En una segunda investigación de Forbes sobre el submarino que el ejército de Maduro construyó con planos ilegales, el experto H.I. Sutton destaca cuáles son los peligros que representa esta nave para los Estados Unidos y la conexión de internet del hemisferio.
El submarino recientemente revelado por la Armada de Venezuela es pequeño, desarmado y de corto alcance. Sin embargo, podría representar una amenaza asimétrica para los intereses estadounidenses en el Caribe. Esto se debe a que es un tipo de submarino diseñado para trabajos de bloqueo de buzos, lo que significa que puede usarse para transportar saboteadores submarinos.
Los buzos podían atacar a los barcos con minas de lapa a la manera de los hombres rana de la Segunda Guerra Mundial. Pero un objetivo más moderno podrían ser los cables de comunicaciones submarinos. En otras palabras, Internet.
Después de años de problemas económicos, sanciones y una situación cercana a la guerra civil en el país, la Armada Bolivariana de Venezuela es una sombra de lo que fue. Históricamente ha estado relativamente bien equipada con fragatas y submarinos. Pero las sanciones y los disturbios han golpeado con fuerza. Sus dos submarinos convencionales no han navegado en años.
Los buques de guerra más modernos son patrulleros construidos en astilleros españoles. Pero cuando uno de estos modernos buques de guerra, el Naiguatá, intentó abordar un crucero en abril, terminó mal. Naiguatá fue aplastado por la proa endurecida por el hielo del barco civil y se hundió. Ese bochornoso incidente no se reflejó bien en la Armada de Venezuela.
El minisubmarino es diferente; puede representar una amenaza más creíble. El fondo del mar está atravesado por cables de Internet y otras comunicaciones de fibra óptica. Un lugar clave en el Caribe es el territorio estadounidense de la Bahía de Guantánamo. Se sabe que varios cables de fibra óptica aterrizan allí. Y hay muchos otros enlaces por cable al alcance de los barcos venezolanos.
Así podría ser la operación de corte de cables de conexión a Internet desde el mini submarino que el ejército madurista en Venezuela construyó con planos de dudosa procedencia.
El minisubmarino VAS-525 de diseño italiano tiene capacidad para realizar un buceo relativamente profundo, capaz de alcanzar una profundidad de 525 pies. Lleva a tres buzos que pueden abandonar el submarino, realizar la misión y regresar. Podrían llevar dispositivos cortantes o pequeñas cargas explosivas.
Para ser más efectivo, el ataque tendría que hacerse en el mar, en aguas relativamente profundas, para que sea más difícil de reparar. Los cables de Internet submarinos a menudo se dañan con los anclajes de los barcos, pero generalmente están cerca de la costa. En consecuencia, se pueden arreglar rápidamente. Pero un ataque en aguas más profundas, especialmente si los buques de reparación se sienten amenazados, podría ser más perjudicial.
Sin embargo, llevar a cabo un ataque no sería fácil para Venezuela. El mini-submarino tendría que ser llevado al área objetivo de alguna manera. Los submarinos de la Armada de Venezuela son inoperables, por lo que no pudieran transportarlo. Y de todos modos, si bien es concebible, es probable que usar un submarino para lanzar otro submarino esté más allá de las capacidades de la Armada de Venezuela.
El uso de buques de guerra sería difícil de ocultar y el área está fuertemente patrullada por activos de la Marina de los EE.UU. pero los buques civiles podrían actuar como una nave nodriza. El minisubmarino se puede remolcar a su posición en una barcaza flotante especial que tiene un orificio en el medio para que el minisubmarino baje al agua. Se cree que Venezuela tiene uno de estos. Sin embargo, también se podría usar una grúa para levantar el submarino dentro y fuera del agua. Esta opción podría ser más fácil de ocultar a las miradas indiscretas.
Atacar los cables de Internet durante tiempos de paz podría utilizarse como un medio de guerra híbrida. La Armada rusa, por ejemplo, ha desarrollado métodos sofisticados de utilizar submarinos para interferir con los cables. Y el año pasado, el barco espía Yantar, conocido por merodear entre cables submarinos, estuvo en el Caribe. La Armada venezolana no tiene las herramientas ni la práctica de los rusos, pero si estuviera motivada podría intentar asestar un golpe a los cables submarinos de otros países. El minisubmarino VAS-525 les ofrece una forma de hacerlo.
Fuente: Primer Informe
Las amenazas asimétricas que representa el mini submarino secreto de Maduro
