Los ciudadanos, por otra parte, están ampliamente de acuerdo con algunas posibles acciones de la Administración para hacer frente a la situación en la frontera, ya que una gran mayoría asegura que es muy o bastante importante aumentar el personal disponible tanto para patrullar y vigilar la frontera como para procesar rápidamente a los menores no acompañados, se desprende del informe.
Aproximadamente la mitad de los estadounidenses, el 47 por ciento dice que es muy importante reducir el número de personas que llegan a Estados Unidos en busca de asilo y otro 32 por ciento dice que es algo importante.
Diferencias partidistas
Los resultados también ponen de manifiesto diferencias partidistas en cada una de estas tres prioridades, no obstante, la mayoría de los republicanos y de los independientes de tendencia republicana, así como de los demócratas y de los de tendencia demócrata, coinciden en que es muy o algo importante reducir el número de solicitantes de asilo y aumentar el personal para las patrullas fronterizas y el procesamiento de los menores no acompañados.
Sin embargo, sí que existen amplias divisiones partidistas en cuanto a otras prioridades para la situación en la frontera, ya que los republicanos e independientes son el doble de propensos — un 78 por ciento– a decir que es importante dificultar la concesión de estatus legal a los solicitantes de asilo en Estados Unidos que los demócratas –un 39 por ciento–.
También sucede con la importancia de aumentar la ayuda a los países centroamericanos, de donde proceden muchos solicitantes de asilo, que un 79 por ciento de los demócratas consideran muy o algo importantes frente al 40 por ciento de los republicanos.
Otra de las zonas comunes en ambos bandos políticos es que la mayoría coinciden en que el Gobierno ha hecho un mal trabajo al tratar la afluencia de solicitantes de asilo en la frontera, un 86 por ciento de los republicanos y un 56 por ciento de los demócratas.
Estas conclusiones, explica el Centro de Investigación Pew, son comparables a las calificaciones de hace dos años, cuando la Administración de Donald Trump se enfrentó a una afluencia de niños y familias que buscaban asilo en Estados Unidos.
El informe también muestra como los republicanos están estrechamente divididos sobre si se debe permitir a los inmigrantes indocumentados que ahora viven en Estados Unidos permanecer en el país legalmente, con cerca de la mitad –un 48 por ciento– que consideran que se debe permitir a los inmigrantes indocumentados quedarse si se cumplen ciertos requisitos y la otra mitad –un 51 por ciento– que aseguran que no se les debe permitir quedarse.
Frente a esta división, la mayoría de demócratas –un 86 por ciento– defienden que a los indocumentados que viven actualmente en el país se les debería permitir quedarse si se cumplen ciertos requisitos, una proporción que prácticamente no ha cambiado en los últimos años. Al contrario que la opinión republicana en este asunto, ya que en 2017 la mayoría de los republicanos –un 61 por ciento– defendía que se debería permitir la permanencia de los inmigrantes indocumentados.
Por último, y a pesar de que la preocupación pública por la inmigración ilegal cayó bruscamente el año pasado, coincidiendo con la pandemia, la proporción de estadounidenses que dicen que la inmigración ilegal es un problema nacional «muy grande» ha aumentado 20 puntos porcentuales, del 28 por ciento al 48 por ciento.
Aunque la preocupación ha crecido en ambos bandos, los republicanos son mucho más propensos que los demócratas a citar la inmigración ilegal como un problema muy grande, recoge el informe.
Fuente: Diario las Américas