MARCO RUBIO,
Por primera vez en medio siglo, los votantes de todo el país están tomando decisiones sobre uno de los temas más divisivos en la política moderna de EEUU: el aborto. O más exactamente, en qué etapa del embarazo es aceptable acabar con la vida de un feto.
Soy totalmente pro-vida porque es nuestro derecho más fundamental. Sin el derecho a la vida, la libertad de expresión y todos los demás derechos que valoramos serían imposibles. Pero también reconozco que no es un tema fácil. Muchas futuras mamás se encuentran en situaciones desgarradoras y cómo se regula el aborto crea un conflicto inherente entre dos derechos: el derecho de una madre y el derecho de su bebé a vivir.
Estas no son conversaciones fáciles y las decisiones políticas no deben tomarse a la ligera. Pero, se lo debemos a todos los que aún están por nacer el poder tener una conversación honesta al respecto. Desafortunadamente, los defensores de la Enmienda 4 están engañando deliberadamente a los floridanos sobre la radicalidad de dicha propuesta.
Vale la pena preguntarse a sí mismo (al igual que a sus amigos, familiares y vecinos) ¿Qué sabe realmente sobre la Enmienda 4?
Comencemos con los hechos. La Enmienda 4 permitiría el aborto, prácticamente por cualquier motivo, hasta el momento del nacimiento. Destruiría la ley de consentimiento de los padres de familia en nuestro estado, eliminaría las normas de seguridad que protegen a las mujeres y abriría la puerta al aborto financiado por los impuestos de los contribuyentes.
Sin límites. Si bien la enmienda menciona la “viabilidad”, la cual normalmente se considera alrededor de 24 semanas, el término no está definido. Es más, el termino “viabilidad” va seguido de “o cuando sea necesario”, lo cual crea un enorme vacío legal que, combinado con otros términos indefinidos, permite los abortos por prácticamente cualquier motivo, hasta el momento del nacimiento.
Sin consentimiento de los padres de familia. En el 2020, Florida aprobó una ley la cual requiere el consentimiento de los padres para realizarle un aborto a una menor de edad. El consentimiento de los padres es la norma para cualquier procedimiento que requiera atención médica, incluso la prescripción de medicamentos a los adolescentes para el acné. Solo el 29% de los votantes se oponen a las leyes de consentimiento de los padres para que una menor tenga un aborto. Sin embargo, la Enmienda 4 sólo permite la notificación a los padres. Prohibiría el consentimiento de los padres porque crearía un “retraso” ilegal.
Sin seguridad. La enmienda no requiere que un médico sea quien apruebe un aborto después de su viabilidad. Al contrario, la Enmienda 4 le da la facultad a un “proveedor de atención médica” de tomar esas decisiones de vida o muerte. Según la ley de Florida, eso podría significar que cualquier persona, desde la recepcionista de la clínica hasta un fisioterapeuta o un nutricionista dé el visto bueno para el aborto.
La enmienda prohibiría cualquier ley que “retrase o restrinja” el aborto. Las normas de seguridad de sentido común podrían considerarse ilegales, pero también lo podría ser la falta de financiación de los contribuyentes. Por ejemplo, la ACLU–un importante partidario de la Enmienda 4– está demandando el revocar la prohibición de Michigan de financiar abortos con impuestos de los contribuyentes porque “retrasa” el acceso al aborto.
Estos son hechos innegables, pero antes de votar, considere de qué se trata este tema en esencia:
A las 6 semanas, el corazón del feto comienza a latir.
A las 10 semanas, los brazos, las manos, los pies y los dedos están completamente formados.
A las 15 semanas, un bebé puede sentir dolor.
A las 21 semanas, su bebé tiene un 50 por ciento de posibilidades de sobrevivir si nace prematuramente.
Y a las 39 semanas, la Enmienda 4 legalizaría la muerte de ese bebé.
Casi nadie (menos del 10% de los estadounidenses) cree que un bebé completamente desarrollado debe ser abortado. No importa lo que piense de la ley actual de Florida, la Enmienda 4 es extremista.
Por favor, vote no en la enmienda 4.