine Áñez”, precisa la carta.
Las últimas semanas Áñez salió del penal de Miraflores en La Paz donde cumple su detención preventiva por el caso denominado “golpe de Estado” para someterse a distintas pruebas médicas en la que varias veces se la vio en silla de ruedas y con dificultades para caminar.
La familia y la defensa de la exmandataria transitoria ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por la salud de Áñez, quien sufre de hipertensión arterial y síndrome ansioso depresivo. También denunciaron que trasladan a Áñez a sus exámenes médicos sin avisar a la familia o a sus abogados, algo que las autoridades del Régimen Penitenciario han negado.
Semanas atrás, Áñez solicitó una audiencia con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en una carta que dio a conocer este martes en sus redes sociales.
Fotografía tomada el pasado 13 de marzo en la que se registró a la expresidenta interina de Bolivia entre 2019 y 2020, Jeanine Áñez, en las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en La Paz (Bolivia). EFE/Stringer/Archivo
Fotografía tomada el pasado 13 de marzo en la que se registró a la expresidenta interina de Bolivia entre 2019 y 2020, Jeanine Áñez, en las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en La Paz (Bolivia). EFE/Stringer/Archivo
“Solicito respetuosa y encarecidamente una audiencia, para que mi hija, Carolina Ribera Áñez, participe en representación mía”, señala Áñez en el texto argumentando su situación de reclusión por más de cuatro meses como impedimento para concretar un encuentro personal con la funcionaria del organismo.
En la carta la ex mandataria interina expone la acusación en su contra de “ser autora de un supuesto golpe de Estado” pero que en realidad los delitos por los que se la acusa “no han sido demostrados” y que su encarcelamiento es parte de “una decisión política” del presidente boliviano, Luis Arce.
En el texto recalca que el 12 de noviembre de 2019 asumió la Presidencia en medio de una “convulsión social” y un “vacío de poder” que se originó por la renuncia de las principales autoridades del Ejecutivo y el Legislativo nacionales. También alerta de que “sigue latente el peligro de que sufra un accidente cardiovascular o paro cardíaco” debido a la hipertensión que padece.
En el escrito, Áñez indica que la versión de un “golpe de Estado” es “falsa” y que “cada día se va desmoronando”