Ni con la ayuda oficial de otros países, el régimen cubano es capaz de aliviar la enorme crisis energética que azota a Cuba. La isla sufre constantes apagones debido a la dependencia de su sistema de las centrales termoeléctricas y al poco mantenimiento que estas han recibido en las últimas décadas. Como resultado, ni el apoyo de Rusia o Venezuela es suficiente.
Por ende, Andrés Manuel López Obrador, presidente saliente de México, aparece para tender su mano a su homólogo Miguel Díaz-Canel. El detalle está en que la ayuda estaría a bordo de barcos cubanos que apagan sus radares para ir y venir entre la isla y el país norteamericano cargados con crudo. Son conocidos como barcos “fantasma” y se mueven entre las sombras debido a las sanciones internacionales que pesan sobre el castrismo. Es la misma maniobra que aplica el chavismo o el régimen iraní.
Se desconoce si Cuba paga a México por los barriles o si forma parte de un intercambio por la labor de médicos cubanos –cuyas condiciones se consideran esclavitud moderna, según informes independientes–. De todas formas, los barcos cubanos Vilma y Delsa acuden a las instalaciones de Pemex (Petróleos Mexicanos), tal como reporta el portal 14 y Medio. El primero llegó el 15 de junio a la Refinería Cienfuegos con unos 400.000 barriles de crudo mexicano. El segundo atracaba por esa fecha en un puerto del Complejo Petroquímico Pajaritos, en Veracruz, para buscar una cantidad similar.
Más de 500 millones de dólares en petróleo
No es un secreto que AMLO se convirtió en un salvavidas para Díaz-Canel, una política que posiblemente mantenga la próxima presidente electa, Claudia Sheinbaum, dado que fue escogida a dedo para continuar el proyecto de Morena. De hecho, el año pasado el mandatario mexicano oxigenó a la dictadura cubana con 200 millones de dólares en petróleo.
Esa información no fue difundida de manera oficial, sino que la obtuvo el Instituto de Energía de la Universidad de Texas (EE. UU.). A todos los envíos los rodea un ambiente de secretismo, así como ocurre con los buques Vilma y Delsa. En ese sentido, algo que destaca el medio cubano es que México ha enviado “unos 8.000.000 de barriles desde 2023, con un valor aproximado de 578 millones de dólares”. ¿Cómo paga La Habana esa factura? Esa es la duda que prevalece.
Ya que usar barcos “fantasma” se volvió una maniobra común entre regímenes totalitarios sancionados, como Irán y Cuba, la estatal venezolana PDVSA hace lo mismo con sus buques Athenas y Tina 5. Ambos fueron el medio para hacer llegar parte de los 70000 barriles diarios que en promedio salieron de las costas venezolanas con destino a puertos cubanos durante mayo.
Manos rusas sobre el sistema eléctrico cubano
En la línea de “una mano lava a la otra”, Rusia se muestra dispuesta a ayudar al castrismo con la crisis eléctrica, que este 17 de junio dejaría al 14 % de la isla sumida en apagones, y que en algunos casos duran hasta 20 horas, de acuerdo con la estimación de la estatal Unión Eléctrica (UNE).
En el intento de recuperar el sistema eléctrico cubano participarán especialistas rusos luego de que los representantes de Rusia y Cuba “debatieran las perspectivas de cooperación”, afirmó el ministro de Energía ruso, Serguéi Tsiviliov. El funcionario asegura que el intercambio “propiciará el desarrollo del diálogo entre nuestros países en materia de energía”. Pero en realidad es una movida estratégica del Kremlin para mantener su influencia sobre la isla, un factor conveniente para garantizar su presencia cerca de las costas de Estados Unidos.