Los funcionarios estadounidenses han procesado a 132.652 inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera con México en julio, lo que significa un aumento de un 33% en comparación al mes anterior en el que se consiguió el mínimo de los últimos dos años y a pesar de los niveles récord de calor.
El mayor aumento de cruces ilegales ha ocurrido en el sector de Tucson (Arizona) de la Patrulla Fronteriza, con 40.000 detenciones, una región extensa y remota que cubre la mayor parte de la frontera de Arizona con México y partes del desierto de Sonora, donde las temperaturas alcanzaron los 43 grados todos los días este verano, según las estadísticas oficiales del Gobierno.
El grupo demográfico que más ha crecido, duplicando los datos de junio, han sido las familias que viajan con niños, lo que plantea importantes desafíos operativos para los funcionarios debido a los límites legales sobre la detención de menores. El número de niños no acompañados ha crecido casi un 50% y en el caso de adultos solteros se ha mantenido una cifra parecida.
En una sesión informativa con los periodistas este viernes, un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza ha explicado que el aumento de los cruces a lo largo de la frontera de Arizona con México está siendo impulsado por los contrabandistas y ha calificado la afluencia en el sector de Tucson como «particularmente desafiante» y «preocupante», ya que ha habido un aumento en la cantidad de inmigrantes en peligro.
«Hemos visto los intentos de los traficantes de personas de dirigir a los inmigrantes hacia eso, y anunciarles a las personas que de alguna manera es un área en la que pueden esperar un mayor éxito al cruzar al país», ha dicho el funcionario, a lo que ha añadido que «eso no es verdad.»
Aunque los cruces de inmigrantes ilegales hayan crecido en julio, no han vuelto a los niveles récord observados en algunos meses de 2022, cuando las detenciones, mensuales de la Patrulla Fronteriza llegaron a alcanzar un máximo de 220.000.