Fabiola Yañez, exmujer del expresidente argentino Alberto Fernández, ha presentado este lunes ante el Consulado argentino en Madrid un escrito en el que asegura que «los actos de hostigamiento, maltrato y menosprecio» por parte de Fernández comenzaron hace ocho años, en 2016.
El texto sostiene haber sido víctima de «lesiones graves doblemente calificadas por el vínculo y perpetradas en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad», según recoge el diario argentino ‘Página 12’. Entre las agresiones, menciona tortazos a diario dentro de las discusiones, incluso frente a su hijo Francisco.
Además, Yáñez solicita ser querellante y que Fernández, hasta ahora imputado por lesiones leves, sea juzgado por lesiones graves y por amenazas coactivas.
El documento sostiene que los hechos denunciados no solo ocurrieron en la Quinta de Olivos -residencia presidencial-, sino también en el piso de Puerto Madero que Pepe Albistur le presta a Alberto Fernández, domicilio que el exmandatario ocupó antes de ser presidente y que ha vuelto a ocupar una vez finalizado su mandato.
Yáñez refiere hechos de violencia continuos, menosprecio constante y «hostigamiento incluso en los últimos tiempos», por lo que pidió que Fernández sea imputado por «lesiones graves doblemente calificadas por el vínculo y perpetrado en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad».
Como argumento para justificar la figura de violencia grave y no leve, indica que las lesiones sufridas le dejaron secuelas en forma de daños psicológicos que le impidieron ejercer sus funciones y su vida normal durante más de 30 días, que provocaron la prescripción de medicamentos.
Yáñez relata además que Fernández la obligaba a estar pendiente del teléfono móvil, a sus llamadas reiteradas, y que restringía su círculo social, salidas con amigas o lo que ella describió como «hacer una vida normal».