La incertidumbre en torno al rumbo fiscal de Brasil ha aumentado la presión sobre el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro en plena pandemia del coronavirus y ha echado el freno a las inversiones en un país duramente atizado por la crisis económica.
La salud de las ya maltrechas cuentas públicas se ha debilitado en los últimos meses con el fuerte aumento de gastos por parte del Gobierno y por la abrupta caída de la recaudación tributaria durante la pandemia.
Fuente: EFE