De acuerdo con Machado, lo que este régimen pretende es utilizar el sufrimiento de los venezolanos como “un arma de control social y de negociación”, a la par de una operación que busca vender una falsa normalización que justifique el desmontaje de las sanciones y otros mecanismos de presión.
Por eso –dijo- recurre a nuevas farsas electorales y de negociación. “No hay nada que legitime más a la tiranía, que dé una imagen de normalización y apaciguamiento, que una farsa electoral, pero te pregunto: ¿estas son elecciones o son asignaciones? Quienes están negociando con la tiranía supuestas condiciones mínimas lo que están es buscando asignaciones mínimas para ellos”, fueron sus palabras.
Además, alertó que Maduro y los suyos necesitan esconder la crisis humanitaria y desmoralizar a los venezolanos para que acepten que lo único que les queda es la jaula en la que convirtieron a Venezuela, al tiempo que pretenden mostrar una supuesta apertura económica. “No es más que una transacción entre mafias, rematar lo que queda de Venezuela y sus empresas a precios de gallina flaca a los que entren en esta dinámica de extorsión y corrupción”, sumó.
En este sentido, María Corina hizo un llamado a los venezolanos: “Yo te convoco a avanzar por la ruta dura y la correcta, a luchar, a no caer en trampas, a no resignarte a jaulas más grandes y cómodas”.
La lógica del secuestro
Por otro lado, María Corina Machado se refirió a las farsas de diálogo y de negociación que promueve el régimen de Maduro y afirmó que en el fondo no están dispuestos a ceder nada que implique poder. En este sentido, pidió comprender la situación venezolana bajo la lógica de un secuestro.
“Un secuestrador sólo negocia cuando se siente rodeado, cuando sabe que no tiene escapatoria. Sin fuerza coercitiva, sin amenaza real, jamás va a soltar a los rehenes, y muchísimo menos si quienes negocian son también rehenes”, aseveró en el video.
La dirigente insistió en que Venezuela está secuestrada y a los secuestradores “hay que rodearlos” con la construcción de un cerco que requiere la fuerza de nuestros aliados democráticos: “Puede lograrse con la consolidación de la coalición de las democracias fuertes de América y de Europa, y junto con nosotros construir esa fuerza coercitiva”.
Asimismo, indicó que un secuestrador sólo negocia cuando su situación empeora cada día y consideró las sanciones, así como las objeciones a su financiamiento y su tranquilidad, como instrumentos efectivos de presión. Sin embargo, recordó que el rehén debe permanecer con vida, por lo que valoró la importancia de la defensa de los derechos humanos, así como las iniciativas de ayuda humanitaria.
Finalmente, mencionó la necesidad de ofrecer incentivos al criminal para que suelte a las víctimas y se avance en una solución real. “Aquel que actúe y colabore de manera decisiva en la solución final, es el único que puede aspirar a una concesión. Eso sí: a cambio de una acción contundente y definitiva”, explicó.
Entre estas acciones contundentes nombró la liberación incondicional de todos los presos y perseguidos políticos, civiles y militares; la distribución de la ayuda humanitaria sin control ni condicionamiento alguno por parte del régimen, y la expulsión inmediata de todos los agentes cubanos que controlan el sistema de tortura y represión.
Fuente: Diario las Américas