El año fiscal en Estados Unidos comienza el próximo 1 de octubre. Por ello, los demócratas de la Cámara baja están trabajando en un plan de aumento de impuestos corporativos e individuales que la prensa en el país ha bautizado como «uno de lo más grandes» en la historia de EE. UU. El objetivo es cubrir el paquete de gastos de 3,5 billones de dólares aprobado por el Senado a mediados de agosto, defendido por el presidente Joe Biden.
Había preocupaciones por el aumento de impuestos desde que Joe Biden y Kamala Harris eran candidatos a la Casa Blanca. El exvicepresidente Mike Pence lo advirtió en uno de los debates. Ahora, tras varios meses, las alertas podrían volverse tangibles. Esto incluiría la derogación de varios recortes ejecutados por Donald Trump en 2017, a través de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos.
¿Qué busca financiarse con el plan de gastos de Biden de 3,5 billones? Licencias familiares pagadas con fondos federales, ampliar la educación pública y Medicare, programas climáticos, entre otros temas alineados con las políticas demócratas. El problema es el impacto que el presupuesto puede tener en la inflación, en las corporaciones y en el bolsillo de los contribuyentes.
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara publicó el borrador de la propuesta. La legislación permitiría recaudar hasta 2,9 billones de dólares en 10 años a través de impuestos a los estadounidenses y corporaciones de mayores ingresos. El resto, incluye ahorros logrados como resultado de una mayor aplicación de las leyes fiscales existentes y reformas de políticas adicionales, indicó The Washington Post.
Aumentos y criptomonedas
El plan ha estado en proceso de cambios, en parte por críticas dentro del propio Partido Demócrata. Según el borrador, el Comité quiere elevar la tasa corporativa a 26,5 % para las empresas que reportan más de 5 millones de dólares en ingresos. Actualmente el impuesto es de 21 % debido a la reforma promovida por Trump. Biden había propuesta subirlo a 28 %, pero su partido recortó sus aspiraciones.
Para individuos habrá una tasa impositiva marginal máxima sobre la renta de 39,6 %. Antes se ubicaba en 37 % para hogares que reportan ingresos imponibles superiores a 450.000 dólares y para personas solteras que reportan más de 400.000 dólares. De acuerdo con The New York Times, para aquellas personas ganan más de cinco millones de dólares al año, la propuesta impondría una sobretasa de 3 % para recaudar 127.000 millones de dólares.
La polémico en torno a este tema obedece al hecho de que Biden había prometido no aumentar impuestos a personas que ganen menos de 400.000 dólares anuales. Sin embargo, la propuesta contempla duplicar impuestos sobre el cigarrillo y productos con tabaco. El resultado se traduce en un quiebre de su promesa que se suma al impuesto por milla recorrida a los conductores de EE. UU. trazado en el plan de infraestructura aprobado por separado el 11 de agosto. Tal como revela un artículo de Forbes, «hay un programa piloto para un impuesto sobre el kilometraje de los vehículos» camuflado en las 2700 páginas del documento.
También aumentará de 20 % a 25 % la tasa impositiva máxima para las ganancias de capital (por ejemplo, obtenidas de la venta de un activo como un bote o acciones). Biden había propuesto duplicar esa tasa impositiva. No menos importante serían las nuevas reglas fiscales para las personas que poseen criptomonedas para «tratarlas de la misma manera que otros instrumentos financieros».
Las advertencias
Será una estructura de gastos tan desafiante como la votación en el Congreso. Como es bien sabido, el caucus necesita el apoyo a la propuesta de la totalidad de sus miembros en el Senado, ya que tiene la misma cantidad de escaños que los republicanos, pero desempata las votaciones a su favor con el voto de la vicepresidente Kamala Harris. Sin embargo, el senador por Virginia Occidental, Joe Manchin, un demócrata moderado, adelantó que no contarán con su voto para un paquete de ese tamaño.
Por otro lado, está el efecto de aumentar las tarifas corporativas. Según la organización Americans for Tax Reform, esto conduciría a un aumento inmediato en las facturas de servicios públicos de los consumidores «y haría que Estados Unidos fuera menos competitivo en el escenario mundial». El congresista republicano Mike Kelly cuestionó que los trabajadores serán los verdaderos perjudicados al aumentar los impuestos corporativos.
“Los demócratas quieren tomar la tasa actual de 21% y aumentarla a 26,5 %, más alta que el 25 % de la China comunista y más alta que el promedio del mundo desarrollado de 23,5 %», alertó Americans for Tax Reform, de acuerdo con una nota de Bloomberg.
Fuente: PanamPost