martes, noviembre 26, 2024
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La vida turbulenta de Hunter Biden, el hijo del presidente

WASHINGTON — Negocios turbios, drogas y mujeres. Hunter Biden ha vivido una vida turbulenta bajo dos sombras: la de su padre, el presidente Joe Biden, quien siempre lo ha apoyado, y la de su hermano mayor Beau, fallecido de cáncer en 2015.

Los esfuerzos de Hunter Biden, de 53 años, por dejar atrás su escabroso pasado sufrieron un revés este viernes cuando el secretario estadounidense de Justicia, Merrick Garland, no tuvo más alternativa que nombrar a un fiscal especial para investigar sus asuntos, presionado ante el evidente proteccionismo al hijo del inquilino de la Casa Blanca.

Sus problemas personales y legales lo convierten en blanco de los republicanos, debido a la parcialidad del Departamento de Justicia en su caso, que dirige Garland, un aliado de Biden, sobre todo ahora que el presidente se presenta a su reelección en los comicios de 2024.

Los republicanos en el Congreso han lanzado múltiples investigaciones sobre los negocios que Hunter Biden hizo con China y Ucrania cuando su padre era el vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).

Hunter Biden alcanzó un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia para evitar la cárcel por cargos de evasión fiscal y posesión ilegal de un arma de fuego, pero el trato quedó en nada por la oposición de una jueza. Garland ascendió el viernes a fiscal especial a la persona que investigaba los casos.

A modo de justificar la lluvia de críticas de legisladores y la desconfianza de muchos estadounidenses en el Departamento de Justicia, Garland, anunció el viernes que designó un abogado especial en la investigación a Hunter Biden, profundizando la pesquisa del hijo del presidente antes de las elecciones de 2024.

Hay quienes ven a Hunter como la oveja negra de la familia, pero su padre nunca le ha dado la espalda.

«Mi hijo no ha hecho nada malo. Confío en él. Tengo fe en él», dijo Joe Biden recientemente cuando los congresistas republicanos abrieron una nueva investigación.

Hunter se le ve con frecuencia al lado de su padre y realiza viajes con él al exterior.

Hunter Biden enfrenta una investigación por dos delitos federales por evasión de impuestos y posesión ilegal de un arma, en un caso que también apunta al Departamento de Justicia con señalamientos de promover una pesquisa viciada, con interferencias políticas, y de ir “despacio” en la investigación para que se agotaran los plazos de algunos posibles cargos, así lo testificaron dos agentes del Internal Revenue Service (IRS) Gary Shapleu y Joseph Ziegler, ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Alcohol y crack

La vida de Hunter Biden se vio empañada por las adicciones al alcohol y el crack, aliviadas con períodos de rehabilitación.

Hunter lo atribuye al accidente de tráfico en el que murió su madre y su hermana cuando él tenía tres años. Él tuvo que ser hospitalizado con una fractura craneal.

También vivió a la sombra de su hermano Beau, quien tuvo una carrera militar brillante y se dedicó a la política antes de sufrir un cáncer cerebral en 2015.

Joe Biden suele hablar públicamente de la muerte de su hijo mayor, en quien veía a un posible futuro presidente.

Pocas veces mencionaba a Hunter, quien escribió en sus memorias que después de la muerte de Beau consumió más drogas.

Tocó fondo cuando su padre dejó de ser vicepresidente en 2017. Su matrimonio se rompió y perdió la custodia de sus tres hijas.

Aventura amorosa con su cuñada

Vivió una aventura sentimental con su cuñada, la viuda de Beau, tuvo a una hija con una mujer de Arkansas que lo demandó para que pagara la manutención y finalmente sufrió el escarnio de ver publicados los correos electrónicos y fotos comprometedoras de su ordenador portátil que lo exhiben desnudo, con mujeres y consumiendo drogas.

El Departamento de Justicia lo investigó por los millones de dólares que ganó con sus inversiones en el extranjero.

Pero Joe Biden siempre ha salido en defensa de su hijo, como durante la carrera presidencial de 2020, cuando Trump sacó a relucir el uso de drogas y los turbios negocios de Hunter durante un debate.

«Mi hijo, como mucha gente (…) tenía un problema con las drogas», dijo el presidente en la televisión.

«Lo superó, lo arregló, trabajó en ello. Y estoy orgulloso de él. Estoy orgulloso de mi hijo», aseguró.

¿Extorsión y tráfico de influencias?

Hunter Biden es investigado por presunto tráfico de influencias y de utilizar el cargo de su padre para promover sus negocios que le dejaron millonarias ganancias.

Sobre el tema, el presidente del comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, escribió en su cuenta de Twitter, que durante su testimonio Devon Archer confirmó que Joe Biden era «la marca» que su hijo vendía en todo el mundo para enriquecer a la familia Biden. “¿Qué vendían los Biden? Nada más que acceso e influencias a los más altos niveles de gobierno”, afirmó y dijo que el presidente Biden necesita ser honesto. ¿Qué más está escondiendo?”, cuestionó.

Tras ser designado Biden encargado de la política entre Estados Unidos y Ucrania, un par de semanas más tarde, su hijo Hunter se integró a la junta directiva de Burisma. Ese hecho, el posible fraude fiscal, la corrupción en la obtención de permisos para la producción de gas, y el posible envío de dinero a Estados Unidos fueron motivo de investigación de los organismos anticorrupción de Ucrania.

De acuerdo con reportes periodísticos, Hunter Biden sería blanco de las investigaciones por la Fiscalía en Ucrania, y en el momento que preparaban la solicitud para interrogarlo por el envío de 3,000,000 de dólares a Estados Unidos, el entonces vicepresidente Biden, viajó a Kiev y obligó al presidente ucraniano en ese momento Petró Poroshenko, a despedir al fiscal general Viktor Shokin, a cargo de la investigación, de no suceder así, no desembolsaría un préstamo por 1.000 millones de dólares que Ucrania necesitaba en ese momento para mantener la solvencia económica.

Sobre el despido del fiscal, el propio Biden habló en 2016, pero dándole una motivación diferente a su decisión, de acuerdo con un video grabado durante un evento del Consejo de Relaciones Exteriores en 2016.

“Recuerdo haber estado convenciendo a nuestro equipo de que deberíamos estar proporcionando garantías de préstamos, y fui… supongo que la vez número 12 o 13 a Kiev, para anunciar que había otros miles de millones de préstamos. Recibí una promesa de (Petró) Poroshenko (presidente de Ucrania) y (Arseni) Yatsenyuk (primer ministro de Ucrania en ese momento) de que tomarían medidas contra el fiscal general, pero no lo hicieron. Y les dije que no les daremos 1.000 millones de dólares. Ellos respondieron: «No tienes autoridad, no eres el presidente, el presidente lo ha prometido». Les respondí: “Llámalo. Te dije que no recibirás 1.000 millones de dólares». Les dije que me iba en 6 horas, y que, si para ese momento no despedían al fiscal, no recibirían el dinero. Y bueno, hijo de puta, lo despidieron», contó Biden sobre ese hecho, en un testimonio recogido en video.

El relato del mandatario provocó risas entre los asistentes.

«Nunca me juzgó»

En sus memorias de 2020, Hunter Biden relató sus días bebiendo vodka, deambulando por barrios sórdidos por la noche en busca de crack y sus múltiples intentos fallidos de rehabilitarse.

Contó que en 2019 salió adelante gracias a la intervención de su padre y de su segunda esposa, Melissa.

Lo único que le ayudó, escribió, fue el amor incondicional de su padre.

«Él nunca me abandonó, nunca me rechazó, nunca me juzgó, sin importar lo mal que se pusieran las cosas», escribió Hunter.

Hoy Hunter asegura haber dejado todo eso atrás. Tuvo un hijo con Melissa, a quien llamó Beau, y comenzó a pintar, aunque esto último también ha generado polémica debido a los cientos de miles de dólares que han pagado coleccionistas no identificados por sus cuadros.

FUENTE: Diario las Américas

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