CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió que admira a figuras de la Revolución cubana como Fidel Castro y Ernesto «Che» Guevara y el gobernante Miguel Díaz-Canel se mostró muy complacido por las declaraciones.
«Yo soy idealista. Y sí admiro a los hombres que ejercen el poder. Es el caso de Fidel Castro y el Che», dijo López Obrador ante los aplausos de buena parte de los presentes. Seguidamente, resaltó la figura del difunto dictador.
«Los jóvenes dicen el Che por idealismo, pero Fidel (Castro) fue el que condujo, estemos o no de acuerdo, ese proceso de independencia. Porque (Cuba) es un ejemplo; es de los pocos países en el mundo donde no han permitido la intervención extranjera», dijo.
A las declaraciones del mandatario mexicano le siguieron unas palabras de agradecimiento desde La Habana de Miguel Díaz-Canel.
«Gracias querido Andrés Manuel López Obrador, porque nunca olvidas en tus ‘Mañaneras’ las palabras que hacen justicia a Nuestra América, a sus pueblos y a sus próceres», escribió el gobernante cubano en Twitter.
López Obrador invitó a familiares de Ernesto «Che» Guevara a las celebraciones oficiales de la fiesta de independencia en ese país a mediados de septiembre. El presidente ha manifestado anteriormente su simpatía hacia personajes históricos.
En sus cuatro años de mandato, López Obrador ha sido criticado por su apoyo a los Gobiernos antidemocráticos de la región. En el caso de Cuba, promovió la contratación de médicos de formación militar bajo múltiples señalamientos desde la sociedad mexicana, y también compró a La Habana sus vacunas contra el COVID-19 aún no avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Poca afluencia para aplicarse la Abdala en México
Al respecto, el diario mexicano La Jornada reportó este miércoles sobre la poca afluencia que tienen los centros de salud habilitados por el gobierno de la Ciudad de México para aplicar la vacuna Abdala.
En centros de salud como el de la alcaldía Cuauhtémoc no se había aplicado ninguna dosis desde la hora de su apertura hasta una hora después.
«Habían acudido solo tres personas con la intención de vacunarse, pero una de ellas no era candidata por haber transcurrido menos de cuatro meses después de que se aplicó la última vacuna contra el virus, y las otras dos optaron por retirarse al ser informadas que debían esperar a que se reuniera un grupo de diez personas para poder aplicarla», señaló el medio mexicano.
En el centro de salud Portales, de la colonia San Simón en Benito Juárez, se habilitó el estacionamiento para la aplicación del biológico. En el muro exterior se anunció con carteles la disponibilidad de la vacuna, incluso el lote que se aplica, en este caso el AI82025, con caducidad el mes de agosto de 2023.
Allí ya se estaban aplicando dosis y personal adscrito informó que pasada hora y media después de que inició el servicio, unas 20 personas habían acudido ya a vacunarse, entre ellas, María Inés Beltrán, quien no conocía de la aplicación de la Abdala.
Según La Jornada, también el centro de salud Dr. Rafael Carrillo, de Iztapalapa, lucía vacío y tampoco exhibía cartel alguno para informar de la disponibilidad de las dosis. Solo llegaban personas a solicitar la vacuna de la influenza y madres que llevaban a sus hijos para la primera o segunda dosis de la vacina anti COVID de la marca Pfizer para menores de cinco a 11 años, añadió.
En mayo de este año, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador había anunciado que Abdala iba a utilizarse en la población infantil de cinco a 11 años de edad, pero finalmente las autoridades de salud mexicanas eligieron la vacuna estadounidense Pfizer para ese grupo poblacional.
A México llegaron en noviembre 4.092.500 dosis de esta última vacuna. No se sabe el monto pagado al Gobierno cubano.
Además de México, La Habana solo ha podido introducir sus inyectables en países con gobiernos afines como Vietnam, Venezuela, Nicaragua, Irán, Bielorrusia y San Vicente y Granadinas.
El regimen cubano admitió esta semana que el proceso de evaluación y reconocimiento de las vacunas contra el COVID-19, para las que desvió recursos del presupuesto estatal en detrimento de otras inversiones prioritarias y del propio sistema de salud pública, va con atrasos por cuestiones de producción y falta de liquidez.