BRASILIA. – El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció este lunes 11 de noviembre sobre la crisis política en Venezuela, agravada tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en la que su país ha fungido como mediador.
“He aprendido que hay que ser muy cuidadoso cuando se trata de otros países y presidentes. Maduro es un problema de Venezuela, no un problema de Brasil”, dijo Lula en una entrevista para RedeTV.
“Tampoco puedo estar discutiendo ahora con Nicaragua, ahora con Venezuela, o con cualquier otro”.
Asimismo, Lula señaló cuál es su deseo: «Yo quiero que Venezuela viva bien, que ellos cuiden de su pueblo con dignidad. Yo me preocupo de Brasil, Maduro que se preocupe de él, el pueblo venezolano que se preocupe de Maduro».
Tras las elecciones presidenciales de Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) atribuyó el triunfo a Nicolás Maduro, todavía no se han publicado los resultados electorales desagregados que permitan una verificación imparcial, como han exigido varios países, entre ellos Brasil y Colombia que esperaban poder dialogar con Maduro sobre el tema. Sin embargo, el dictador chavista ha dado largas a estas gestiones.
Disputa con los BRICS
La situación entre Brasil y Venezuela se tensó luego de que Venezuela no logró ingresar a la asociación de «economías emergentes» del mundo denominada los BRICS.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, fustigó a Brasil en una declaración del 4 de noviembre. «El único país que se opuso a la entrada de Venezuela a los BRICS, es ahora el caballo de Troya dirigido desde Washington, para intentar atomizar a este nuevo mundo que se está configurando», indicó.
Previo a eso, tras los insultos de varios funcionarios del régimen, la Cancillería del régimen de Maduro instó a la Cancillería de Brasil (Itamaraty) a desistir de «inmiscuirse en temas que solo competen a los venezolanos». Este exhorto se hizo el 2 de noviembre, después de que emitieran un comunicado en el que aseguraron que el interés del gobierno brasileño en el proceso electoral venezolano obedece a su rol como testigo en los Acuerdos de Barbados.