Es el mismo libreto de siempre, solo que ahora el chavismo lo usa cuando faltan solo meses para las próximas elecciones presidenciales, las cuales –aunque aún no tienen fecha– deberían celebrarse en el segundo semestre del año, según lo acordado en Barbados. Se trata de un anuncio que hizo el fiscal general al servicio del régimen, Tarek William Saab, sobre la detención de 31 personas, desde mayo de 2023, por supuestamente planificar conspiraciones para asesinar al dictador Nicolás Maduro.
Saab asegura que se trata de una “conspiración continuada” que también tenía como objetivo atentar contra la vida del gobernador chavista del estado Táchira, Freddy Bernal. Pero el anuncio que hace la dictadura confirma cómo desde Miraflores se hace uso de la vieja maniobra de la puerta giratoria, que consiste en liberar algunos presos políticos y encarcelar a otros. Además de las recientes detenciones, también emitieron órdenes de captura contra la defensora de derechos humanos Tamara Suju, la periodista Sebastiana Barráez, los militares retirados Mario Iván Carratú Molina y José Antonio Colina, entre otros.
Tener presos políticos como fichas de cambio es una estrategia que le es útil al chavismo cuando se trata de ejercer presión en el escenario internacional. Las negociaciones que hizo con Estados Unidos para la liberación de Álex Saab, señalado como testaferro de Maduro, fueron evidencia de ello. En ese momento el gobierno demócrata de Joe Biden también demostró su enorme debilidad en el terreno diplomático al ceder ante la dictadura venezolana. Ahora, en Caracas anuncian la detención de más de una treintena de personas enmarcada en la “Operación Brazalete blanco” y que supuestamente incluye cuatro conspiraciones identificadas el año pasado y otra el 1 de enero de este año.
Para la periodista Sebastiana Barráez se trata de “otra operación” fabricada por cuerpos de inteligencia. “La excusa perfecta para perseguir, crear miedo, amenazar, encarcelar, asesinar”, aseguró en un video difundido en X.
Violación de los acuerdos de Barbados
Tampoco es la primera vez que el régimen venezolano apela a un magnicidio para luego activar la persecución contra opositores. En el año 2018 responsabilizó a los entonces diputados Julio Borges y Juan Requesens de haber “planificado” un atentado con drones contra el dictador venezolano mientras este dirigía un acto militar en Caracas. De los 43 acusados, 16 fueron condenados a penas entre cinco y 30 años de cárcel. Los testimonios de las víctimas coinciden: han sufrido torturas y sus juicios presentaron numerosas irregularidades.
Adicionalmente, con las nuevas detenciones y pedidos de captura, Maduro y su gabinete se apuntan otra violación al acuerdo firmado en Barbados y donde se estableció, entre varias condiciones, la liberación de presos políticos.
Washington condicionó el alivio de sanciones no solo a este requisito, sino al levantamiento de las inhabilitaciones inconstitucionales y la celebración de elecciones libres. Sin embargo, mientras la Administración Biden continúa cediendo, el régimen chavista se burla y se encarga de conseguir nuevas fichas de canje que le aseguren más “negociaciones” en su objetivo de permanecer en el poder.
Amenaza del chavismo contra acto de María Corina
Esta nueva ola de persecución con fines electorales se confirmó el mismo día que se anunciaron las “cinco conspiraciones”. Y es que el régimen también convocó a una movilización de sus filas en la misma zona donde la candidata antichavista a la presidencia, María Corina Machado, hará una concentración para lanzar la Gran Alianza Nacional, una coalición de organizaciones que respaldan su postulación.
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, vociferó su amenaza durante una rueda de prensa: “Nos van a encontrar en la calle (…) una gran movilización para que no haya más traiciones al pueblo”. Ambos actos serán este 23 de enero y estarán a menos de un kilómetro de distancia.
En conclusión, el régimen chavista continúa tensando la cuerda y recurriendo a viejas maniobras cuando falta poco tiempo para las elecciones presidenciales, cuyas proyecciones dan por ganadora a María Corina Machado con casi 40 puntos sobre el dictador Nicolás Maduro si se lograran celebrar elecciones libres, pues el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al servicio de la dictadura aún no responde al pedido de revisión y levantamiento de la inconstitucional inhabilitación de Machado.