No hay dudas que el gobierno de Alberto Fernández fue un verdadero desastre. Como el resultado es innegable por donde se le mire, el expresidente apela a una serie de excusas para tratar de justificarlo mediante el contexto. Hasta el día de hoy repite que su período se vio seriamente perjudicado por la pandemia, la sequía y la guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, como una especie de premio consuelo, el antiguo mandatario insistía con que no fue corrupto y que se fue del poder sin una causa en la justicia.
Sin embargo, esto ya es parte de la historia. Actualmente está siendo investigado por un escándalo de corrupción, sobre la vinculación con unos brokers que operaban con el estatal Banco Nación. Si esta cuestión era de por sí delicada, lo que se destapó en el marco de la investigación puede ser todavía peor.
Entre los celulares peritados en la causa está el de la histórica secretaria de Fernández, María Cantero. Según trascendió durante las últimas horas, en el mismo habría conversaciones que podrían hacer referencia a episodios de violencia familiar que tendrían al expresidente como agresor y a su expareja, Fabiola Yañez, como víctima.
La prensa argentina habla de chats, audios e incluso fotografías vinculadas a una supuesta golpiza que habría sufrido Yañez a manos de Fernández. Juan Pablo Fiorobello, abogado de la expareja de Fernández, reconoció a los medios que fue contactado por el juez Julián Ercolini por este tema.
“Sí, efectivamente esos chats existieron. Yo me entero porque se contactaron conmigo desde el juzgado de sabiendo que soy abogado de Fabiola Yañez en otras causas. Querían ubicarla porque ella está afuera del país, está en Madrid. Me puse en contacto con el juez y nos pusimos de acuerdo de hacer una audiencia de carácter reservado. Es un delito de instancia privada. El juez hizo lo que tenía que hacer, se puso en contacto con la presunta damnificada”, señaló el abogado al portal Infobae este lunes.
Ercolini le había ofrecido a Yañez iniciar una denuncia por este presunto hecho de violencia de género, pero ella habría desistido de la cuestión. Aunque el juzgado archivó el tema, tuvo que dar intervención a la Oficina de Violencia Doméstica.
Como era de esperar, las redes sociales se hicieron eco de la noticia y los críticos de Fernández no tardaron en ponerle el mote de “golpeador”. Las referencias al feminismo de su gestión, su postura impostada y el ministerio de “Mujeres Géneros y Diversidades” que creó, de lo más apuntado.
“Tiene todas las características”
La interna de Fernández con el kirchnerismo duro volvió a florecer en el marco de este escándalo. Quien salió a castigar duro al expresidente es la intendente de Quilmes, la cristinista Mayra Mendoza. En su opinión, la actitud que tuvo para con Cristina Kirchner durante su mandato, sería un indicio de ciertas “características” que podrían ser compatibles con la “violencia de género”.
Con más intencionalidad política que con seriedad argumental, apartando las evidencias del caso, Mendoza sentenció:
“Dado el perfil de Alberto Fernandez, hombre varón cis que evidenció no poder asumir la conducción política de una mujer como Cristina Fernández, y que siempre se preocupó por saber si iba a estar herido en su masculinidad, tiene todas las características de poder haber ejercido violencia de género”.
Con respecto a que el hombre al que está prácticamente condenando es peronista, como ella, Mendoza dijo que la violencia de género es ” lamentablemente transversal a todos los sectores, grupos, partidos políticos”.