Tras década y media bajo el socialismo del siglo XXI, Ecuador empieza a retomar el rumbo hacia la libertad económica. Esto es algo posible, en buena medida, gracias a la reforma arancelaria impulsada por el Gobierno de Guillermo Lasso que busca generar más empleo y revertir el daño causado por los confinamientos de la pandemia.
Desde el 1 de agosto entró en efecto la nueva Política Pública de Facilitación al Comercio y Agenda de Competitividad, que establece la primera reforma arancelaria firmada el 9 de junio por el mandatario ecuatoriano mediante el Decreto Ejecutivo Nº 68, en la sesión del Comité de Comercio Exterior (COMEX). Allí se establece lo siguiente:
“Mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos y fortalecer la competitividad del agro y la industria del país con la revisión de tarifas y aperturas arancelarias y simplificación de los trámites”.
Un total de 667 productos están incluidos en la reducción y habrá una clasificación entre ellos. En primer lugar, 590 tendrán un arancel cero. Del mismo modo, 30 más estarán gravados en un 5 %; 20 en un 10 %; y los 27 restantes entre un 15 % y 25 %, refleja el listado que emitió COMEX.
Casi la mitad de las partidas afectarán al sector agroindustrial, reduciendo el gravamen a la importación de maquinaria y equipos. También la agricultura, la tecnología, el rubro manufacturero y automotor se verán beneficiados por esta reforma arancelaria.
Son 81 industrias diferentes las favorecidas que incluyen a 6000 empresas. Los más beneficiados serían los trabajadores, en cuanto creará empleo para más de 560.000 personas. En un país con 17 millones de habitantes, es una cifra significativa.
Equivale a más personas que las afectadas por el desempleo. Actualmente 532.000 ecuatorianos están desempleados, esto equivale a 6,3 % de la Población Económicamente activa, según las cifras más actualizadas del INEC que datan del mes de mayo.
Las cifras alentadoras fueron anunciadas por la viceministra de Producción e Industria del Ministerio de Producción de Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, Carla Muirragui, en un evento organizado por la Cámara Oficial Española de Comercio e Industria de Quito que cuenta con más de 160 empresas, ecuatorianas y españolas, informó Europa Press.
«La alianza público-privada, el trabajo en común, el diálogo y el compromiso, han sido clave para poder llevar a cabo una reforma de tal magnitud en la que las partes implicadas han quedado satisfechas», señaló la viceministra.
En respuesta, la presidente de la Cámara, Carmen Sánchez-Laulhé, destacó que «estamos en un momento clave y vemos con optimismo estas medidas por las que está apostando el Gobierno (…) España es uno de los mayores socios comerciales del Ecuador y esta reforma dinamizará e impulsará aún más nuestras relaciones al flexibilizar y facilitar el intercambio”.
La artillería de Lasso ante ante la crisis que dejó la pandemia
La iniciativa que lleva a cabo el gobierno de Lasso es esperanzadora en cuanto el país sudamericano ha sufrido económicamente por causa del coronavirus. De acuerdo con el ministro de Producción, Julio José Prado, más de 22000 empresas formales han desaparecido en Ecuador durante la pandemia. Como consecuencia, las pérdidas reales superan los 14500 millones de dólares.
Al respecto, Sánchez-Laulhé agregó que «continuar con la apertura y potenciar la atracción de inversión extranjera es fundamental para el crecimiento y desarrollo socioeconómico del Ecuador».
Según el titular de la cartera de Producción, esta es la peor crisis en los sectores productivos. Incluso las cifras muestran que supera la caída productiva que dejó la crisis financiera de 1999, donde se congelaron los fondos de los ciudadanos. Por eso, Prado organizó un foro para poder identificar oportunidades pospandemia. El fin es impulsar la reactivación económica, sobre atraer inversores.
En esta línea el Ministerio está preparando un congreso internacional para presentar los proyectos de inversión que tiene Ecuador. El evento está apuntado a entes multilaterales, empresarios e inversionistas. La iniciativa consiste de fortalecer las alianzas público-privadas, para lo cual el Gobierno está preparando un catálogo con los proyectos públicos en los que el sector privado puede invertir.
Las letales consecuencias del socialismo del siglo XXI en Ecuador
Por definición, el socialismo exige poner los medios de producción en manos de la revolución. Lo cual se ha traducido históricamente en la pobreza de las naciones.
En el caso de Ecuador, el socialismo del siglo XXI vació las arcas del Estado, hasta el fondo de emergencia se licuó como gasto corriente. Ante ese vaciamiento de recursos, el presidente Guillermo Lasso se ha mostrado a favor de empujar las alianzas público-privadas.
“La alianza público-privada, el trabajo en común, el dialogo y el compromiso, han sido clave para poder llevar a cabo una reforma de tal magnitud en la que las partes implicadas han quedado satisfechas”, explicó la viceministra de producción.
Fuente: PanamPost