CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado público a Israel «El Mayo» Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa recientemente detenido por Estados Unidos, a revelar las posibles conexiones de la organización con funcionarios de Washington y Ciudad de México.
Ante el inminente juicio en Estados Unidos contra el que fuera fundador del Cártel de Sinaloa, López Obrador insistió durante su habitual rueda de prensa matutina en que cualquier tipo de información que El Mayo pueda brindar «ayuda muchísimo» a aclarar los vínculos del Gobierno con la banda.
«Que se sepa cuánto apoyo le daban las autoridades, que informe quiénes lo protegían. Todo esto va a ayudar mucho», manifestó López Obrador que señaló directamente a posibles «acuerdos con las agencias de Estados Unidos» como el que, presuntamente, habría facilitado la captura de El Mayo a finales de julio.
Estados Unidos anunció hace diez días la detención en El Paso de El Mayo y de Joaquín Guzmán López, hijo del capo «El Chapo» Guzmán, quienes supuestamente ejercerían como líderes del Cártel de Sinaloa. El Gobierno mexicano cree que los hijos de El Chapo facilitaron la detención de El Mayo en represalia por la detención de su padre.
De hecho, en México apuntan a que esta operación de las fuerzas de seguridad estadounidenses podría haber sido fruto de un acuerdo con los hijos de Guzmán, si bien López Obrador insistió en que Ciudad de México se mantiene a la espera de recibir información oficial sobre la detención y el traslado de El Mayo.
«El mismo gobierno de Estados Unidos ha reconocido que llevaron a cabo una negociación, cuando menos con uno de los personajes, con Joaquín Guzmán López, eso fue lo que nos informaron, y no ha habido más información», reprochó López Obrador, que apuntó que las Fuerzas Armadas de México «no intervinieron».
La secretaria de Seguridad de México, Rosa Icela Rodríguez, añadió que algunas de las personas que negociaron estaban presas y otras en libertad, y confirmó que una de las personas que negoció era Joaquín Guzmán López y otra, su hermano Ovidio.
Según Rodríguez, Ovidio Guzmán López obtuvo recientemente un cambio en su medida cautelar pero sigue bajo custodia estadounidense lo que, a su juicio, podría indicar que está actuando como testigo protegido.
Al ser consultada si “El Chapo” Guzmán podría haber participado en la negociación, Rodríguez no contestó.
Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del capo que forman la facción del cártel conocida como “Los Chapitos”, había barajado en varias ocasiones la posibilidad de entregarse a las autoridades estadounidenses, según las datos recibidos por México después de los arrestos.
Varias versiones sobre los arrestos
Washington no ha ofrecido información pública oficial sobre la detención de los dos narcotraficantes que ya han sido presentados ante las cortes del país -Zambada en El Paso; Guzmán López en Chicago- acusados de varios cargos vinculados al tráfico de droga. Ambos se han declarado inocentes.
Sin embargo, México ha ido divulgando la información que le llega de las autoridades del país vecino aunque intentando no tensar las ya complicadas relaciones bilaterales en materia de seguridad .
Las versiones sobre los arrestos de Zambada y Guzmán López se han multiplicado en las últimas semanas mientras el gobierno mexicano insiste en saber cómo subieron los dos acusados al avión privado que los llevó a Texas.
Funcionarios estadounidenses conocedores del caso han hablado con diversos medios siempre de forma anónima por no estar autorizados a comentar el tema.
Según una versión, Zambada fue engañado para subir a la aeronave y un abogado de El Mayo denunció ante la prensa que su cliente había sido secuestrado y metido en el avión. El presidente aseguró que la fiscalía ya investiga si hubo tal secuestro.
Medios de comunicación dijeron que fue el hijo de El Chapo quien engañó a Zambada o han apuntado a que un político sinaloense recientemente asesinado -según las autoridades por un intento de robo- podría haber estado involucrado en la trampa contra El Mayo. También hay versiones que apuntan a que el narcotraficante, de 76 años, que estaba enfermo y apareció en sus primeras audiencias en silla de ruedas, optó por entregarse.
El propio presidente mexicano no descartó de que pudiera haber tenido lugar una operación encubierta estadounidense en territorio mexicano aunque, reconoció, que no tienen pruebas de ello.
López Obrador celebró la detención de dos de los principales capos de la droga de México, que además ayudará a conocer posibles acuerdos con las autoridades de México y Estados Unidos; aunque alertó que esto no garantiza la erradicación del tráfico de estupefacientes hacia el país vecino.
«Se detiene al señor Zambada, pero si no se atiende ese consumo y si nosotros no damos opciones a los jóvenes para que no sean enganchados, no sean utilizados en las bandas de narcotraficantes, no vamos a enfrentar el problema. Hay que atender las causas», enfatizó el mandatario mexicano.