Los casinos volverán a abrir sus puertas en Venezuela. Con la autorización de Nicolás Maduro operarán 30 salas de juego en distintas ciudades de un país con 86,9 % de pobreza. Atrás quedó la orden emitida por Hugo Chávez en 2011, cuando aseveró que eran “lugares de perdición que solo servían para enriquecer a los burgueses”.
Aquella aseveración parece no importarle mucho a su heredero político, sobre todo porque operarán en hoteles –algunos bajo la administración del régimen–, según la lista difundida por el portal Descifrado, originando un debate entre los venezolanos en las redes sociales porque para el ciudadano promedio se vuelve casi imposible acceder y hacer uso de estos lugares. Algunos tildan la decisión como una vía para presuntamente cometer lavado de dinero. Otros recuerdan cómo en los últimos años han surgido bodegones con artículos importados, se ven autos de lujo en las calles y edificios con acabados de primera calidad a los que solo los enchufados tienen acceso.
Las intenciones de Maduro de volver a abrir casinos en Venezuela habían sido adelantadas desde el año pasado. En ese momento informó sobre la apertura de uno en el hotel Humboldt para apostar en «petros» y así supuestamente captar divisas. El hotel Humboldt había sido renovado para huéspedes exclusivos que pueden costear habitaciones de 300 dólares la noche. Para tener una idea, el salario mínimo en Venezuela es de 2,4 dólares al cambio actual. Lo mismo pasará con los casinos. Un porcentaje muy reducido de la población podrá jugar al póquer o apostar en la ruleta en estos establecimientos.
De manera extraoficial se conoció que el Casino Humboldt ahora operará también en las instalaciones del hotel Eurobuilding, según el portal que difundió la lista.
100.000 puestos de trabajo perdidos
Esa fue la cantidad de puestos de trabajo que se perdieron en Venezuela tras la orden dada por el fallecido dictador. La cifra fue difundida a mediados del año 2012 por el Sindicato de Trabajadores de Bingos y Casinos de Venezuela (STBCV). Miles de familias se quedaron sin su sustento, así como miles de jóvenes dejaron de pagar sus estudios, aseguró Rodrigo Lanz, presidente del sindicato.
No está de más mencionar que de acuerdo con Lanz, las autoridades chavistas criminalizaban a los casinos. Alegaban que eran usados para lavado de dinero, por este motivo en la Ley contra la Delincuencia Organizada, los bingos y casinos aparecen como sujetos obligados a control, reseñó en ese momento el portal Notimex.
Trabajadores de casinos y salas de bingo pidieron al régimen reconsiderar la medida, pero no hubo una respuesta positiva. De repente todo cambió. Ahora Nicolás Maduro se inclina por la reapertura de estos “lugares de perdición», como los llamaba su predecesor.
¿Petros, dólares o bolívares?
La mayoría de los 30 locales autorizados podrían abrir sus puertas la próxima semana. Sin embargo, el Casino Ciudad Jardín, ubicado en la ciudad de Maracay, estado Aragua, abrió antes. Fue reinaugurado el pasado 31 de agosto.
Se desconoce en qué tipo de moneda se podrá apostar, aunque puede que el devaluado bolívar no figure en la lista y el protagonismo se lo lleve el dólar. Maduro se ensañaba contra esa moneda en el año 2013, utilizando el calificativo de «perverso» para referirse al dólar paralelo que dominaba el mercado. Una distorsión económica producto del tipo de cambio impuesto por el chavismo. «Le vamos a torcer el brazo al dólar paralelo», prometía Maduro. La realidad fue otra. El régimen se rindió ante la divisa estadounidense.
Actualmente, con la desmesurada devaluación, se necesitarían bolsos repletos de billetes para poder apostar en bolívares. Ni la reciente eliminación de seis ceros, ni los nuevos billetes podrían hacer frente a la constante depreciación de la moneda venezolana, dicho por expertos durante largo tiempo. De modo que Maduro traiciona sus propias afirmaciones y las órdenes de Chávez respecto a los casinos para intentar sobrevivir en medio de una graves crisis económica provocada por el fracasado socialismo del siglo XXI.
Fuente: PanamPost