Opositores de Venezuela criticaron este lunes que el presidente Nicolás Maduro esté «derrochando» recursos en el Foro Parlamentario Mundial Antifascista, que comenzó este lunes y concluirá el martes, evento en el que participan más de 300 legisladores procedentes de 70 países, según el gobierno.
El dos veces candidato presidencial Henrique Capriles cuestionó que pensionados, jubilados y trabajadores públicos «suman casi tres años sin recibir ajustes salariales que solucionen la profunda crisis económica que padecen», mientras -fustigó- Maduro está «derrochando recursos económicos en otro acto propagandista».
«¿Cuánto le está costando esto a los venezolanos?», preguntó Capriles en X, y afirmó que «trabajadores, jubilados y pensionados siguen pasando hambre».
En la misma red social, el exgobernador del estado Táchira (oeste, fronterizo con Colombia) César Pérez Vivas señaló que el foro es «otro parapeto» para «seguir derrochando y malgastando el dinero de Venezuela».
«¿Quién paga los boletos aéreos, hoteles, alimentación y demás gastos de esos personajes, aliados de la camarilla roja? Aquí los únicos fascistas están en el ejercicio de un poder usurpado», sostuvo.
Foro Antifascista
La Asamblea Nacional (AN) -controlada por el chavismo- organizó este foro como parte de una «ofensiva» contra acciones de la «ultraderecha», tras el reconocimiento de parlamentos al opositor Edmundo González Urrutia como ganador de las presidenciales en el país caribeño, en las que Maduro fue proclamado mandatario reelecto por el ente comicial.
Este lunes, en la apertura del foro, el presidente de la AN, el chavista Jorge Rodríguez, describió al fascismo como «una de las peores plagas que hoy asola a la humanidad entera» y como «la estrategia» a la que «recurren aquellos que se consideran dueños del mundo».
El chavismo organiza esta actividad cuando Venezuela atraviesa una crisis política tras las presidenciales, cuyo resultado oficial es cuestionado por buena parte de la comunidad internacional y señalado de fradulento por la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), a la que el oficialismo tilda de «fascista».