A un año de asumir el gobierno de Uruguay, el presidente Luis Lacalle Pou, se presentó ayer en el Parlamento para su primera rendición de cuentas. El mandatario se dedicó a hacer un repaso por los aspectos sociales y económicos de su gestión, marcada indefectiblemente por la pandemia.
Pese al coronavirus -la emergencia sanitaria se dictó a menos de dos semanas de inaugurado el nuevo gobierno -, la gestión de Lacalle Pou tiene un índice de aprobación por arriba del 50% (en base a los sondeos de Opción Consultores, Equipos Consultores y Cifra), mientras que la desaprobación está entre un 25% y un 27%.
Una vez más, el presidente defendió su estrategia de «libertad responsable» y no establecer una cuarentena nacional, aunque el aumento de contagios por Covid-19 en los últimos meses del 2020 forzó al gobierno a establecer restricciones y cerrar las fronteras del país.
«Se escucharon voces que proponían confinamiento total, cuarentena obligatoria, pero primó el sentir colectivo del gobierno de apelar a la libertad responsable. Libertad como elemento central de la vida de una persona, faro necesario para toda acción del gobernante», reflexionó Lacalle Pou, y agregó que: «El cuidado de la salud fue desde el principio de la pandemia nuestro gran desvelo. Por supuesto, sin descuidar el factor social y el factor económico de los uruguayos».
Por otra parte, el presidente uruguayo -que llegó a la Torre Ejecutiva gracias a una ‘coalición multicolor’ de cinco partidos, tras 15 años del Frente Amplio en el poder- resaltó las medidas del gobierno en materia de asistencias a empresas y personas para contener las secuelas económicas de la pandemia.
Según datos del Ministerio de Economía uruguayo, el año pasado el país destinó alrededor de u$s 1217 millones (el 2,3% del PBI) para hacer frente a la pandemia, y este año se planea destinar al menos otros u$s 520 millones. Según el Banco Mundial, Uruguay fue una de las economías menos afectadas por la región (-4,3%) y se espera que este año crezca a un ritmo del 3,4%.
Y pese al aumento del déficit fiscal, el gobierno mantuvo su compromiso de no aumentar los impuestos al tiempo que mantuvo los niveles de endeudamiento (u$s 3120 millones) por debajo del límite proyectado.
Durante su discurso, el mandatario uruguayo también agradeció la aprobación de su Ley de Urgente Consideración (LUC), bandera de la administración Lacalle Pou. La LUC (compuesta por 476 artículos) propuso reformas especialmente en materia de seguridad, legítima defensa policial y regulación del derecho a huelga pero también aborda otras áreas claves como educación, sistema previsional, trabajo, economía y medio ambiente.
Sobre el Mercosur, Lacalle Pou habló de la necesidad de «liberarnos del corset que a veces nos pone el Mercosur» y volvió a hacer énfasis en una eventual flexibilización del bloque. En esta línea, el mandatario resaltó la estrategia de «salir a hacer acuerdos con el mundo». «Tenemos que ir a buscar esos nichos de mercados para nuestros excelentes productos y que puedan competir en igualdad», afirmó.
Por otra parte, el mandatario dijo que si bien la pandemia y la emergencia sanitaria no habían terminado, miraba «con real optimismo» el 2021. Y es que la presentación de Lacalle Pou en la Asamblea General coincidió con el comienzo de la campaña masiva de vacunación en Uruguay. La primera etapa apunta a inmunizar a grupos prioritarios como médicos, docentes, y personal de seguridad.
La rendición de cuentas estaba prevista para el 1° de marzo pero el presidente uruguayo decidió postergarla para no interferir con la apertura de sesiones en el Parlamento, que tiene al frenteamplista Alfredo Fratti como nuevo presidente de la Cámara de Representantes.
Fuente: El Cronista