Si llegara a expirar su autoridad de endeudamiento, el gobierno podría incurrir en impago federal, lo que nunca ha sucedido. Los analistas dicen que un incumplimiento de pagos podría tener un impacto devastador en la economía, aumentando las tasas de interés, bajando la calificación crediticia federal y aumentando sus costos de endeudamiento.
“Las declaraciones del líder sobre el techo de la deuda son totalmente políticas”, dijo el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, ante el pleno del Senado. El gasto federal se ha disparado desde la pandemia de COVID-19 y la administración Biden se ha encargado de duplicarlo.
No es raro que el partido contrario al que ocupa la Casa Blanca amenace con oponerse a un aumento del techo de la deuda como palanca política para obtener concesiones presupuestarias.
Esta pelea se produce mientras ambas partes también están en desacuerdo con las propuestas multimillonarias del presidente Joe Biden para impulsar el gasto interno federal y financiarlo mediante un aumento a los impuestos a los ricos y las corporaciones.
El Congreso suspendió el techo de la deuda —el límite de los préstamos federales— hace dos años, pero esa suspensión vence el 31 de julio.
Fuente: Diario las Américas