Los demócratas, desde la voz del presidente Joe Biden, acusan a los republicanos de “semifascistas”. Los seguidores de Donald Trump responden con calificativos como “radicales de izquierda” a los simpatizantes del actual partido gobernante. Esta situación distancia aún más uno del otro porque los demócratas son cada vez más demócratas y los republicanos más republicanos. Y en medio de este juego político la polarización es el ente predominante en el escenario electoral.
De acuerdo con una encuesta realizada por la empresa YouGov y The Economist, el 66% de los estadounidenses piensan que las divisiones políticas han aumentado desde 2021. Sólo el 8% considera que la polarización política en el país ha disminuido.Acorde a numerosas encuestas, los republicanos deberían ganar la Cámara Baja y el Senado.
Se trata de un panorama que muestra señales de cambio, sobre todo, según expertos y analistas, por la política antiaborto. La incógnita, para los demócratas continúa siendo el propio Biden, el factor determinante de la inflación que lo coloca en pírricos índices de popularidad, aunque últimamente haya mejorado muy levemente.
Según la encuesta, los votantes que opinaron inclinarían su decisión de voto basados en el tema de la economía, como normalmente sucede. Una economía fuerte o al menos equilibrada favorece al partido que gobierne en la Casa Blanca. De lo contrario, sea por factores ajenos, como la depreciación heredada que sufrió el país por el cierre de la economía durante la pandemia de coronavirus o los gastos extraordinarios que pudieron afectarla aún más, el votante siempre pasa la factura a la presidencia. Recientemente, sucedió a Jimmy Carter en 1980 y George H. W. Bush en 1994.
El votante republicano está convencido y unido en su desaprobación del gobierno de Biden. En cambio, los demócratas están fracturados en silencio en cuanto a la aprobación del Presidente. Entretanto, la investigación a Donald Trump polariza aún más el ambiente político. “Debe ser juzgado, procesado, inhabilitado”, opinan unos, por supuesta aportación al asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y llevarse a casa documentos secretos del Gobierno, mientras otros alegan con igual fuerza que se trata de “una cacería de brujas moderna, para tratar de debilitar su poder”.
Si tenemos en cuenta la historia reciente, las elecciones de medio mandato tienen la capacidad de ser devastadoras para el partido que ostenta la Casa Blanca. Le ocurrió a republicanos y demócratas por igual: Ronald Reagan, George H. W. Bush, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump.
Un análisis estadístico realizado por la cadena CBS resalta que los republicanos lideran las proyecciones para la Cámara de Representantes, donde obtendrían 230 bancas contra 205 de los demócratas. Para tener control de la Cámara basta con 218 representantes.
El columnista de El Universal León Krauze sostuvo que “para los demócratas, perder el control del Congreso a la mitad de la presidencia de Joe Biden sería muy grave. El dibujo de los distritos electorales favorece al Partido Republicano, por lo que sería muy difícil para los demócratas recuperar el control legislativo si lo pierden ahora. Esto puede ser cierto también en elecciones futuras, pero una derrota de este calibre cuando quedan todavía dos años de la presidencia de Biden, no solo pondría punto final a cualquier aspiración legislativa, sino que también abriría las puertas del poder a Donald Trump en el 2024”.
Mientras tanto, 34 de los 100 escaños del Senado están disponibles para ser disputados, y allí la situación también podría ser favorable para los republicanos. De los 34, hay estudios de proyecciones que sugieren que 10 son de pronóstico reservado, o sea que podría beneficiar o perjudicar a demócratas o republicanos por igual.
El medio digital The Cook Political Report subrayó que cuatro de ellos son determinantes, de los cuales los demócratas defienden tres (Arizona, Georgia, Nevada) y los republicanos uno (Wisconsin).Para completar el listado de 11 tenemos a Pennsylvania, Florida, North Carolina, Ohio, Colorado y New Hampshire.De los 435 distritos congresuales, analistas sostienen que solo unos pocos están en disputa real. The Cook Politcal Report sitúa esta cifra en 33, de los cuales los demócratas defienden 25 y los republicanos 9 escaños. En al menos 10, los republicanos son favoritos en las encuestas.
El periodista Luis Leonel León, productor ejecutivo de KVC Media enfatiza en que “un presidente sin mayoría deberá enfrentar un bloqueo cuando intente impulsar medidas legislativas que intentan paliar sus errores y seguir empujando al país al descalabro. No es un secreto que en Washington se vive una política obstruccionista. Existe una posibilidad real de que Biden pierda las dos mayorías, que no solo dificultaría su mandato, sino que podría desbaratar las campañas demócratas enfocadas en empañar constantemente la figura de Trump y su legado de acciones en favor de la clase media estadounidense. Tal vez acabe de aterrizar esa esperada era incómoda para el partido de Biden, Obama y los Clinton donde los republicanos inicien investigaciones sobre el sombrío Hunter, el hijo del presidente, el doctor Anthony Fauci, el Departamento de Justicia, el FBI y más. Hay millones de americanos que los están señalando. No es un juego, es una arena movediza muy peligrosa. En un momento donde, según estudios analíticos, los índices de polarización son comparables a los de la guerra civil y muchos más altos de cuando acusaban a Trump de polarizar al país y después que Biden se vendiera como en gran unificador”.
En los resultados no podemos pasar por alto el efecto Trump. De los 10 representantes republicanos de la Cámara de Representantes que votaron a favor de enjuiciar políticamente a Trump, sólo dos siguen siendo candidatos a la reelección.
Los otros anunciaron su retiro o fueron derrotados por contrincantes apoyados por el expresidente. Sin embargo, esta constante se vio rota, o sufrió un traspié con el nuevo fracaso electoral de la exgobernadora republicana de Alaska, Sarah Palin, que perdió la elección especial por el único escaño del estado en la Cámara de Representantes en una especie de prueba para las elecciones venideras. Su oponente fue la demócrata Mary Peltola, primera descendiente de aborígenes de Alaska que irá al Congreso. Palin aspiraba a regresar a la política postulándose con el apoyo de Trump al puesto vacante por la muerte del republicano Don Young el pasado marzo, quien la ocupó durante 49 años.
Alaska es un estado conservador. Los candidatos demócratas en elecciones presidenciales no ganaban allí desde hace más de medio siglo. Por otro lado, la asistencia a las urnas puede ser decisiva, y en este punto, la disposición a votar es mayor entre los republicanos que entre los demócratas, según varios sondeos preliminares. La brecha seria de un 4% más.
Resumen
Este año, 34 de los 100 escaños del Senado están disponibles para ser disputados. En la Cámara de Representantes todos. (435 sillas). 36 estados celebrarán elecciones para gobernador: Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Florida, Georgia, Hawái, Idaho, Illinois, Iowa, Kansas, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan , Minnesota, Nebraska, Nevada, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Nueva York, Ohio, Oklahoma, Oregón, Pennsylvania, Rhode Island, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Vermont, Wisconsin y Wyoming, así como tres territorios: Guam, las Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes.
La mesa está servida para unas elecciones que podrían ser históricas. Comienza la cuenta regresiva.