La senadora mexicana Xóchitl Gálvez será la candidata de la coalición opositora Frente Amplio por México, que aglutina a las formaciones que tradicionalmente han dominado el país, para las próximas elecciones presidenciales, después de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) haya accedido a retirar a su propia aspirante, Beatriz Paredes.
Gálvez se había consolidado como favorita en la pugna interna y Paredes ha terminado por reconocer que las encuestas no le favorecían, que la ventaja de su rival es ya irreversible. Así lo ha explicado en una reunión de la cúpula del PRI en la que llamado a anteponer «los intereses superiores de México» y ha dedicado buenas palabras a Gálvez.
«No aspiro a ninguna candidatura en las próximas elecciones, ni al Congreso de la Nación, ni a la Ciudad de México», ha declarado en su discurso, que ella misma ha compartido en redes sociales.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, ha confirmado que no serán «un factor de división» respaldarán a la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), con el objetivo de tratar de desbancar al partido de López Obrador, Morena, de la Presidencia. La formación gobernante tiene entre sus principales aspirantes al exministro de Exteriores Marcelo Ebrard y a la exalcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum.
Por su parte, Gálvez ha recogido el guante valorando la «generosidad» y el «compromiso» de Paredes, confiada en tener opciones para las elecciones de mediados de 2024. «Tenemos ante nosotros la gran oportunidad de trabajar juntos para lograr un México mejor», ha dicho en su cuenta de la red social X, antigua Twitter.
La senadora ya ha logrado un hito inédito en la política reciente de México, ya que la Justicia le concedió una suerte de amparo para prohibir a López Obrador que se refiriese a ella durante la campaña, después de que la hubiera estado calificando como la candidata de la oligarquía y cuestionar el enriquecimiento de sus dos empresas desde que ocupó un escaño en el Senado.