El presidente de México reveló el martes que “cambió de opinión” respecto al uso de militares en tareas de seguridad pública por tratarse de un problema grave, tras las críticas que han recibido unas reformas legales del partido gubernamental que colocan a la Guardia Nacional (GN) bajo el control del Ejército.
Cuando era oposición, Andrés Manuel López Obrador fue muy crítico de sus dos antecesores, Felipe Calderón y Enrique Peña, por recurrir a los soldados para enfrentar a los grupos criminales en las calles, en medio de denuncias de abusos y violaciones a los derechos humanos.
«Cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron», afirmó el gobernante, al ser consultado por una periodista sobre su antigua promesa de hacer regresar a los militares a los cuarteles en seis meses, en caso de ser elegido en las urnas.
La Cámara de Diputados aprobó el sábado, de manera expedita, una iniciativa del mandatario para que la GN pase a manos de la Secretaría de Defensa (Sedena) y este martes el Senado, de mayoría oficialista, podría refrendar las reformas legales, tildadas de inconstitucionales por los expertos.
Activistas y opositores han criticado a la militarizada Guardia Nacional por supuestas violaciones a los derechos humanos durante sus operativos para contener la migración a través del país, entre otras acusaciones.