“Ya están los resultados, solo faltan las elecciones”, es una de tantas frases que durante años se le atribuyó en memes no muy alejados de la realidad a Tibisay Lucena, exrectora del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), quien falleció este miércoles siendo ministra de Educación Universitaria. Esas críticas de los votantes eran solo una muestra de la dudosa imparcialidad que ha tenido el órgano bajo el control del chavismo. Ahora sin Lucena, el dictador Nicolás Maduro se encarga de evidenciar —una vez más— la falta de independencia del Poder Electoral.
Y es que durante un acto proselitista el heredero del chavismo sugirió un posible cambio de fecha de los próximas comicios que corresponden celebrarse en 2024. “Pretenden lavarse la cara, disfrazarse de demócratas para presentarse en las elecciones presidenciales próximas, que no sabemos si van a ser este año o el próximo, guárdenme ese secreto ahí, borren esto de la grabación”, dijo el dictador haciendo referencia a la oposición venezolana. Así pretende activar de nuevo una vieja maniobra electoral.
No sería la primera vez que el oficialismo adelanta elecciones. Lo hizo en 2018 cuando pasó de diciembre a mayo las presidenciales. La Asamblea Nacional al servicio del régimen aprobó el decreto con la orden y eso le permitió a Maduro anticiparse al empeoramiento de una ya alarmante crisis económica, así como sorprender a una oposición desarticulada. El escrutinio internacional llegó de inmediato, pero el objetivo lo logró, quedando reelecto en unos muy cuestionados comicios no reconocidos por la oposición ni por gran parte de la comunidad internacional.
Desarmar primarias opositoras
Las palabras de Maduro que apuntan a un eventual adelanto de las venideras elecciones no es unan novedad. En octubre pasado dijo lo siguiente: “Estamos en el año 2022 (…) vienen los años 2023 y 2024. ¿Cuándo es que hay elecciones (presidenciales)? Héctor Rodríguez (gobernador de Miranda), ¿Cuándo hay elecciones? 2024, ¡O antes! Lo cierto es que nosotros estamos preparados para que cuando haya elecciones ir a una gran victoria popular, revolucionaria. Cuando sea, dónde sea y cómo sea. Si tú quieres, yo también quiero, si tú no quieres, yo quiero”.
En pocas palabras, el chavismo ha logrado configurar el escenario electoral con ayuda de este tipo de maniobras, las cuales forman parte de un grupo más grande de artimañitas denunciadas por otros gobiernos y organismos, como cuando en el año 2020, el Grupo de Contacto Internacional —conformado por ministros de Asuntos Exteriores de varios países— aseveró que no había condiciones para las elecciones parlamentarias por los crímenes de lesa humanidad cometidos por Maduro y sus ministros del Interior y de Defensa, señalados previamente por la Organización de Naciones Unidas.
Volviendo al tema del próximo proceso electoral, muy probablemente el régimen venezolano busca complicar el calendario de la oposición, que tiene agendadas sus primarias para el próximo 22 de octubre. Si se concreta un adelanto de las elecciones pueden pasar dos cosas: que las votaciones de la interna opositora también se apresuren para cumplir con los nuevos tiempos, o que no haya oportunidad para que se realicen, lo cual dividiría aún más a los sectores que dicen adversar al chavismo y se presentan como alternativa para sacarlo del poder.