Compararse con otros en materia de inflación es un baño de realismo. Aunque mejoramos en el ranking mundial en el último año, pasamos apenas del cuarto al octavo lugar y estamos en compañía de países con serios problemas como Zimbabwe o Sudán. Ni hablar del contexto regional regional donde varios países tienen una inflación anual por debajo del 2%.
Según las previsiones del último informe del FMI para este año, la Argentina quedaría octava si tomamos la proyección del presupuesto (32%) o bien séptima si consideramos los cálculos que manejan las consultoras privadas (36,9%).
Es que el organismo no incluyó un pronóstico de inflación en esta oportunidad por la negociación en curso para resolver el problema de la deuda.
Aclarado el punto, Venezuela -atrapada en una hiperinflación que la ubica en otra categoría- encabeza el ranking mundial este año con 6.500%. La siguen Zimbabwe (495%), Sudán (198,9%), Líbano (144,5%), Surinam (104,9%), Yemen (45,4%) e Irán (35%).
El año pasado, con una tasa de inflación de 53,8%, sólo había sido superada por Venezuela –una vez más, con astronómicos números de hiperinflación– Zimbabue (183%) y Sudán (57%).
De los 189 países de los que el FMI releva estadísticas, sólo 17, es decir menos de uno de cada diez, registra inflación igual o superior al 10% anual.
En términos regionales, en 2019 la Argentina fue el segundo país con peor desempeño después de Venezuela pero quedó muy lejos de todos los demás.
Incluso de Uruguay (8,8%) y Brasil (4,3%), que tuvieron el peor puntaje. Y ni hablar de países como Colombia (3,8%), Chile (3%), Paraguay (2,8%), Perú (1,9%), Bolivia (1,5%) y Ecuador (-0,1%).
Este año, el FMI espera una inflación de 2,9% en Chile, 2,7% en Brasil, 2,4% en Colombia y 1,9% en Perú. Uruguay se aparta del grupo con 10%, en tanto para Ecuador el pronóstico es de 0.
Para poder calibrar mejor la distancia entre Argentina y sus vecinos el dato de octubre, de 3,8%, con su aceleración inflacionaria, está servido.
Brasil tuvo un aumento de precios minoristas del 0,8%, Uruguay del 0,6%, Perú del 0,6%, Paraguay del 0,5% y Colombia una deflación del -0,06%.
Esto significa que la inflación anual esperada para este año en los países de la región no supera en ningún caso ni siquiera el dato de octubre en la Argentina.
Hoy existen, de hecho, muchos países que en los últimos doce meses se encuentran al borde de la deflación o en pleno territorio de descenso de precios.
Sólo por mencionar algunos, Singapur, Francia y Japón están en 0%, mientras que Portugal registra -0,1%; Alemania -0,2%; Italia -0,3%; Suiza -0,6%; España -0,9%; Irlanda -1,5%; y Hong Kong -2,2 %.
Mientras tanto, en la Argentina, la promesa de una inflación de un dígito es todo un espejismo. En el último medio siglo tenemos como antecedentes dos episodios de hiperinflación (1989 y 1990), mientras que hubo 14 años en los que la tasa superó el 100% anual.
La pandemia, con su parate de la actividad, moderó la marcha de la inflación, así como medidas tendientes a «pisar» los precios en momentos de penuria. Pero en la medida en que la cuarentena se flexibiliza y el descongelamiento se pone en marcha, la inflación vuelve a hacerse sentir.
Fuente: El Clarín