Nicolás Maduro posee un nefasto record: es el primer y único presidente latinoamericano con una investigación en curso en la Corte Penal Internacional de La Haya. Los cargos por los cuales es objeto de un proceso judicial es por haber cometido crímenes contra la humanidad. El jefe de la dictadura cívico-militar de Venezuela, sin embargo, desembarcará en Buenos Aires invitado por el gobierno de Alberto Fernández para participar de la CELAC, donde compartirá platea con otro déspota regional: Miguel Díaz-Canel, de Cuba.
Es la primera vez en cinco años que el dictador venezolano visita un país sudamericano. En este lustro temió ser apresado por las múltiples causas por violación a los derechos humanos que pesan sobre él. Sólo viajó a países cuyos regímenes chocan con las libertades más fundamentales: Rusia, Irán, Turquía, China, Nicaragua, Azerbaiyán, Argelia y Egipto. También visitó México, donde Andrés Manuel López Obrador le garantizó una estadía alejada de la justicia. En Argentina, se le ofrecen las mismas libertades.
Pero además de las causas por crímenes contra la humanidad, a Maduro lo reclama la justicia norteamericana por formar parte del Cartel de los Soles, uno de las organizaciones narcos más importantes de Venezuela y América Latina. Por su cabeza, la DEA ofrece una recompensa de 15 millones de dólares.
En su más reciente informe, de septiembre último, las Naciones Unidas denunciaron que en Venezuela se instaló una maquinaria represiva que secuestra, desaparece, tortura y ejecuta a quien se oponga al régimen. Entre los tormentos que ejecuta el régimen de Maduro figuran, de acuerdo a la ONU, las siguientes:
Violencia física
• Fuertes golpes con bates y objetos punzantes;
• Descargas eléctricas en partes sensibles del cuerpo;
• Asfixia con sustancias tóxicas, agua y bolsas de plástico;
• Cortes y mutilaciones, incluso en la planta de los pies y debajo de las uñas;
• Esposas excesivamente apretadas;
• Posiciones de tensión denominadas la “crucifixión” (brazos extendidos y esposados a tubos o rejillas) y “el pulpo” (un cinturón metálico con cadenas atadas para inmovilizar la muñeca y los tobillos);
• Uso de un aparato llamado “señorita”, para levantar y deformar cuerpos y bajarlos a tanques de agua.
Violencia sexual y de género
• Violación con objetos como palos;
• Amenazas de violación;
• Desnudez forzada, incluso durante actos de tortura;
• Golpes dirigidos a los genitales;
• Descargas eléctricas en los genitales;
Condiciones de detención
• Privación de alimentos y agua;
• Comer del suelo;
• Iluminación constante u oscuridad constante;
• Calor o frío extremos;
• Falta de acceso a los aseos;
• Denegación de tratamiento médico;
• Alimentación forzada de heces y vómitos.• Estar encadenado durante largos períodos de tiempo.
Violencia psicológica
• Amenazas de muerte y de violación hacia la víctima y a sus familiares;
• Simulación o tortura real de otras personas detenidas;
• Períodos prolongados de aislamiento y confinamiento solitario;
• Administración de drogas supuestamente para obtener confesiones;
• Amenazas con animales vivos, incluso con perros.
Reuniones en Buenos Aires
El presidente brasileño, Lula da Silva se reunirá este lunes con el dictador venezolano Maduro, según informó la oficina de prensa del mandatario brasileño, mientras ambos asisten a una cumbre de países latinoamericanos y caribeños en Buenos Aires.
El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Mauro Vieira, había dicho con anterioridad que Lula le pidió restablecer las relaciones con Venezuela. Las relaciones diplomáticas entre los países se rompieron en 2020 por el expresidente Jair Bolsonaro.
Maduro todavía permanecía en Venezuela en las primeras horas de eset lunes y en su cuenta de Twitter se refirió a las movilizaciones que se realizarán hoy en su país, en defensa de su gobierno. “Hoy #23Ene el pueblo se moviliza en las calles para exigir que levanten las sanciones criminales impuestas contra Venezuela. Basta de bloqueos, de persecución económica y financiera que ha provocado un impacto brutal en el pueblo. ¡Vamos Unidos!”, posteó a media mañana.
La llegada del presidente venezolano, cuestionado por su política respecto de los derechos humanos y las persecuciones hacia sectores de la oposición, se produciría a media tarde de este lunes.