A menos de dos meses de las elecciones de octubre, en Juntos por el Cambio no saben qué hacer con Javier Milei. El candidato libertario sigue primero en las encuestas y consolida el resultado de las primarias de agosto, mientras que la coalición de Patricia Bullrich está desorientada. En las últimas horas, se confirmó el desembarco de Carlos Melconian para liderar el equipo económico, dejando sin efecto la foto de la semana pasada con el que iba a ser su equipo en la materia. Pero, más allá de los movimientos improvisados de este espacio político para tratar de entrar al balotaje, también suceden cosas que bordean el bochorno, incluso por parte de los más “altos” (simbólicamente) referentes de la coalición.
Martín Tetaz, economista radical que permanentemente cuestiona a Javier Milei en sus redes sociales, reeditó una de las clásicas secuencias del actual candidato de La Libertad Avanza. La destrucción de la “maquinita” impresora de billetes. En una entrevista en La Nación +, el economista de la Unión Cívica Radical quiso ilustrar la solución al problema de la inflación destruyendo, literalmente, el aparato multiplicador de los pesos emitidos por el Banco Central.
La versión original tuvo lugar en el Canal de la Ciudad el 22 de octubre de 2018, justamente, en el cumpleaños de Milei. La producción del programa, en lugar de la tradicional piñata, reeditó un Banco Central de la República Argentina, para que el libertario lo rompiera con los ojos tapados.
Por esos días, aunque no era competencia política-electoral, los referentes de Juntos por el Cambio cuestionaron la escena. Dijeron que dejaba en evidencia el comportamiento de un hombre violento y desequilibrado. Lógicamente, no emitieron una palabra sobre la cuestión de fondo: la necesidad de eliminar el monopolio monetario, uno de los máximos responsables de la inflación y el empobrecimiento.
Más allá de la actitud efusiva de ambos economistas, tanto en la versión original como en la copia que tiene lugar varios años después, lo importante es la propuesta detrás de la acción ilustrativa. Un candidato propone, de una vez por todas, eliminar la herramienta con la que los políticos han conseguido la financiación más espuria durante el último ciclo. El otro, fiel a su tradición radical, propone otro “emparche” reversible. Una reforma monetaria que puede llegar a funcionar durante un período limitado, pero que eventualmente será dejada sin efecto por algún populismo eventual que tenga lugar en el futuro.