El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, continúa sobrecumpliendo la norma de favores al régimen cubano. A pesar de las duras críticas que ha recibido por apoyar una actividad altamente lucrativa para la dictadura cubana, considerada por diversas organizaciones como “esclavitud moderna”, el político autorizó la contratación, desde el pasado 12 de octubre, de médicos especialistas extranjeros para cubrir, durante un año, 749 plazas vacantes en 54 hospitales, reporta CUBANET.
El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer que los especialistas que decidan laborar en suelo azteca tendrán un salario de 53 569 pesos (2 674 USD), más prestaciones. Aunque pueden participar médicos de cualquier parte del mundo, incluso mexicanos, la mayoría de los aspirantes son cubanos y venezolanos.
Aunque no se especifica si los galenos cubanos serán contratados a través de las llamadas “misiones médicas”, o también podrán aplicar especialistas que hayan revalidado su título profesional, no cabe dudas de que se trata de una gran oportunidad para que el régimen de La Habana siga nutriendo sus arcas con dólares frescos que, a juzgar por la catastrófica situación de la mayoría de los hospitales y clínicas cubanos, no serán invertidos en el sistema de salud de la Isla.
Igualmente, llama la atención que Venezuela, adonde tantos médicos antillanos han sido enviados supuestamente para cubrir el déficit de personal sanitario y especialistas, cuente con muchos salubristas ansiosos por trabajar en México. La dictadura de Nicolás Maduro pierde personal médico por razones muy similares a las que han provocado la estampida de miles de galenos cubanos: falta de libertades individuales, bajos salarios, sobreexplotación y una crisis que no cesa.
Desde hace años las “misiones médicas”, que no son más que un eufemismo para tapar el negocio de alquiler de profesionales de la salud, vienen drenando a las instituciones sanitarias de la Isla. Un elevado número de especialistas y técnicos ha sido enviado a “cumplir misión” en medio del colapso del sistema de salud pública. Si a ellos se suman los que han abandonado el sector para emigrar, o buscar trabajo en áreas mejor remuneradas, no son nada sorprendentes las denuncias ciudadanas sobre la precariedad de los servicios médicos y la escasez crónica de personal para atender a una población envejecida y enferma.
A pesar de esta realidad que, dentro de muy poco, terminará en desastre, el régimen de Miguel Díaz-Canel pone los pocos recursos que le restan a Cuba a disposición de gobierno cómplices, como el de López Obrador, para que no falten los dólares que permiten el control político y la represión dentro de la Isla.