Ecuador se encuentra en una compleja relación con China: al tiempo que le pide un nuevo crédito, debido a la grave situación económica en la que se halla, Ecuador tiene que parar el empuje de los barcos pesqueros chinos, que presionan por entrar en aguas explotadas por el país sudamericano. Desde el mes de junio, la Armada ecuatoriana ha avistado 325 buques cerca de la zona económica exclusiva de las islas Galápagos, de los cuales 274 procedían de China; dos de esos buques con bandera china penetraron en aguas tuteladas por Ecuador.
A las protestas del Gobierno de Lenín Moreno ante las autoridades de la potencia asiática ha seguido la advertencia a Pekín hecha por el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, quien la semana pasada calificó de «profundamente inquietante» la actividad china en la zona. Washington lleva tiempo alertando sobre una creciente presencia china en el continente americano, no solo meramente comercial, sino también gestionando terminales portuarias, trazando carreteras o llevando a cabo actividades extractivas.
Las islas Galápagos, en el Pacífico, a mil kilómetros de distancia de Ecuador, tienen una ubicación estratégica. Jugaron un importante papel en la Segunda Guerra Mundial, durante la cual el archipiélago fue utilizado por Estados Unidos para defender el acceso al Canal de Panamá frente a un posible ataque de Japón. Además, las islas cuentan con un gran valor ecológico, que puede verse en peligro con prácticas de pesca ilegal y una exposición excesiva a las rutas de navegación.
Comportamiento sospechoso
Aunque la táctica seguida por Pekín para ganar espacio en el Mar de China Meridional ha sido utilizar su flota pesquera como «fuerza de choque» –por ejemplo, intimidando a la guardia costera de Filipinas en áreas administradas por este país–, en el caso de las Galápagos no existe ningún objetivo de soberanía. No obstante, la presión de las embarcaciones chinas obliga a Quito a reaccionar con fortaleza, cuando por otra parte se encuentra en una situación endeble al ser solicitante de un nuevo crédito chino.
En sus declaraciones contra la potencia asiática, Pompeo criticó que los barcos chinos apaguen los dispositivos de ubicación satelital y cambien los nombres de sus embarcaciones, evidenciando con ello que están realizando una actividad presumiblemente ilegal.
A esas irregularidades se había referido días antes el ministro de Defensa ecuatoriano, Oswaldo Jarrín, que indicó que al menos 149 embarcaciones habían apagado sus sistemas de localización por satélite, en desplazamientos que habían llegado hasta nueve millas náuticas de la zona económica exclusiva del archipiélago. Al seguir en aguas internacionales y no penetrar en la zona, la Armada ecuatoriana no pudo hacer inspecciones. Solo en dos casos estas se pudieron llevar a cabo, cuando dos buques entraron «haciendo uso del paso inocente». Según el comandante de la Armada, Edwin Pinto, «se hizo el registro de esos buques determinándose que tenían un problema de máquinas y que lo que estaban haciendo era un tránsito inocente a una velocidad reducida». Lo curioso es que ninguno de ellos era un barco pesquero.
Ecuador quiere hacer inspecciones
La presencia de pesqueros extranjeros cerca de la zona económica exclusiva de las Galápagos no es nueva, pero este año ha habido un incremento. En 2018 hubo un descenso a los 190 barcos; en 2019 subió a 245 y en 2020 se ha situado en 325. Se trata de cifras de la época alta de pesca, centrada en el caso de las embarcaciones chinas, que son la mayoría, en la captura del calamar gigante. La poca transparencia con la que operan, sin embargo, ha llevado a grupos ecologistas ecuatorianos a denunciar posible pesca de especies protegidas, como delfines y tiburones.
El Gobierno de Ecuador ha pedido a Pekín negociar un acuerdo que permita a agentes ecuatorianos el abordaje de buques chinos para su inspección, incluso fuera de la zona económica exclusiva de las Galápagos, en aguas internacionales, y así poder determinar la actividad que están realizando. China acepta respetar la veda a partir de septiembre, que es cuando diversas especies marinas emigran, pero Ecuador plantea una moratoria que se aplique desde el mes de junio.
Fuente: ABC