El proceso judicial de la causa denominada “vialidad”, que investiga la defraudación de fondos mediante la empresa de Lázaro Báez en la obra pública de Santa Cruz, sigue avanzando. Y Cristina Kirchner está cada vez más complicada. Esta mañana, el fiscal Diego Luciani presentó nuevos mensajes que dejan en evidencia que Austral Construcciones literalmente desapareció luego que el kirchnerismo perdiera las elecciones en diciembre de 2015.
La constructora que hizo multimillonario a un exempleado bancario amigo de Néstor Kirchner, de la mano de la adjudicación de la gran mayoría de las obras públicas en la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015, se desvaneció ni bien Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales. Según el fiscal que arrincona a la vicepresidente, esto demuestra que la empresa solamente podía funcionar con el kirchnerismo en el poder.
“Después de ver estos mensajes, sobran las palabras. Austral Construcciones se trató de una estructura creada para el direccionamiento y para extraer fondos ilegales del Estado. No fue un emprendimiento comercial. Nunca fue una inversión para obtener ganancias y soportar pérdidas. Su creación fue un eslabón para obtener fondos del Estado mediante licitaciones”, señaló el fiscal en sus alegatos de este viernes.
“José, atendeme un minuto. Gracias. Es para coordinar con lo que me dijo la señora. Gracias!”. El mensaje de texto fue uno de los que presentó la fiscalía para explicarle a los jueces lo que es en realidad bastante explícito. El que lo envío fue el “empresario” (actualmente condenado y detenido) Lázaro Báez y el exsecretario de Obras Públicas, José López. Sí, el exfuncionario (también detenido y condenado) que fue descubierto mientras trataba de esconder bolsos con millones de dólares en un convento de la provincia de Buenos Aires en medio de la noche en 2016.
¿Qué tenían que hablar con tanto apuro Báez y López? ¿Qué había ordenado “la señora”? Según el fiscal Luciani, lo que debían coordinar con urgencia fue lo que denominó el plan “limpiar todo”.
“El mensaje debería ser, esto es 15 de enero. Limpiar todo. OK”. Este mensaje salió del teléfono de López (que lo puso a disposición de la justicia en su condición de “arrepentido”) y el destinatario fue Julio Mendoza, titular formal de Austral Construcciones. La respuesta del hombre de Báez fue contundente: “El lunes o martes limpiamos a todos. No queda nadie”. La fecha del intercambio es 28 de noviembre de 2015, un mes después de la derrota del kirchnerismo en las elecciones presidenciales que llevaron a Macri a la Casa Rosada.
Y así fue. No quedó nadie. La empresa se hizo humo, luego de la salida de Kirchner de la presidencia de Argentina. Hoy, lo que se evapora son sus posibilidades de salir impune. Aunque su defensa esté abocada a ensuciar la cancha, cuestionando a los fiscales y a los jueces con pueriles argumentos, la condena está a la vuelta de la esquina. Y puede ser este mismo año.
Fuente: Panampost