La tasa de inflación de Estados Unidos se situó el pasado mes de junio en el 9,1 por ciento, medio punto porcentual por encima de la tasa de mayo y su mayor nivel desde noviembre de 1981, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
La inflación de la energía fue del 41,6 por ciento, la más elevada desde abril de 1980, mientras que en el caso de los alimentos los precios subieron un 10,4 por ciento en el año, el mayor aumento desde febrero de 1981.
Sin tener en cuenta el impacto de los alimentos y de la energía, la tasa de inflación subyacente de Estados Unidos en junio fue del 5,9 por ciento.
En comparación con el mes de mayo, la tasa mensual de inflación de junio fue del 1,3 por ciento, acelerándose así tres décimas respecto del dato mensual de mayo.
Es preciso señalar que la abrumadora mayoría de los ciudadanos, el 88 por ciento en una reciente encuesta, está convencida de que el país avanza en una mala dirección, una situación que se complementa con una caída de la popularidad de Joe Biden.
Hoy, sólo el 29 por ciento de los votantes estadounidenses aprueba a Joe Biden, mientras que el 58 por ciento desaprueba su presidencia. Únicamente el 19 por ciento de los independientes aprueban al presidente del país. El 67 lo desaprueba. Entre los hispanos, tradicional reducto de voto demócrata, sólo el 36 por ciento aprueba a Biden; y el 48 por ciento desaprueba su gestión.