El Gobierno de Pedro Sánchez, bajo la supervisión directa del expresidente Zapatero, ha negociado con Nicolás Maduro la salida de Edmundo González Urrutia de Venezuela. Varios hechos y testimonios de fuentes cercanas a la situación respaldan esta afirmación. Tanto las declaraciones de Maduro y su número dos, Delcy Rodríguez, como las acciones de la Fiscalía venezolana y la Cancillería para Europa, junto con la elección de España como destino, revelan un acuerdo que parece favorecer tanto a Sánchez como al régimen chavista.
Durante su programa televisivo semanal Con Maduro +, Nicolás Maduro admitió haber liderado personalmente las gestiones para el asilo de González Urrutia: «He estado atento y he dirigido este proceso», declaró. Delcy Rodríguez, por su parte, también mencionó en Telegram que se llevaron a cabo «amplias conversaciones y contactos» entre los gobiernos de Venezuela y España para garantizar la salida de González Urrutia, con un salvoconducto aprobado por ambos países.
Es más, en su programa, Maduro se refirió a González Urrutia no como «presidente electo» sino como «embajador», restándole cualquier peso político. A pesar de meses de tensiones, Maduro le dedicó palabras inusualmente amables, expresando sus deseos de que el opositor tenga éxito en su nueva vida fuera de Venezuela.
Por su parte, el exministro de Asuntos Exteriores del PP, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que hay un acuerdo entre el Gobierno de Sánchez, Maduro y González Urrutia para que este último guarde silencio y permanezca al margen de la política. Según García-Margallo, González Urrutia está alojado en un hotel en Madrid, costeado por el Gobierno español, con la orden de no hacer declaraciones públicas hasta su reunión con Pedro Sánchez, que se celebra este jueves.
Como sí ocurrió con Países Bajos, el Gobierno español no ha recibido críticas del régimen venezolano tras la acogida del presidente electo, como se podría haber esperado. La viceministra para Europa del régimen, Coromoto Godoy, criticó a Holanda por haber acogido a González Urrutia en su embajada, calificando la acción como «injerencista e ilegal«. Sin embargo, Venezuela no ha presentado ninguna queja formal contra España, a pesar de que González Urrutia también pasó un tiempo en su embajada antes de partir hacia Madrid.
La Fiscalía venezolana cierra el caso de González Urrutia
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció que las causas judiciales contra González Urrutia habían sido archivadas tras un acuerdo entre los gobiernos de Venezuela y España para facilitar su salida del país. Saab señaló que esta decisión puso fin a lo que describió como «una obra de teatro bufo», sugiriendo que la salida del opositor no representaba una amenaza para el régimen.
A todo lo anterior se une el silencio que, desde su llegada a España, guarda el presidente electo. González Urrutia emitió un comunicado a través de la red social X, en el que no hizo referencia a su victoria electoral ni a las agresiones del régimen contra su familia. Tampoco firmó como «presidente electo», adoptando un tono más resignado.