Armados con picos, palas y motosierras, un batallón de campesinos de la reserva natural Cerro Kilambe, en el municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega, al de norte de Nicaragua, se ponen manos a la obra.
La zona se vio duramente azotada hace tres meses por los poderosos huracanes Eta e Iota. Ahora, estos trabajadores del campo trata de mover escombros con el objetivo de rehabilitar los caminos de tierra y poder vender sus cosechas de café, su medio principal de subsistencia.
Fuente: EFE