El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó el miércoles que en el octavo mes del año el índice de precios al consumidor se desaceleró respecto al 7,4% de julio, que fue la tasa mensual más alta en más de dos décadas.
La medición de agosto, no obstante, evidencia que las medidas adoptadas por el gobierno de Alberto Fernández para controlar la inflación no alcanzaron para contrarrestar el impacto en los precios de la crisis cambiaria que motivó la salida de dos ministros de Economía en julio.
En lo que va del año, la inflación acumula 56,4% y en la comparación interanual registró un incremento de 78,5%, lo cual lleva a los analistas a proyectar una medición anual de tres dígitos para fin de año.
Por las repetidas crisis inflacionarias de su historia y la desconfianza en su propia moneda, el dólar es la moneda de referencia para la economía argentina por lo que un aumento en su cotización tiene una incidencia directa en los precios. En julio la divisa estadounidense llevó al precio récord de 350 pesos por unidad en el mercado informal, aunque tras la intervención del Banco Central ahora está por debajo de los 300 pesos.
También tuvieron incidencia los aumentos en las tarifas de servicios públicos en el marco de la decisión del gobierno de reducir los subsidios en electricidad, agua y gas para cumplir con las metas de déficit fiscal acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la refinanciación del préstamo por 45.000 millones de dólares otorgado en 2018.
Según el INDEC, los mayores incrementos en agosto se dieron en los rubros Prendas de vestir y calzado (9,9%), Bienes y servicios varios (8,7%), y Equipamiento y mantenimiento del hogar (8,4%).
El dato más preocupante del informe oficial refiere a las subas en alimentos y bebidas no alcohólicas (7,1%) en agosto.
Antes de conocerse la medición, el presidente Fernández expresó durante un acto oficial que “nos cuesta mucho combatir (la inflación) porque gran parte es derivada del contexto mundial. Pero tenemos que dar la pelea para que los salarios de los que trabajan alcancen. No vamos a ceder en esa lucha”.
Argentina es después de Venezuela el país con mayor inflación de Latinoamérica.
Con la inflación al tope de las preocupaciones de la sociedad, desde la oposición fustigaron al gobierno peronista por la falta de resultados.
“No hay plan, no hay cambios: hay inflación. Así, no hay futuro. Solo pobreza y angustia”, expresó Patricia Bullrich, titular del partido de centro-derecha Propuesta Republicana (PRO) y precandidata a la presidencia del país en las elecciones de 2023. “Pero para el gobierno el problema es la justicia, la oposición y la prensa. Juntos por el Cambio (frente opositor que integra el PRO) es la mejor opción para los argentinos ante tanta decadencia”.