Luego de su aplastante victoria en las elecciones del domingo pasado, con un 55,1% de los votos frente al 28,8 de su rival Carlos Mesa, Luis Arce se prepara para asumir la presidencia de Bolivia el 8 de noviembre.
Prácticamente un año después de la renuncia precipitada de Evo Morales en medio de una revuelta social que denunciaba fraude en las elecciones, el ex ministro de Economía encuentra un país en profunda crisis. ¿
En diálogo conClarín por videoconferencia desde La Paz, afirmó que su prioridad será la industrialización del país para poder retomar la senda del crecimiento que se había logrado durante el gobierno de MAS.
-Usted ganó finalmente con el 55,1%, bastante más de lo que preveía la mayoría de las encuestas, que vaticinaban una posible segunda vuelta.
-Nosotros habíamos calculado que íbamos a superar el 50%. Un 50,3 teníamos en la cabeza. El 55,1% es una cifra que supera nuestras expectativas. Nuevamente el pueblo ha dado una enseñanza de democracia. Hemos recuperado la democracia ante un golpe de Estado. El mensaje a los partidos de derecha que participaron en estas elecciones y del golpe de Estado de noviembre es que el pueblo boliviano no acepta ningún gobierno de derecha que ingrese por la fuerza. El pueblo boliviano apuesta por la democracia. Los bolivianos hemos vuelto a recuperar la patria. Estábamos viviendo en una dictadura, con una violación de los derechos humanos. Y el más afectado fue el derecho a la libre expresión, que en nuestro país estaba absolutamente restringido. Tuvimos que hacer una campaña con muchísimos problemas, muchisimos elementos en contra y logramos el resultado mucho más positivo que nosotros mismos habíamos pronosticado.
-Las elecciones de octubre del año pasado, en las que el MAS se proclamó ganador tras un polémico recuento de votos, terminaron con una crisis y una revuelta en las calles que obligó al gobierno de a Evo Morales a renunciar y salir del país. ¿Hubo fraude?
-Nosotros el año pasado ganamos limpiamente. La derecha, para justificar su derrota, se inventó el tema del fraude, y contribuyó la OEA para ello. Eso está clarísimo. La prueba más clara de que hemos ganado limpiamente son estas elecciones. Los violentos son ellos, la derecha que no acepta su derrota en las urnas. Vino el golpe de Estado, muertes en Bolivia y una dictadura de 11 meses en el país. Nosotros nunca hemos entrado al gobierno de otro modo que por la vía pacífica y democrática. Nosotros no somos los violentos. Usted ahora puede ver que hay gente que se resiste a aceptar los resultados y está diciendo que hay fraude. Son grupos minoritarios, en Santa Cruz y Cochabamba. Son financiados y organizados por los partidos de derecha. Ellos son los violentos, no nosotros. Nosotros vamos a retomar el gobierno por la vía pacífica, legítimamente, democráticamente.
“Nosotros el año pasado ganamos limpiamente. La derecha, para justificar su derrota, se inventó el tema del fraude, y contribuyó la OEA para ello”.
-Este año hubo fuertes protestas del MAS y los movimientos sociales, con bloqueos de rutas, contra la presidenta interina Jeanine Añez… El gobierno denunció que se impidió la llegada de oxígeno y otros insumos que necesitaban los hospitales en plena crisis por el coronavirus.
-Mire, si los movimientos sociales no hubieran hecho esas movilizaciones, hoy no tendríamos las elecciones. El plan de la derecha era no hacer elecciones con el pretexto del coronavirus. Las elecciones estaban previstas ya desde diciembre del año pasado para que se hicieran el 3 de mayo, se postergaron para agosto, luego para septiembre, luego octubre. La derecha, el gobierno de facto de la señora Añez tenía miedo al voto de los bolivianos porque sabía que iban a perder. La historia va a absolver a ese movimiento de la Central Obrera y las organizaciones sociales. Y sobre lo del oxígeno, circularon videos por las redes sociales y por los medios, que estaban en línea con el gobierno de facto, que decían eso. Pero no se mostraba que en realidad los manifestantes dejaban pasar las ambulancias, los camiones con oxígeno. Fue un show mediático, tratando de proscribir al MAS para que no participáramos en las elecciones.
-Usted asumirá el gobierno dentro de dos semanas y se encuentra con una Bolivia absolutamente diferente a la que dejó el gobierno del MAS hace un año, con una crisis social y económica profunda agudizada por la pandemia… ¿Cómo lo afrontará?
-Hay dos elementos que hay que entender bien. La economía de Bolivia estaba ya en crisis desde noviembre y se profundiza hasta marzo. Y le hablo de una economía sin coronavirus. La economía cayó, hoy estamos muy lejos de lo que estábamos creciendo, éramos la primera economía de la región en tasas de crecimiento y reducción de la pobreza. Ahora tenemos una recesión del 11%, un desempleo del 12% que en algunos sectores como la construcción llega hasta el 30%. La situación económica y social en el país es muy delicada. Pero la decisión del pueblo boliviano de apostar por el Movimiento al Socialismo está dándonos una mayoría sobre la cual podríamos conversar con aquellos sectores que se resisten a esta victoria del pueblo boliviano, para lograr tender puentes y tomar medidas para reactivar la economía y también para pacificar al país.
-¿Qué planea hacer concretamente?
-Tenemos un plan. En primer lugar tres elementos de corto plazo: la industrialización con sustitución de importaciones; la seguridad con soberanía alimentaria y el incentivo al turismo interno. Y tenemos los elementos de mediano y largo plazo: la producción de diesel ecológico renovable, para sustituir la importación de diesel que se hace ahora; la industrialización del litio boliviano, el proyecto de la planta del Mutún, con el que Bolivia ingresa a la siderurgia. Vamos a empezar a exportar energía eléctrica a los países vecinos. Argentina es uno de los principales mercados al que estábamos empezando a hacerlo, y hay que profundizar. Está en la mente Brasil, Perú. También apostamos a la industrialización del gas. Y tenemos también la reactivación de la inversión pública. Son varios elementos para que Bolivia, en un plazo de entre un año y medio y dos años y medio pueda retomar los índices de crecimiento que estábamos teniendo antes de octubre del año pasado, de más del 4% en promedio.
“Vamos a exportar energía eléctrica a los países vecinos. Argentina es uno de los principales mercados al que estábamos empezando a hacerlo”.
-¿Y buscarán para estos planes asociarse con empresas extranjeras, capitales privados? El gobierno de Evo Morales había alcanzado acuerdos beneficiosos con las petroleras extranjeras tras la nacionalización de los hidrocarburos, en 2006.
-Todo el proceso de industrialización de nuestros recursos naturales puede requerir la participación de socios estratégicos internacionales. Es el caso del litio, de la acería del Mutún. Pero la mayor parte del negocio le corresponde a Bolivia. Según nuestra ley, el 50% más uno del negocio debe ser para el Estado boliviano. En esa línea, cualquier empresa extranjera que quiera venir a Bolivia a producir, industrializar nuestros recursos naturales es bienvenida. Pero tiene que adaptarse a la ley, como hacen las petroleras que actúan en el país desde la nacionalización de 2006.
-¿Cómo será la relación de su gobierno con la Argentina?
-Bolivia va a abrirse nuevamente, porque este gobierno de facto se cerró, por una razón netamente ideológica. Por ejemplo no permitió la comercialización de medicina rusa, cubana e inclusive china. Cortó relaciones con todos estos países. Nosotros nos vamos a abrir a todas las naciones, como ha sido tradición del Movimiento al Socialismo. Tenemos una muy buena relación con el presidente (Alberto) Fernández de Argentina. Lo visité cuando estuve en la Argentina, siendo apenas candidato. Tenemos muchas cosas en común con él.
-¿Y con los demás países de la región, especialmente Brasil y Chile, donde los gobiernos de Sebastián Piñera y de Jair Bolsonaro no tienen una buena sintonía con el MAS.
-No tenemos ningún problema en establecer relaciones con Brasil, con Chile. He recibido un llamado del presidente Piñera. Y Brasil es un país muy importante para Bolivia en cuanto a comercio, a mercado. Vamos a mantener una buena relación con Brasil. Creo que los negocios y la aspiración de nuestros pueblos están más allá de un contenido ideológico.
“Vamos a mantener una buena relación con Brasil. Creo que los negocios y la aspiración de nuestros pueblos están más allá de un contenido ideológico”.
-¿Evo Morales vuelve a Bolivia cuando usted asuma? ¿Tendrá algún rol en su gobierno?
-Eso hay que preguntarle a él. Yo no puedo decidir si Evo Morales viene o no viene Evo. Pero lo cierto es que el compañero Evo ya tiene un rol, no solamente haber sido nuestro lider histórico, de haber conducido la primera etapa del proceso de cambio que hemos vivido en Bolivia sino que es el presidente del partido, elegido por un congreso.
-¿Cómo van a afrontar Evo, usted, y otros miembros del MAS las causas judiciales que tienen contra, por supuesta corrupción y hasta por terrorismo?
-Bueno, nos han abierto causas a todos, en esa judicialización de la política que hizo este gobierno de derecha para tratar de anular nuestra candidatura, bajarnos votos. Tendrán que ventilarse los casos en la Justicia, vamos a tener que presentarnos a las instancias judiciales y demostrar nuestra inocencia, en forma conjunta o individual.
-Su gobierno deberá además, deberá enfrentar una enorme polarización en la sociedad y la política boliviana… Un fuerte sentimiento “anti MAS». en una porción importante de la sociedad, especialmente en Santa Cruz, que ha tenido un fuerte pulso contra el gobierno de Evo Morales…
-El país no está pacificado, hay sectores que no aceptan el triunfo del MAS en las urnas y están saliendo a decir que hay fraude. Son los sectores reaccionarios, fascistas que tenemos en el país, y tenemos que convivir con ellos. Como dije, son una minoría de Santa Cruz, grupos absolutamente marginales que están en contra, pero son incoherentes, no son democráticos y han engañado muchas veces al pueblo cruceño. La mayoria en el país quiere paz, seguridad , quiere trabajar. Pero tenemos una indudable mayoría en el Congreso, y el MAS no tiene necesidad de negociar con ningún partido político.
-¿Ya tiene armado su gabinete? ¿Puede dar algún nombre?
-No, para nada. Por ahora estamos tratando de organizarnos en varios temas, con reuniones con distintos sectores. Luego vamos a armar el gabinete.
Fuente: El Clarín