David Ruíz Gualo,
¿Cómo empezó todo? El pistoletazo de salida fue tras los resultados del 28M, en las elecciones municipales y regionales que vivimos en España. El Partido Socialista Obrero Español consiguió 6.291.812 votos, perdiendo sólo 403.741 votos en las elecciones municipales. Hay que recordar que el Partido Popular, que fue el partido que mayor número de votos recibió, ganó por una diferencia de 3,41 puntos porcentuales, lo que se traduce en 763.075 votos. Unas elecciones, que, a pesar de ser municipales, se votaron en clave nacional.
Después de los cuatro años largos de este gobierno socialista/comunista, liderado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con promesas incumplidas desde el primer minuto, y con políticas que han contribuido al espolio económico y social de los españoles, a su división, crispación, y la muerte de más de 120.000 españoles, los resultados de ese 28M hicieron ver a Pedro Sánchez, que, a pesar de todo, los resultados no habían sido tan malos para el Partido Socialista Obrero Español.
Ese fue el detonante, y eso fue lo que hizo poner en marcha al día siguiente, el 29 de mayo, la convocatoria anticipada de elecciones generales en España. Tenía una oportunidad y jugó sus cartas, como buen superviviente que es. Hay que recordad que Pedro Sánchez fue expulsado de su partido, volvió y supo moverse para colocarse número uno. Hizo lo necesario para ganar, todos recordaremos aquella imagen, en las primarias de su partido, tras unas cortinillas metiendo papeletas en la urna, y es justo lo que hace y hará, lo necesario para su supervivencia.
Se puede decir que Pedro Sánchez juega con dos barajas, porque concurrir a unas elecciones con el control de todas las instituciones, con el control del Boletín Oficial del Estado, con el control de los medios de comunicación, y desde luego, con el trabajo realizado, de compra de voluntades, durante esos cuatro años largos, hace que lo imposible se convierta en realidad.
En primer lugar, hemos visto como este gobierno socialista/comunista ha utilizado el Boletín Oficial del Estado hasta el último día, con la convocatoria de empleo público, con la retirada de mascarillas, así como también la compensación de gastos para autónomos, o la Ley de Vivienda.
Por otro lado, hemos vivido una campaña donde el papel de los medios de comunicación ha sido protagonista, tratando de concentrar el voto en el bipartidismo, con aquel debate en Antena 3, en el que sólo estuvieron presentes el líder del Partido Socialista Obrero Español y el líder del Partido Popular, Alberto Feijóo. Un debate sesgado en el que, por cierto, Alberto Feijóo se puso en manos de Pedro Sánchez, al ofrecerse al dar su apoyo a la lista más votada, si fuese el Partido Socialista.
Hemos podido ver con nuestros propios ojos, como eran invitados Pedro Sánchez y Alberto Feijóo al programa de Pablo Motos, El Hormiguero, con independencia de lo que dijese la Junta Electoral, que por cierto dijo que también deberían tener visibilidad otros partidos como VOX. Hemos visto entrevistas masaje en todos los medios, incluso con aquellos presentadores supuestamente más contrarios al Partido Socialista, así como también hemos asistido a “fusilamientos”, como la “entrevista” en Telecinco, de Pablo Piqueras, a Santiago Abascal.
Así como también, desde medios catalogados de derechas, se ha estado llamando al famoso voto “útil” para el Partido Popular, del cual escribí en este mismo medio.
En definitiva, unos medios de comunicación que han jugado un papel fundamental, en contraprestación y como buenos siervos de aquel que les paga, que no es otro que este gobierno socialista/comunista, con los cientos de millones de euros que les otorga en subvenciones, dinero por cierto que sale de nuestros bolsillos.
Y, por último, el control que tiene este gobierno socialista/comunista sobre organismos como Correos y Renfe, influye y mucho. Influye porque contribuyen a generar desconfianza en las instituciones y por supuesto influyen en la votación del pasado 23 de julio. En lo que respeta a Correos, ha jugado un papel protagonista, puesto que, al convocarse elecciones en pleno periodo vacacional, eran muchos los españoles que ya tenían sus vacaciones reservadas, y es por ello por lo que el voto por correo ha sido histórico – algo con lo que Pedro Sánchez ya contaba–.
Hemos pasado de los 986.454 votos por correo en noviembre de 2019 a 2.471.935, un crecimiento consecuencia de la fecha elegida. ¿Por qué digo que Correo ha jugado un papel protagonista? Si lo digo es porque, una cosa es solicitar el voto por correo y otro es cuando te llega la documentación para poder entregar el voto. De ahí que hayan solicitado el voto por correo 2.600.000 españoles y sólo se hayan materializado 2.471.935 votos. Todo ello supone que, 128.065 españoles solicitaron el voto por correo y cuando recibieron la documentación en casa, ya no estaban presentes en su domicilio al estar de vacaciones, robándole así su derecho fundamental de voto. Se animó a solicitar el voto por correo si nos íbamos de vacaciones, pero la letra pequeña no se decía, y es que, si solicitábamos el voto por correo, ya no podríamos votar presencialmente.
Para terminar con los organismos, sobre los que este gobierno socialista/comunista tiene bajo su control, nos queda hablar de Renfe. Resulta curioso que siempre hay un tren que se nos cruza en los comicios electorales. Así ocurrió con los más de 3.500 españoles, algunos hablan de 5.000 españoles afectados, por la cancelación de trenes de Valencia a Madrid por una supuesta avería en un túnel, muchos de los cuales, se quedaron sin votar, al no ofrecérseles una alternativa de viaje.
Por lo tanto, vemos que, lo que empieza mal acaba mal. Control de organismos, instituciones, y medios de comunicación, un Partido Popular echándose en las manos del Partido Socialista, así como el famoso voto “útil”, ha dado lugar al resultado que vivimos el 23 julio.
De los resultados podemos extraer varias conclusiones:
- La participación ha sido de 70,4%, ligeramente superior a la de 2019, 69,8%, pero no suficiente. De lo que deduzco que ha faltado movilizar más el voto de derecha, así como que muchos más votos han pasado por el filtro de Correos. Todos recordamos las negligencias, de las que ya nunca volvimos a saber, durante las elecciones municipales y regionales.
- Un Partido Popular que resulta ser el partido más votado con 136 diputados, con un crecimiento de 89 diputados, llegando a pintar el mapa de España de azul. ¿Pero sirve para algo? La respuesta es no, porque a pesar de tener un mapa de España azul, exceptuando Extremadura, Sevilla, Vascongadas, Navarra y Cataluña, la ley electoral que tenemos en España no hace posible conseguir mayoría absoluta. Vender la piel del oso antes de cazarlo ha pasado factura. Ha sido lo que ha provocado que muchos españoles obstasen por no ejercer su derecho al voto, al considerar que el trabajo ya estaba hecho.
- Un Partido Socialista, que como hemos visto a pesar de todo, no sólo no baja, sino que además crece, pasando de 120 diputados a 122, lo que supone un crecimiento en 968.771 votos. Recordemos que, tras ese voto, hay un español. ¿Magia? No, es ingeniería política, es el socialismo en estado puro, que ha captado el voto de los independentistas catalanes de ERC.
- El bipartidismo, es decir, Partido Socialista y Partido Popular salen reforzados, pasando de 209 diputados en 2019 a 258.
- En cuanto a Vox, ha sufrido en sus propias carnes la ley D’Hondt , y es que perder 623.235 votos – 2,68%- le ha supuesto perder 19 diputados. Diputados que han ido al Partido Popular, pero en cambio esos 19 diputados se han traducido en 10 diputados en el cómputo del Partido Popular. ¿Qué quiere decir? Pues que el mal llamado voto “útil”, el concentrar el voto, como así han dirigido desde los medios de comunicación, ha hecho posible, que, con los mismos votos, exactamente con los mismos votos, hemos pasado de tener mayoría absoluta entre el Partido Popular y VOX –126 Popular y 52 VOX- a la realidad de vivimos, es decir, a no alcanzar esa mayoría absoluta – 136 Partido Popular y 33 VOX-.
- Seguramente, el hecho del Partido Popular de arrojarse al Partido Socialista Obrero Español ha hecho que muchos españoles voten al original en lugar de a la copia azul.
- Finalmente, el trabajo de blanquear e integrar a Bildu, los herederos de la banda terrorista ETA, en la dirección del gobierno de España, ha hecho que Bildu siga creciendo, consiguiendo 7 diputados, más incluso que el Partido Nacionalista Vasco. Algo preocupante, que el bipartidismo ha ido alimentando durante décadas y vemos que comicios tras comicios, aquellos cuyo único objetivo es el fin de España, tienen más influencia en el devenir de la nación.
Con todo ello, no entiendo para nada las celebraciones del Partido Popular tras conocer los resultados. Porque visto lo visto, ¿Cuál es el escenario que se nos presenta? Una España más rota y más sometida a los enemigos, y más encaminada a su destrucción como nación. Bajo mi punto de vista hay 3 escenarios, dos viables y dos imposibles y descabellados.
Permítanme que comience por los escenarios más realistas. Por un lado, la reedición del mismo gobierno que hemos sufrido durante esta última legislatura, con socialistas, comunistas, independentistas, separatistas, bilduetarras, es decir, lo peor de cada casa. Pero en este caso, subimos la apuesta. Pedro Sánchez necesitará incluir en su malgama al partido de Puigdemont. ¿Imposible? No. Pedro Sánchez hará lo necesario, y si tiene que pactar un referéndum, lo hará, y si tiene que dar la amnistía, lo hará, porque ese es el precio que ha puesto Juntos por Cataluña. El precio de esta opción sería más alto que esta última legislatura, pero Pedro Sánchez está dispuesto a pagarlo, puesto que las consecuencias no las paga él, las pagamos nosotros, los españoles.
Un segundo escenario, también factible, es que se repitan elecciones, puesto que Pedro Sánchez ha visto que su posición está fuerte, y puede ver mejorar sus resultados haciendo ver que no quiere ceder al chantaje de un posible referéndum y amnistía.
El tercer escenario, sería un posible pacto Partido Popular y Partido Socialista, pero bajo mi punto de vista, lo veo inviable por varias razones, entre ellas, que el propio Partido Socialista lo rechazaría de pleno, puesto que ahora mismo está fuerte y se querrá hacer más fuerte, no por falta de voluntad del Partido Popular.
Y un último escenario, lejos de toda realidad, porque su cumplimiento sería el fin de VOX y seria dar continuidad a las políticas que hemos sufrido. Se habla de la formación de un gobierno formado por el Partido Popular, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria, el Partido Nacionalista Vasco, con el apoyo desde fuera del gobierno de VOX. Esta opción a pesar de echar a Pedro Sánchez sería dar continuidad a las políticas de Pedro Sánchez, sería dar cobertura a los nacionalismos, y desde luego sería faltar a la palabra dada durante esta campaña y las pasadas, que no es otra que “cambiar las políticas” y desde luego no pactar y no dar cobertura a aquellos partidos cuyo objetivo sea el fin de España.
Sólo hay un escenario en el que, viendo lo visto, tenemos una nueva oportunidad, volver a votar. ¿Es arriesgado? Sí, porque vemos que el Partido Socialista está muy vivo, pero ésto no va de cálculos políticos, ésto va de cambiar las políticas, defender los intereses de España, así como mejorar el bienestar de los españoles. Es necesario que todos los españoles que no han podido votar, puedan hacerlo, y es necesario movilizar el voto de derecha sin dar por hecho lo que no está. Mejor punto de partida, los resultados del 23J, no podemos tener.
Queda mucho trabajo por delante y ahora más que nunca, es cuando las ideas se deben defender y mantener. Considero que el tiempo y los españoles al final ponen a cada uno en su sitio, y es por ello que la convicción, la firmeza, la confianza y la coherencia, deben prevalecer, como elemento diferenciador y poner en valor, como elemento que escasea en política. Se llama, el valor de la palabra dada.
¿Eso significa perder a corto plazo? Así es, pero a medio y largo plazo, que es como se hacen los proyectos que llegan a buen puerto.
Para ello, mantendría mis ideales, que son las ideas con las que hoy, tres millones de españoles, se sienten identificados, y profundizaría en comunicar y hacer ver a los españoles, que hoy en día, sólo existe un partido con representación parlamentaria, que representa a la derecha, y se llama VOX. Todo lo demás, es confundir y es diluir el concepto derecha. Los españoles tienen que tener claro que la defensa de la vida, de la familia, de la libertad, de la propiedad privada, de la unidad de España, así como su valores, tradiciones y costumbres, sólo son defendidos por un partido, y se llama Vox. Todo lo demás será contribuir al juego de la izquierda, al juego de la socialdemocracia, al juego del globalismo.
En las guerras hay batallas que se pierden, y esta ha sido una de ellas. Nadie dijo que fuese fácil ni rápido.
Continuemos por nuestro bien, que será el bien de España.