Nicaragüenses y venezolanos. Estos ciudadanos que padecen la miseria y la falta de libertades en dos de los regímenes más autoritarios de la región fueron los que registraron en el último año el mayor aumento de migrantes intentando pasar ilegalmente la frontera de Estados Unidos, según las cifras dadas a conocer por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), que muestran un incremento superior a 1000 % con respecto al año fiscal 2020.
Estos dos países superaron el número de migrantes provenientes de Haití, el país más pobre del continente. Alrededor de 60 % de su población vive por debajo del umbral de la pobreza y los índices de desempleo alcanzan 70 %, según el Banco Mundial. Aún con terremotos, el asesinato del presidente y estos indicadores, la pequeña nación insular quedó en tercer lugar.
Son cifras alarmantes pero previsibles. Nicaragua es uno de los países menos desarrollados de América Latina. El Banco Mundial apunta que el inicio de la crisis sociopolítica en abril de 2018 y la pandemia del COVID-19 en 2020 dieron como resultado «una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) real de 8,8 % acumulativo entre 2017 y 2020». Daniel Ortega tampoco está muy interesado solventar la crisis. Por el contrario, su foco está puesto en ganar las próximas elecciones a costa de mantener encarcelados a todos sus rivales políticos para luego iniciar un diálogo falso con interlocutores complacientes .
Si hablamos de Venezuela el panorama se torna aún más oscuro. Mientras el dictador Nicolás Maduro habla «de recuperación y crecimiento sostenido» la pobreza total alcanza el 94,5 %. El porcentaje más alto desde el año 1975. Esta y muchas más razones han provocado un éxodo masivo que hoy roza las seis millones de personas repartidas por todo el mundo.
Familias y menores no acompañados
Las cifras de la CBP muestran que en el año fiscal 2020 (de octubre a septiembre) 4520 venezolanos cruzaron ilegalmente la frontera estadounidense. Un año después, el número se incrementó a 50499. En porcentajes, hablamos de 1016 % más de ciudadanos venezolanos que buscaban en EE. UU. una alternativa para vivir ingresando de manera irregular. Por su parte, Nicaragua pasó de 3164 a 50722 personas que cruzaron ilegalmente la frontera. El aumento en el caso del país centroamericano fue de 1503 %.
Este resultado obedecen a un cúmulo de factores, incluyendo las esperanzas sembradas en los migrantes por el presidente Joe Biden y la vicepresidente Kamala Harris cuando aún eran candidatos, impulsando en cierto modo la inmigración ilegal hasta alcanzar la cifra récord de 1,7 millones de migrantes que cruzaron ilegalmente la frontera en todo el año fiscal 2021.
A mediados de mayo alrededor de 45 migrantes venezolanos cruzaron la frontera de forma irregular para ingresar a EE. UU. Días después, casi 100 venezolanos fueron detenidos en solo una hora. Adriana González, de 37 años, y de profesión farmacéutica, contó a ABC cómo junto su esposo y dos hijos pagaron para cruzar a Colombia. Luego, desde la ciudad de Medellín volaron a Panamá, y de Panamá a Ciudad de México, para finalmente llegar caminando a la línea fronteriza de Estados Unidos.
Como su historia hay muchas. Sin embargo, no todos logran cruzar con su grupo familiar. Cifras detalladas de la CBP indican que del total de venezolanos que ingresaron ilegalmente a territorio estadounidense, 320 eran menores de edad no acompañados. Por su parte, 1927 menores nicaragüenses llegaron hasta la frontera.
México, el país latinoamericano más cercano a Estados Unidos, fue el que registró un menor incremento en la comparación de ambos periodos. De 309.230 migrantes que pasaron la frontera en 2020 la cifra subió a 674.739, lo que representa un incremento de 118 %. Para todas las demás nacionalidades la variación fue superior.
Los migrantes irregulares reinciden
El Gobierno de Biden ha buscado destacar que no todos los migrantes que cruzan la frontera se quedan en el país. La Patrulla Fronteriza informó que 102.673 encuentros, más del 53 % del total, fueron procesados para expulsión bajo el Título 42. Otros 89238 encuentros fueron procesados bajo el Título 8.
Sin embargo, hay tasas de reincidencia a las que la Administración demócrata también se debe enfrentar. De los 192.001 encuentros a lo largo de la frontera suroeste en septiembre de este año, el 26 % involucró a personas que tuvieron al menos un encuentro previo con las autoridades migratorias en los 12 meses anteriores.
Los regímenes autoritarios de izquierda que arrebatan derechos fundamentales a sus ciudadanos, sumado al discurso progresista del Gobierno demócrata que se instaló el pasado 20 de enero en la Casa Blanca han impulsado movimientos migratorios históricos. Una mancha imposible de borrar tanto para las dictaduras, como para la Administración Biden.
Fuete: Diario las Américas