SONIA SCHOTT,
De cara a las elecciones presidenciales 2024, la mayoría de los votantes tendrán en mente el empleo, la economía, los desafíos que representan China y Ucrania, las reformas sociales y la inmigración,
En lo económico, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento del Trabajo, en su reporte de mayo de 2023, la tasa de desempleo se situó en un 3,7 %, tres décimas por encima de la tasa de abril, lo que parece indicar que las subidas de interés, llevadas a cabo por la Reserva Federal (Fed), están enfriando el mercado laboral.
La semana pasada, la Fed dejó sin cambios su tasa de interés de referencia, siendo la primera vez, desde enero de 2022, que no aumenta la cifra, aunque no descarta más aumentos, pues la inflación todavía se encuentra en un 5,3%, lejos de la meta del 2%.
En lo internacional, las preocupaciones recaen en el peligroso deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Y es que la tirantez entre estas dos potencias se ha intensificado últimamente por las violaciones de derechos humanos, el espionaje económico, el comercio, las provocaciones del ejército chino en el mar de China Meridional y la posición de Pekín ante el conflicto en Ucrania.
Además, la administración del presidente Joe Biden confirmó que China ha estado operando una base de espionaje en Cuba, a solo 100 millas de las costas de Florida, desde 2019.
Así que, en un intento por nivelar las aguas, el secretario de Estado, Antony Blinken, inició la semana pasada, dos días de conversaciones diplomáticas de alto nivel, en Pekín, para asegurarse de “mantener abiertas las líneas de comunicación para gestionar de manera responsable la relación entre Estados Unidos y la República Popular China,” según el propio Departamento de Estado.
Blinken incluye en su viaje al Reino Unido para asistir a la Conferencia de Recuperación de Ucrania y ayudar a movilizar el apoyo internacional del sector público y privado, ante la crisis humanitaria sin precedentes que ha provocado la salida de más de ocho millones de refugiados ucranianos.
En cuanto al tema de inmigración, un reciente análisis del Pew Research Center dice que,” tanto inmigrantes como hijos de inmigrantes representan al menos el 15% del 118º Congreso Al menos 81 miembros con derecho a voto nacieron en el extranjero o tienen al menos un padre que nació en otro país”.
Sin embargo, una reforma migratoria bipartidista parece lejana. Es un problema que incluso alimenta la disputa entre el gobernador de Florida y actual candidato a la nominación republicana Ron DeSantis y el gobernador de California, Gavin Newson.
DeSantis y Newsom son adversarios políticos por sus diferencias sobre, la inmigración, el tema de las personas LGBTQ y la tenencia de armas, pero la retórica se ha inflamado más después de que DeSantis reanudó su controvertida reubicación de migrantes, transportando a varios solicitantes de asilo a California.
Mientras tanto, el futuro del Partido Republicano se decide en torno a la acusación del expresidente y potencial candidato para ocupar nuevamente la Casa Blanca Donald Trump, quien está acusado de 37 cargos criminales por la justicia estadounidense.
La reacción de los republicanos, tras la comparecencia de Trump en la corte de Miami, ha estado dirigida a atacar al departamento de Justicia, salvando de responsabilidad al magnate.
Para la mayoría de los republicanos, las acusaciones son parte de una batalla política, un intento deliberado de Biden, para echar por tierra las posibilidades electorales de su potencial contrincante, acusando de politización al sistema legal, que ha facilitado que Trump enfrente cargos.
Pero ¿cuánto tiempo puede resistir este argumento? ¿Pueden aquellos que compiten contra Trump por la nominación presidencial, seguir apoyándolo en contra de sus propios intereses políticos?
Para los demócratas, la elección es más sencilla. De hecho, Biden ha preferido no comentar y dejar que la justicia se ocupe del asunto.
Hay, por supuesto, otros posibles juicios que enfrenta el expresidente, derivados de la investigación de los disturbios del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio.
En todo caso, es casi seguro que el juicio interferirá con el calendario de las primarias presidenciales de la próxima primavera dando un sentido de inestabilidad al país, mientras el resto del mundo espera señales claras de Estados Unidos.