CARACAS. – La elección de la candidata presidencial María Corina Machado, con más del 90% de votos en las primarias de la oposición para enfrentar al gobernante y candidato oficialista Nicolás Maduro en 2024, marca un hito en la política de Venezuela, desgastada, fracturada y distanciada de la población.
Más de 2 millones de venezolanos dentro y fuera del país participaron en el proceso de elección autogestionado que estuvo sometido a todo tipo de trabas, no obstante, por abrumadora mayoría votaron por la única candidata inhabilitada por imposición ilegal del régimen, en una impensada movilización considerada una señal del reclamo de cambio.
Las primarias que se convalidaron como mecanismo de participación se realizaron en medio del “acuerdo de hoja de ruta electoral” suscrito por delegados de Maduro y de la oposición, con la presencia de EEUU, en Barbados, en la búsqueda de superar la crisis en Venezuela. El acuerdo establece el cumplimiento de la ruta electoral a cambio de suspender las sanciones al régimen venezolano en un plazo de seis meses.
Después de las primarias ¿qué?
“Este domingo 22 de octubre nos ha dejado a todos una gran lección para toda la vida y para mi es que hay que confiar en la gente, en los venezolanos”, expresó Machado en su primer discurso como candidata presidencial, mientras el oficialismo amenaza a la oposición y califica a las primarias de “fraudulentas”.
Pero también plantea “escenarios desafiantes” para los principales actores políticos: María Corina Machado, quien afirmó “me voy a inscribir”; la alianza opositora agrupada en la Plataforma Unitaria, también para el régimen de Maduro. Tareas pendientes que deben cumplirse en un año aproximadamente, señalan analistas políticos.
“Un año es suficiente, si las cosas se hacen correctamente”, apunta el politólogo John Magadaleno, consultor y especialista en análisis de datos. “Hay que recordar la experiencia de cómo estaba Venezuela en el año 2014, en medio de un clima de desmoralización y desmovilización, después de la represión de las protestas. Sin embargo, en 2015 la oposición ganó las elecciones parlamentarias” abrumadoramente.
Las elecciones presidenciales están previstas para el último trimestre de 2024, aunque tradicionalmente se han realizado en diciembre.
Los agentes del cambio en Venezuela
Después de las primarias, un primer reto que la oposición y Machado deben afrontar es que la gente que salió a votar quiere ser agente de cambio, después de varios años de desmovilización, y deben procurarlo, opinó Magdaleno.
En las últimas encuestas de muestreo de opinión pública en los que se preguntó por el cambio deseado, una mayoría de consultados respondió que depende de los ciudadanos, de los venezolanos. Y en la última encuesta de octubre se registró el mismo hallazgo, señaló.
“Eso comunica que hay un aprendizaje en marcha en la sociedad que finalmente ha permitido que la gente se sienta sujeto del cambio político. Y dado que está ese aprendizaje en marcha, hace falta un vehículo organizativo para que la gente pueda participar en las tareas del cambio”.
Machado, movimiento democratizador
Pero, además, la gente expresó con su voto una demanda de renovación de liderazgo, lo que obligaría a Machado, junto con la oposición, a asumir el desafío de construir el movimiento organizado para alcanzar el cambio de mano de la gente, más allá de los partidos, apuntó el analista político.
“Es imperativo que no solo Machado, sino también la dirección política de la oposición pueda construir una mayoría de cara a las presidenciales, un movimiento democratizador que es lo que hace falta en Venezuela. ¿Qué hacen estos movimientos en el mundo? Presionan para que sean restituidas las garantías que no se pueden ejercer de hecho, para que se puedan ejercer los derechos políticos; por una reducción de represión gubernamental, por liberación de presos políticos, por los derechos ciudadanos”, explicó.
A su juicio, la inhabilitación de Machado puede ser “el pretexto” para impulsar el movimiento. “Si Machado trasciende la frontera de su propia inhabilitación y crea la demanda ciudadana de que sean restituidos sus derechos y los de otros, puede llegar a tener un impacto considerable para acercar el país a una transición”.
Trascender diferencias, tras las primarias
Concretar ese objetivo supone que los líderes de la oposición, incluyendo a Machado, trasciendan los desacuerdos del pasado. “Se requiere un ejercicio de amplitud, madurez y racionalidad política hacia las presidenciales. Los costos de no ponerse de acuerdo son tremendamente elevados”, advirtió.
Una prioridad que destacó también el analista político Félix Seijas. “Una lectura errada del momento puede desvanecer la oportunidad. Ya lo hemos visto (y sufrido)”, dijo en un artículo en el que resaltó la importancia de las primarias.
El cambio ocurrirá solo “remando todos por el mismo objetivo”. Y precisó que la elección de primarias dejó un resultado y reasignó roles. “El primer paso es respetar esto. Ganadora y no ganadores tienen la responsabilidad de potenciar la posibilidad de aumentar la presión sobre el bloque de poder, y para eso la coordinación es fundamental”.
El desafío de la oposición: la sustitución
Frente a esto, el escenario más desafiante de la oposición es superar los obstáculos que Maduro seguirá poniendo en el camino, dijo Magdaleno, y consideró “poco factible” que, “como en todo autoritarismo”, se levante la inhabilitación. “Necesita intentar bloquear la demanda de cambio político”.
“Y aquí viene el cuello de botella más importante para la oposición: producir un mecanismo de sustitución de la candidatura presidencial, de forma tal que la nueva incremente la mayoría que se busca configurar para las presidenciales”. Dejó claro que si se decide así los factores políticos tienen que acompañar al sustituto escogido.
El analista político reconoció que no es sencillo buscar sustituto en caso de que Machado no consiga la habilitación que estaría sugerida en el acuerdo entre Maduro y la oposición. Entonces, se tendría que recurrir al consenso, el instrumento más importante, a través de consultas y estudios de opinión.
¿Y Maduro que haría?
Mientras transcurre el plazo de seis meses del acuerdo electoral, Magdaleno cree que Nicolás Maduro se dedicará a mejorar los ingresos para atender demandas sociales y las mejoras sociales que ha desatendido, en medio de denuncias de corrupción incuantificable.
“Si no logra esos objetivos se estará complicando de cara a las presidenciales, y esto supone que puede echar mano de instrumentos con los cuales podrá intentar bloquear el cambio político. No creo que vaya a facilitar el cambio de régimen”.
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